El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia
(TSE) postergó las elecciones generales que habian sido programadas para el 6 de septiembre y eligió como nueva fecha el próximo 18 de octubre en base a "consideraciones de orden científico, legal y sociopolítico". La decisión, anunciada este jueves por el presidente del TSE, Salvador Romero, obedece a informes elaborados por un Comite de Científicos que responde al gobierno de facto, y que señaló en los últimos días que la pandemia de coronavirus tendrá sus picos más altos a finales de agosto y principios de septiembre. Programados inicialmente para mayo y luego promulgados en septiembre por la presidenta interina, Jeanine Áñez, estos comicios reemplazan a los de octubre de 2019, anulados por denuncias de fraude impulsadas por la OEA que nunca fueron comprobadas, y que derivaron en el golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales el pasado 10 de noviembre.
"Fruto de consideraciones de orden científico, legal y sociopolítico, en el ejercicio pleno de sus atribuciones, la exigencia de la ley de que el proceso electoral considere los parámetros científicos y cuente con suficientes medidas de seguridad de salud, el TSE ha resuelto fijar la fecha de la jornada de votación de la elección general el domingo 18 de octubre de 2020, con una eventual segunda vuelta el 29 de noviembre y una posesión de las autoridades en diciembre", señala la resolución leída por el presidente del TSE, Salvador Romero.
La autoridad afirmó que esa determinación no requiere del envío de un nuevo proyecto a la Asamblea Legislativa para avalar la nueva fecha del proceso electoral, ya que, según Romero, el Tribunal actúa en el marco de la ley y sus competencias constitucionales. "La fecha de la jornada de votación ha generado controversias ásperas que han dividido al país. Esta polémica, atípica en una revisión internacional, solo se explica por las latentes y graves polarizaciones que sufre la sociedad", agrega la resolución del TSE dada a conocer el jueves.
La polémica decisión se dio a conocer luego de una serie de demandas de postergación por parte de distintos frentes políticos de derecha y movimientos ciudadanos. Incluso la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez se refirió al tema en las últimas horas al manifestar que espera que se pueda ir a las urnas cuando la población "no sienta peligro".
Desde el Movimiento al Socialismo, el repudio a la decisión del TSE llegó a través del expresidente Evo Morales, que habló de un "nuevo golpe a la democracia". En su cuenta de Twitter, Morales dijo que la postergación de la fecha de elecciones solo provocará un mayor sufrimiento al pueblo boliviano porque prolonga la agonía del gobierno en un mar de incapacidades y ambiciones que le impidió, en ocho meses, tomar medidas para manejar la catástrofe humana y económica actual".