Mediante un mensaje dirigido al Presidente de la Nación y al Gobernador de Jujuy, el colectivo indígena Qhapaq Ñan (Comunidades indígenas por el Agua y la Vida) denunció la "alarmante y rápida multiplicación de casos covid-19" en la provincia norteña, y señalan que ello "induce a pensar en el pronto colapso del sistema sanitario". Dicen los representantes de la comunidades indígenas que la cuestión sanitaria se agrega a "la inquietante realidad social con un alto porcentaje de población sumida en la pobreza" siendo en su mayoría perteneciente a pueblos indígenas que habitan en Jujuy, tanto en zonas rurales como en poblaciones urbanas.

La advertencia llega en el momento en que en la provincia de Jujuy se registra un rebrote de los casos de covid-19 que obliga a las autoridades a tomar nuevas medidas sanitarias de aislamiento para contener la pandemia.

A lo anterior se suma que la minera Exar confirmó la existencia de 58 casos positivos de coronavirus entre sus trabajadores desde el inicio de la pandemia. Las tareas que se vienen desarrollando en el proyecto Cauchari-Olaroz se han visto dificultadas también por esta situación, de acuerdo a la información brindada por la propia empresa. Los trabajadores mineros están exigiendo al gobierno de Jujuy que tome medidas urgentes, considerando que están sin protección ni medidas eficientes de prevención sanitaria y expuestos a un contagio masivo. Por su parte, la minera Exar señaló que "ha operado en todo momento conforme los protocolos establecidos para la situación sanitaria actual, particularmente tomando test previos al ingreso de cualquier persona no residente en la provincia de Jujuy, además de las medidas de cuarentena y controles de acuerdo a los protocolos vigentes".

De la misma manera, la empresa azucarera Ledesma, ubicada en el departamento del mismo nombre, informó también sobre la existencia de 33 nuevos casos, que hacen ascender a 48 el total de los contagiados en ese lugar. También allí los trabajadores demandan medidas de salubridad para su protección.

Según el colectivo indígena Qhapaq Ñan los departamentos más afectados son Cochinaca, Humahuaca y Susques y denuncia que las comunidades indígenas de Salar de Olaroz-Cauchari (Susques) "aguardan desde hace 17 días la urgente intervención sanitaria de las autoridades del Estado provincial y/o nacional, dado que los derechos humanos (indígenas) y los territorios no pueden estar en manos de una empresa privada transnacional extranjera".

En el mismo comunicado, las comunidades indígenas advierten que "en los extensos territorios de Quebrada de Humahuaca y Puna no hay unidades de terapia intensiva (UTI) ni quirófanos ni hospitales equipados y a la altura de las circunstancias" en tanto "el personal sanitario continúa pidiendo elementos de bioseguridad acordes con la situación". El cuadro de aislamiento se completa porque los miembros de las comunidades indígenas "deben recorrerse varios kilómetros para buscar ayuda o captar alguna señal de teléfono para comunicarse con emergencias".

Los representantes de las comunidades advierten sobre la posible agudización de la crisis sanitaria actual augurando un "futuro poco alentador y fatal" al que sólo se puede hacer frente mediante el trabajo en cooperación y colaboración de las autoridades de los distintos niveles jurisdiccionales y "con participación y consulta de los pueblos indígenas". Porque, dicen, "nuestros saberes ancestrales pueden contribuir para bien en esta pandemia".

En otro nivel de cosas el comunicado de Qhapaq Ñan pide que se evite la "estigmatización, prohibición, criminalización, persecución, climax de guerra y cierta violencia verbal, psíquica o física". Y repudia "ciertos mensajes que criminalizan a los pueblos indígenas (a las cholas, a los bolivianos, a los feriantes, a los mineros) por los contagios actuales", porque "si hay culpas las autoridades deben mirarse a sí mismas".

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