China lanzó este jueves con éxito su primera sonda independiente hacia Marte, Tianwen-1
(Preguntas al cielo-1), una misión en la que intentará estudiar a fondo el suelo del planeta rojo. Se espera que la nave orbite el planeta en febrero de 2021 y, en mayo de ese año, aterrice para comenzar las investigaciones más profundas. Con este lanzamiento Pekin se metió de lleno en la carrera espacial, en plena rivalidad diplomática y tecnológica con Estados Unidos.
La sonda fue propulsada por un cohete Larga Marcha 5 que despegó de la base de Wenchang, en la isla china de Hainan (sur). La sonda no llegará al planeta hasta 2021. Deberá realizar en unos siete meses el largo trayecto Tierra-Marte. La distancia varía, pero es como mínimo de 55 millones de kilómetros, es decir, 1.400 veces la vuelta al mundo.
La primera misión independiente de exploración de China a Marte tiene como objetivo orbitar, aterrizar y explorar su superficie, y obtener datos de exploración científica sobre el planeta rojo. La misión Tianwen-1 ("Preguntas al cielo-1") embarcó una sonda compuesta de tres elementos: un orbitador de observación (que girará alrededor del planeta rojo), un aterrizador (o lander) y un robot de control remoto (que se encargará de analizar el suelo marciano).
El vocero de la misión, Liu Tongjie, explicó que se estudiarán la morfología, la estructura geológica, las características del suelo, la distribución del agua congelada cercana a la superficie, la composición y las condiciones climáticas de esta superficie, la ionosfera atmosférica, así como los campos magnéticos y la estructura interna del planeta.
"Esto es claramente un hito para China. Es la primera vez que se aventuran en el sistema solar", señaló por su parte Jonathan Mcdowell, astrónomo del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, en Estados Unidos.
Por qué "Tianwen"
El nombre proviene del poema "Tianwen", cuyo significado se podría traducir como "Preguntas al cielo", escrito por Qu Yuan (alrededor del 340 a.C. al 278 a.C.), uno de los más destacados poetas de la China antigua.
El paso a paso de la misión espacial
Tras entrar en la órbita marciana, la sonda se mantendrá en ella entre dos y tres meses, en los que empleará una cámara de alta resolución para identificar posibles zonas de aterrizaje.
Según Tongjie, la zona más probable para el “amartizaje” será en la zona sur del planeta, en una llanura conocida como Utopia Planitia que no ha sido investigada por otros países y que podría ser la costa de un antiguo océano o lago.
Si el aterrizaje tiene éxito, un astromóvil (un ‘rover’, en inglés) se desplegará para llevar a cabo tareas de exploración científica durante unos 90 días marcianos, equivalentes a unos tres meses en la Tierra.
Este vehículo, que aún no ha sido bautizado, pesa unos 240 kilos y cuenta con seis ruedas y cuatro paneles solares que le permitirán moverse a unos 200 metros por hora sobre la superficie del cuarto planeta del Sistema Solar. De tener éxito, se trataría del quinto ‘rover’ desplegado en Marte, después de los cuatro enviados por Estados Unidos.
Mientras tanto, el orbitador, que está diseñado para estar activo en torno a un año marciano (unos 687 días terrestres), actuará como punto de comunicación con el astromóvil mientras también lleva a cabo sus propias tareas.
China se une a la "conquista" de Marte
Esta misión ofrece un nuevo prestigio a Pekín frente a Washington, que acaba de ordenar el cierre del consulado chino en Houston , el último episodio de la intensa rivalidad entre los dos gigantes del Pacífico.
El país asiático estuvo o mucho tiempo al margen de la competencia espacial y está recuperando su retraso. En este caso, aunque China presume de que es su primera misión independiente a Marte, el proyecto contó con la participación de la Agencia Espacial Europea y de los centros espaciales de Francia, Austria y Argentina.
"El hecho de que China se una (a la conquista de Marte) cambiará la situación actual dominada por Estados Unidos desde hace medio siglo", recalcó Chen Lan, analista del sitio GoTaikonauts.com, especializado en el programa espacial chino. "Desde el punto de vista de toda la humanidad, es algo positivo", agregó.
El año pasado, China comenzó a realizar experimentos para preparar el descenso y aterrizaje de la sonda, misión cuyo éxito supondría un "logro sin precedentes", según dijo entonces la Administración Nacional del Espacio de China.
El aterrizaje es el mayor desafío al que se enfrentará la misión, según comentó recientemente a Xinhua el experto Bao Ming, de la Academia China de Ciencias Sociales, y constará de un proceso con cuatro etapas de siete a ocho minutos de duración en total en el que la sonda deberá bajar de 20.000 kilómetros por hora a cero.
Los otras pruebas de China en el espacio
El país envió a su primer hombre al espacio en 2003, hizo aterrizar pequeños robots (los "Conejos de Jade") en la Luna en 2013 y 2019 y en junio completó la constelación de satélites de su sistema de navegación Beidou, rival del GPS estadounidense.
En 2011, China y Rusia enviaron la sonda Yinghuo-1 (Yinghuo, “fuego desconcertante”, es el nombre que los antiguos astrónomos chinos dieron al planeta rojo) para orbitar en Marte, pero la nave no consiguió salir de la órbita terrestre y finalmente cayó al océano Pacífico.
Su misión marciana es el siguiente gran paso del programa, que también prevé la construcción de una estación espacial de aquí a 2022.
China es prudente ante esta nueva misión, tras sufrir varios fracasos en 2020, con lanzamientos fallidos y la desintegración de una cápsula espacial a su vuelta a la Tierra.
"Pero también estamos muy confiados. Esto es 50-50", consideró Chen Lan. "China puede fracasar esta vez. Pero algún día lo conseguirá. Porque tiene la voluntad, la determinación y suficientes recursos financieros y humanos para lograrlo", afirmó Chen Lan.