“No hay nada que impida avanzar en estos sentidos. Es ahora”, dice el comunicado producido por la Coordinación Audiovisual Federal, organismo integrado entre otras asociaciones por el Colectivo de Cineastas, Espacios INCAA y los colectivos de documentalistas ADN y DOCA. Integran esas asociaciones, entre otros, los realizadores y productores David Blaustein, Andrés Habbeger, Agustina Comedi, Hernán Rosselli y Fernando Krichmar. El comunicado anuncia el lanzamiento de una videocampaña, en reclamo para que las plataformas de streaming, que cuentan en su programación con films argentinos, aporten un porcentaje de su facturación al Fondo de Fomento Cinematográfico que administra el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales. El fondo de fomento se destina entre otras cosas a la producción cinematográfica, y el porcentaje que se reclama es el 10 % sobre el 21 % que ya se cobra sobre los abonos en concepto de IVA. El mismo que se devenga de las entradas de cine, mientras que por la exhibición en televisión el Enacom percibe un 25 %, si bien este último porcentaje se ha visto reducido últimamente a la mitad.
Obviamente que en el contexto de la pandemia el tema se hace más urgente, teniendo en cuenta que junto con el cierre de salas se suspendieron los rodajes, las futuras producciones se pusieron en pausa, técnicos y actores quedaron sin trabajo y las cuotas de concursos y premios que debe aportar el INCAA permanecen impagas. Todo ello, producto de la incerteza respecto a la reapertura. El reclamo de CFA tiene en cuenta que el consumo audiovisual cambió drásticamente en el último bienio, con reducción en la venta de entradas y en la difusión de cine por televisión, en paralelo con el aumento sideral de abonos en las plataformas. Para poner el ejemplo más restallante pasó de menos de un millón de suscriptores en abril de 2017 a 4 millones y medio en febrero de este año. Un 500 % de aumento y todavía falta contabilizar el período que va del comienzo de la cuarentena hasta ahora, cuando como consecuencia del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio el número de abonos aumentó aun más.
Para conocer los alcances del reclamo, así como ciertas iniciativas en curso que apuntan en el mismo sentido, Página/12 entrevistó a Adriana Vior, integrante de las ramas de Técnicxs Autoconvocadxs, y Francisco Márquez, miembro del Colectivo de Cineastas, ambos en nombre de Coordinación Audiovisual Federal.
-¿En qué consiste la videocampaña anunciada?
Francisco Márquez: -Esta campaña busca hacer visible la necesidad del sector audiovisual ante el creciente desfinanciamiento del Incaa, fruto de la caída de su recaudación por la crisis sanitaria. Queremos dejar en claro que lo que proponemos, la derivación del 10% del 21% del IVA que ya tributan las OTT, tiene costo cero para el abonado, dinamiza la economía generando puestos de trabajo y produciendo inversiones en todo el país. A la vez tiene un valor cultural importantísimo ya que si, como proponemos, estos nuevos fondos se distribuyen federalmente, permitiría descentralizar la construcción de discursos hoy homogenizados en CABA. Al mismo tiempo dialogamos con diputados y senadores de los distintos bloques para que apoyen el proyecto de ley que presentó el legislador Daniel Lipovetzky, derivando el IVA al fondo de fomento cinematográfico en los términos que planteamos, y que está en la comisión de presupuesto de la cámara de Diputados.
En el comunicado se pide la deducción del 10% sobre el 21% que ya se cobra sobre los abonos en concepto de IVA, como se hace con la entrada del cine. Daniel Lipovetzky presentó en diciembre del año pasado un proyecto de ley ante las cámaras en el que se hacía mención a que el impuesto correspondiente a los servicios de empresas prestadoras que brinden acceso a obras audiovisuales de ficción o documentales, deberá ser asignado, en un 47.62 % del valor recaudado, al Fondo de Fomento Cinematográfico. ¿Qué tienen en común ambas propuestas?
Adriana Vior: -Es la misma cosa expresada de dos maneras distintas. De hecho, apoyamos este proyecto. Para nosotros es más fácil explicar que se trata de un 10% sobre el total del abono, pero que no se trata de un 10% extra. El abonado sigue pagando un 21% de IVA, y lo que dice la ley de Lipovetzky es que de ese 21%, menos de la mitad va al fondo de Fomento. En el texto del Proyecto de Ley se habla del 47,62% del 21% que se cobra en concepto de IVA. Esto equivale al 10,002 % del total del Abono.
-¿Qué posibilidades de éxito le ven al proyecto de Lipovetzky?
F. M.: -Estamos hablando con los bloques mayoritarios y comprenden lo pertinente y necesario del planteo. Creo que la suerte de este proyecto depende de nuestra capacidad como sector audiovisual de plantear públicamente el tema y trasladarlo a la agenda pública.
-El diputado Pablo Carro, del Frente de Todos, presentó otro proyecto, en vistas a dejar sin sanción una ley de la administración anterior, que directamente estipulaba que a partir del 31 de diciembre de 2022 el Fondo de Fomento deje de recibir fondos, lo cual representaría la quiebra lisa y llana de la producción cinematográfica nacional. ¿En qué estado se encuentra este proyecto?
A. V.: -El proyecto cuenta con estado parlamentario, y está a la espera de ser tratado por la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados. También apoyamos este proyecto.
-Coordinación Audiovisual Federal es una entidad de fundación reciente. ¿Qué distingue a este colectivo y cuáles son sus propuestas?
F. M.: -Es un espacio transversal que conformamos hace tres meses. Reúne a asociaciones de directorxs, productorxs, tecnicxs, distribuidores, exhibidores y organizaciones feministas de varias partes del país. Nos proponemos entendernos como un todo, pensando en común la construcción de un cine diverso y federal, democratizando las políticas públicas de acceso al fomento cinematográfico e intercambiando sobre las condiciones de producción y exhibición.
A.V.: -Nos planteamos llegar a acuerdos sobre cómo debe ser el nuevo plan de fomento cinematográfico o audiovisual si, como augura el Presidente del INCAA, Luis Puenzo, el 10% del IVA que ya tributan las 0TT’s se deriva al fondo de fomento. Creemos que de incluir la producción de series debe ser en un formato federal que dé lugar a las historias que allí surjan, dando trabajo de calidad en las provincias y estimulando el desarrollo de artistas regionales que puedan desarrollarse en sus provincias si así lo desean. No queremos hacer servicios de producción para Netflix o HBO; más allá de que obviamente no nos oponemos a estas producciones, estamos convencides que estas no deben hacerse con los recursos del Estado. Esa diversidad también supone un debate profundo sobre qué clases sociales acceden al fomento cinematográfico y como se transforma esa matriz que, obviamente, deviene de la estructura social desigual pero que tenemos que atender si queremos democratizar la producción y el trabajo cinematográfico.