El mercado de los yogures bebibles cayó 25,7 por ciento en mayo respecto a abril. La venta de postres lácteos tuvo una merma del 16, 1 por ciento, en tanto que la de los postres lácteos firmes cayó 21,3 por ciento en ese período. Las bajas se dan sobre una retracción del 20 por ciento durante 2019, mientras que el acumulado de la última década arroja una caída del 35 por ciento. Los datos fueron recopilados por el Centro de la Industria Lechera (CIL), que advirtió que “el sector está frente a una de las crisis más severas de la historia”.
Según datos oficiales, la producción primaria de leche, pieza clave en la cadena de valor, viene observando una tendencia decreciente en los últimos años, ubicándose lejos del pico observado en 2015. La producción totalizó 10.343 millones de litros en 2019, mientras que la misma había alcanzado 12.061 millones cuatro años antes, una baja del 14,2 por ciento.
La primera empresa láctea en cuanto al procesamiento de leche es Mastellone Hermanos (La Serenísima), propiedad del grupo Arcor, con un promedio de 3,3 millones de litros diarios. Le sigue la firma Saputo, una compañía internacional de origen canadiense, con 3,2 millones de litros diarios. La principal marca de Saputo en la Argentina es La Paulina.
El tercer procesador de leche es Williner-Ilolay, con 1,3 millón de litros diarios procesador. Fabrica con marca propia leches, dulce de leche, mantecas, yogures, crema de leche y quesos. En el cuarto lugar está Sancor, con 840 mil litros diarios. Sancor perdió mucha participación de mercado con la crisis de los últimos años. Por debajo de estas empresas están Noal (758 mil litros diarios), Verónica (709 mil), Tregar (697 mil), Nestlé (695 mil), Milkaut (653 mil) y Danone (609 mil litros diarios).
Las empresas lácteas se quejan de no poder trasladar la suba de los costos a las listas de precios debido al congelamiento que rige desde marzo. De todas formas, a comienzos de julio el gobierno autorizó subas para contener un poco los reclamos empresariales. Cabe aclarar que muchas empresas vienen recibiendo el ATP de parte del gobierno para pagar la mitad de los salarios y también acceden a los préstamos a tasa subsidiada. Los lácteos tienen un papel central en la alimentación de los hogares y en este contexto de profunda crisis social, su encarecimiento equivale a un mayor deterioro de la calidad de vida.
"Más allá de un aparente pico de consumo durante los primeros días de la cuarentena, lo números dan cuenta de un fuerte descenso en la venta de alimentos en general. En línea con esta situación, el Indec reveló recientemente que el nivel de ocupación industrial del sector de alimentos y bebidas cayó al 57 por ciento en mayo y que en marzo pasado conoció el nivel más bajo de utilización de al menos los últimos 24 meses", dice el Centro de la Industria Lechera.