En el año 2008 Brown de Adrogué se quedaba sin técnico a 12 fechas de terminar el torneo. Juan Carlos Kopriva se iba y en su reemplazo llegaba Pablo Vico. Un hombre del club al que después de tantos años de trabajo por fin le tocaba su momento para mostrarse. Al día de hoy lleva 12 años al frente del plantel profesional, pero antes de sentarse en el banco de suplentes del club tricolor pasó por todas las instancias: trabajó en baby fútbol, divisiones inferiores menores, divisiones inferiores mayores, coordinación e interinato.
Hace más de veinte años que este hombre de 65 años, bigotes tupidos, cara flaca y alargada, trabaja en la institución. Su vida está dedicada a “Bron”, como le gusta pronunciar a él. Su casa está en el club. Su habitación, su living, su comedor, su lugar de descanso y la cocina ocupan el mismo ambiente. Según sus propios cálculos entre su casa y el campo de juego hay 74 pasos. “Brown de Adrogué me dio todo. Lo único que puedo decirle a este club es gracias por existir y gracias por darme la oportunidad de poder dirigir y de vivir un poco más cómodo”, confiesa emocionado Vico del otro lado del teléfono, mientras termina de tomar un mate.
Su nombre se instaló en el corazón de todos los hinchas y ha despertado cosas que nunca hubiera imaginado. El buffet del club lleva su nombre. En abril del año pasado los hinchas le regalaron un busto. De paseo por Gesell al entrar a un negocio a comprar una chapa que decía justamente Brown de Adrogué, el vendedor se sorprendió al verlo y desesperado le mostró que justo le estaba escribiendo un poema. En San Clemente hay un barrio privado y la calle principal lleva su nombre. Hace dos semanas también se inauguró una plaza en Rafael Calzada con su nombre. “Me lo brinda la gente. Quiere decir que estás haciendo las cosas bien. A través de la humildad podés lograr un montón de cosas”
Pero el amor incondicional no solo se lo ganó por la humildad sino también por sus logros en lo deportivo. Si uno repasa sus números ve que dirigió más de 400 partidos, que obtuvo dos ascensos a la B Nacional y que clasificó en dos ocasiones al reducido por el ascenso a la Primera División. Y que también, cosa impensada para muchos, logró que Brown sea noticia por ganarles a equipos importantes: Independiente, Talleres, Unión, Argentinos Juniors. Muchos lo llaman “Ferguson del Conurbano” pero por lo general le esquiva a ese tipo de comparaciones. “Me falta mucho para ser el Ferguson del Conurbano. Es una falta de respeto a Ferguson”, dice en referencia a Alex Ferguson, entrenador que inició y terminó su carrera como técnico de Manchester United.
“Hace poquito salí como el séptimo técnico en el mundo con mayor permanencia en un club. Eso es lindo. Ojalá el día de mañana dios me ayude a jugar con Brown en primera. Ese es nuestro sueño. A veces algunos me preguntan qué motivación encuentro, después de 12 años, para seguir dirigiendo el mismo equipo y yo les digo esto: ponerlo en la primera división. He estado cerca dos veces”, remarca y aprovecha para dejar en claro sus preferencias. “Me gusta más que me reconozcan por lo que uno hace dentro de un campo de juego. Eso es más importante que cualquier parecido o personaje que me quieran buscar. Don Ramón y esas cosas, es medio chocante”, termina por aclarar para aquellos que le encuentran un parecido con el personaje que popularizó Ramón Valdés en la serie mexicana El chavo del ocho.
Desde su casa en el estadio Lorenzo Arandilla, espera poder volver a trabajar pronto con sus jugadores y ver con quién va a contar cuando haya fútbol otra vez. “En estos días nos vamos a encontrar para ver quiénes son los que se quedan y quiénes son los que se van. Trataré de charlar con los que se queden para buscar de hacer un protocolo de trabajo. Anteriormente nosotros les estábamos dando indicaciones de trabajo por zoom, después nos pasaban los videos y mirábamos de qué forma trabajaban. La empezamos haciendo una sola vez en el día y después lo hicimos mañana y tarde. Pero es muy difícil porque no todos tienen espacio en su casa y los movimientos se complican”, cuenta.
Dada la situación de parate obligatorio por la pandemia, la economía de los clubes se vio afectada y más en categorías que naufragan de la B metropolitana para abajo. Si bien Brown está en la segunda categoría del fútbol profesional no es una excepción. A principios de junio hubo rumores sobre la permanencia de Vico, pero rápidamente el presidente Adrián Vairo salió a tranquilizar las aguas del universo tricolor. “En las buenas y en las malas, este vínculo no se acaba”, publicó el twitter oficial del club. “Le dije a Pablo Vico que le hago un contrato de por vida. Con todo lo que logró, nunca queremos que se vaya”, aclaró Vairo.
“Hace 23 años que estoy en el club y jamás pasamos un momento económico como el que se está viviendo. Al club se le han cerrado muchísimos sponsors y la cosa se puso complicada. Si es como dicen que el próximo torneo va a ser sin descenso, vamos a armar un equipo más de preparación que de competencia, para que al año siguiente tengamos una base importante para salir a buscar algo”, dice Vico y se lamenta por el paradero de su club tras la incertidumbre que instaló la cuarentena sobre cómo va a seguir el fútbol. “Cuando empezó el asunto de la pandemia nosotros estábamos a 4 puntos del reducido y faltaban nueve fechas y como veníamos en alza creo que Brown volvía a clasificar entre los cuatro mejores. Desgraciadamente esta cuarentena nos entorpeció llegar al objetivo final”.
- ¿Recibiste ofertas para ir a dirigir otros clubes?
- Hemos tenido muchísimas oportunidades para irnos. Nos han ofrecido cosas importantes, sin embargo siempre optamos por Brown de Adrogué. Me han tirado papeles en blanco para que pusiera la cifra que consideraba para dirigirlos, pero nunca me sedujeron. Si es en la misma categoría me quedo en Brown, distinto sería que venga de una Primera división, ahí sí lo haría. Pero este cuerpo técnico está trabajando para conseguirlo con Brown. Siempre estuvimos cerca pero el dueño del fútbol argentino siempre se puso en nuestro camino. Pero si seguimos trabajando de esta manera se va a dar solo. Nosotros somos ocho personas en este cuerpo técnico. En mi vida pensé que iba a trabajar con un analista de videos, trabajar con la neurociencia. Hoy si no estás preparado es muy difícil buscar ese progreso que queremos nosotros.
- ¿Quién es el dueño del fútbol argentino?
- Por más que me quieras sacar nombres, no te lo voy a dar (risas). Es muy simple. Cada técnico tiene su representante, el mío a lo mejor no tiene tanto peso como el dueño del fútbol argentino, entonces sigo por ejemplo en Brown de Adrogué. He tenido oportunidad de irme a equipos importantes en la misma división, pero siempre opté por Brown por la seriedad.
Se queda en silencio unos segundos, sorbe lo último del mate y vuelve sobre la pregunta.
“Yo veo que hay otros técnicos que haciendo muchos menos de lo que hicimos nosotros hoy están dirigiendo primera división. Nosotros con todo lo que hicimos en Brown de Adrogué y que no se nos dé dirigir Primera división porque siempre se interpone el dueño del fútbol argentino…no pertenezco a su clan, ni me interesa pertenecer, así que seguiré trabajando para poder lograrlo por mis propios medios”.