"Mi trabajo es lo que único que tengo para darle de comer a mi hijo. No voy a salir a robar, tengo que ser un ejemplo para él", dijo Diego Soria tras presentar con el abogado Norberto Olivares una denuncia penal por lesiones y amenazas contra personal de la Guardia Urbana (GUM) y la policía provincial. El muchacho de 30 años recordó que le pedía "dejame respirar" a un policía que le "apretaba el cuello con la bufanda", mientras era trasladado a la comisaría segunda el sábado por la tarde, cuando el grupo de Artesanos Autoconvocados se concentró en el parque España para pedir que les permitieran trabajar en el marco de la cuarentena.  

El hecho comenzó en inmediaciones de calle Italia y el río, desde donde Diego fue llevado a la seccional segunda. Fue durante un operativo de control. Olivares, quien patrocina a Soria en la denuncia -que se sumó a la presentada por el Servicio Público de la Defensa Penal- habló de detención “arbitraria”. Y lamentó que “siempre se tiene en cuenta la versión oficial de las autoridades, que en este caso ponen el acento en culpabilizar a la víctima y no investigan la tarea que realizan sus funcionarios”. Según detalló, “cuando se lo llevan detenido a Diego, un policía le apretó el cuello con la bufanda”. También reveló que le dijeron 'si te movés, tenemos cómo justificar tu muerte'”.

La denuncia presentada ayer refleja el relato de Diego. "Fui a un encuentro pactado con dos compañeros de trabajo, para una protesta pacífica en reclamo de poder ejercer efectivamente el derecho constitucional a trabajar", dijo sobre lo que habían pensado con una olla popular. 

"Estábamos conversando y tres efectivos de la GUM,  me mantienen paralizado sin posibilidades de movilidad. Intento esquivarlos y seguir mi camino (...) recibo un golpe en el tabique por parte de un efectivo, con el puño ocupado por un Handy. En ese momento, intento separarme y me derriban al piso. Un efectivo que llegó me propina una patada en el rostro, del lado derecho. Sentí que uno me colocaba su rodilla sobre el cuello, mientras otros de sus acompañantes me propinaban golpes. Yo le gritaba que me estaba asfixiando", reza la presentación. 

"Me armaron una causa por lesiones y amenazas. Tuve miedo por mi vida", aseguró el muchacho que tiene un hijo de dos años. Hoy artesanos y artesanas marcharán a las 10, desde la plaza San Martín a la Municipalidad.