El fiscal federal Ricardo Toranzos, titular del Área de Investigación y Litigación de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Salta, imputó el delito de “trata de personas agravado por el número de víctimas” a dos mujeres y un hombre detenidos el fin de semana pasado y solicitó la formalización de la investigación penal en su contra y que se dicte la prisión preventiva de los tres acusados. El juez federal de Garantías, Julio Bavio, hizo lugar al pedido de la fiscalía, aunque le concedió la prisión domiciliaria a una de las acusadas, por razones de salud.
En la audiencia de formalización de la acusación el fiscal explicó detalladamente la investigación que desbarató esta organización que explotaba sexualmente a jóvenes de entre 18 y 25 años de edad, aunque no se descarta que también hayan explotado a menores de edad. La organización operaba en Salta Capital, y se había replicado en Santiago del Estero. El fiscal no descartó que pueda haber más implicados. En distintos procedimientos el fin de semana pasado se rescató a siete jóvenes.
Toranzos relató que la investigación se inició a partir de las denuncias de dos mujeres, entre el 22 y el 28 de mayo pasado, quienes señalaron que en la página de Facebook "Busco Trabajo Salta" se dieron con un mensaje del perfil "Luciana Chocobar", que solicitaba "chicas de 18 a 25 años" para trabajar ocho horas por día, en días y horarios a convenir. Las dos denunciantes contaron que al chatear con esta persona, les dijo que el trabajo consistía en el servicio de sexo por dinero, ofreciéndose como acompañantes (scort, o escort, castellanizado, que en realidad puede incluir sexo o no) a través de las redes.
Una de las denunciantes contó que al pedir más información sobre cómo se hacían los servicios, supo que se utilizaban departamentos en la zona centro de la ciudad, donde se daban masajes más los servicios sexuales, por lo que podía percibir entre $800 y $1500 por sesión, dependiendo del "servicio" que brindara.
“La cantidad de servicio que realicés por turno es la plata que ganás; el pago es (en) el mismo instante que estás por entrar a realizar el servicio… Vos elegís tus días de trabajo y tus horarios”, narró la denunciante que le dijo la tal "Luciana".
En otra conversación "Luciana Chocobar", que cumplía el rol de captadora, dijo que el trabajo que ofrecía era para un spa masculino: “Prestamos servicios de masajes y algo más… Estoy buscando chicas de 18 años hasta 25 años para formar parte de equipo de trabajo… Ganás por servicio realizado… No hace falta que sepas masajes perfectamente… Como te digo, es masajes y algo más”, le dijo a su interlocutora.
Más tarde hubo una tercera denuncia, presentada en una dependencia de la Policía de Salta por una madre, quien pidió ayuda afirmando que su hija era sometida por una organización que la explotaba sexualmente, y entregó como prueba 30 tarjetas de publicidad de una agencia de acompañantes denominada “Ángeles y Demonios”.
El fiscal explicó en la audiencia que estas tarjetas tenían impresos distintos números telefónicos, que al ser investigados llevaron a dos de las acusadas, entre otras personas. Los investigadores también consiguieron constancias de transferencia de dinero de la hija de la denunciante a la principal acusada.
Revolviendo en la basura
Toranzos resaltó los datos obtenidos de la indagación sobre páginas web y redes sociales surgidas de las denuncias, lo que permitió llegar a quien captaba a jóvenes desde distintos dispositivos electrónicos ubicados en su domicilio, en la zona sudeste de la ciudad.
En cuanto a la denuncia de la madre, los investigadores dieron con sitios webs donde la joven era ofertada, tanto en Salta como en Santiago del Estero, y con teléfonos de contacto que al ser investigados llevaron a las dos acusadas.
El fiscal dijo que estas pistas se vieron reforzadas por la investigación de campo. Se hizo una vigilancia sobre las sospechosas y así pudieron establecer el vínculo entre ambas, dado que una de ellas visitaba de modo frecuente a la otra en un domicilio ubicado en la zona del macro centro, en donde además se constató el movimiento de muchas jóvenes.
La investigación también permitió ubicar otros cinco domicilios, donde se constató la llegada de hombres que tras un determinado tiempo se retiraban, incluso llegaron a verificar que estos hombres entregaban algo a las jóvenes, evidentemente el pago. Asimismo, hubo diálogos encubiertos en los que algunos hombres reconocieron que habían pagado por un servicio sexual. Es con el fin de obtener esta evidencia que la Fiscalía usó la figura del “agente revelador” (una suerte de agente encubierto), herramienta prevista en el nuevo Código Procesal Penal Federal. Así establecieron otros domicilios utilizados por la organización, todos cercanos a la zona centro de la ciudad.
El fiscal también sostuvo la imputación con pruebas surgidas del análisis de llamadas y el rastreo de numerosos giros de dinero entre las imputadas, estas transferencias eran parte de las ganancias de la actividad delictiva, dado que la organización se quedaba con el 50% de los servicios sexuales que prestaban las chicas.
Asimismo, Toranzos sostuvo que los investigadores hallaron prueba documental clave al registrar la basura de uno de los domicilios. “Se trata de registros y anotaciones de los servicios sexuales, nombres y detalles de cómo se debía repartir el dinero y otras pruebas que comprometen a las acusadas”, señaló.
Aquella información fue corroborada con las pruebas obtenidas en los allanamientos, oportunidad en la que se secuestraron numerosos elementos, entre ellos dos dispositivos de cobro electrónicos, lencería erótica, alrededor de $90 mil, fotografías y 19 teléfonos celulares.
Las tareas investigativas fueron realizadas por divisiones especializadas de Gendarmería Nacional y de la Policía de la Provincia, coordinadas por el Área de Casos Complejos de la Fiscalía.
Modalidad espejo
Toranzos destacó que las acciones que llevaron adelante los ahora acusados son de gravedad, a tal punto que que replicaron en otras provincias la organización montada en Salta.
El fiscal sostuvo que la forma de captación, la reserva temporal de departamentos y la manera en que los servicios sexuales se realizaban, es una modalidad que se replicó en Santiago del Estero, donde incluso las víctimas que eran iniciadas eran ofrecidas como una novedad en las organizaciones espejo que montaron.
El fiscal también puso de resalto el daño causado a las víctimas, dijo que incluso las damnificadas podrían ser más que las rescatadas en los operativos, e incluso no descartó que entre ellas pudiera haber menores. Sostuvo que esta hipótesis impulsó a la Fiscalía a promover las detenciones y allanamientos con el fin de ponerle freno a estos delitos.
Respecto de los tres acusados, Toranzos señaló a una como la líder de la organización, dado que es descripta como “la jefa”, mientras que la otra acusada llevaba adelante la captación de las jóvenes. Y el hombre detenido, que es pareja de la principal acusada, era el encargado del traslado de las jóvenes a los lugares donde se concretaban los servicios sexuales.