Cerca de dos millones de chilenos inundaron hoy las calles de las principales ciudades el país para pedir el fin del sistema privado de pensiones o AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones), impuesto en 1981 por el dictador Augusto Pinochet. La marcha más multitudinaria tuvo lugar en Santiago, donde según el movimiento “No+AFP”, que convocó la protesta, se concentraron más de 350.000 personas. La marcha, la cuarta desde el año pasado, "fue la más grande de la historia", aseguró Carolina Espinoza, vocera del movimiento "No + AFP". "Esto demuestra que Chile no va a parar hasta recuperar un verdadero sistema de pensiones", agregó.
En Santiago de Chile, los manifestantes se desplazaron a lo largo de la Avenida Bernardo O'Higgins, la principal de la ciudad, y al pasar frente a La Moneda, sede del Gobierno, dejaron un ataúd negro en alusión a “la muerte de las AFP”. Las manifestaciones se replicaron en ciudades como Arica, Valparaíso, Talca, Valdivia, Concepción, Puerto Montt y Punta Arenas, entre otras.
El sistema de AFP fue creado durante la dictadura (1973-1990) con la promesa de que se entregarían pensiones equivalentes al 70 por ciento o más de los sueldos en actividad, algo que nunca se cumplió. El sistema privado de pensiones obliga a los trabajadores a entregar el 10 % de sus salarios a Administradoras de Fondos de Pensiones, que invierten los fondos en los mercados de capitales.
El responsable de este sistema fue el ministro del Trabajo de Pinochet, José Piñera, hermano del ex presidente Sebastián Piñera (2010-2014), quien anunció esta semana que se postulará para un nuevo mandato presidencial. Sin embargo, el régimen militar mantuvo el sistema de reparto estatal para Fuerzas Armadas, los Carabineros (Policía) y otras fuerzas de seguridad, que hoy disfrutan de considerables jubilaciones, mientras los afiliados en las AFP cobran pensiones equivalentes a entre un tercio y un 50% de los ingresos que recibían antes de jubilarse. Según datos de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), las de Chile se encuentran entre las jubilaciones más bajas de la región. A eso hay que sumarle el dato de que es el país de mayor desigualdad de género a la hora de repartir el dinero de las jubilaciones.
Luis Mesina, uno de los líderes del movimiento "No + AFP", llamó a las desafiliaciones masivas de las AFP: “Con esta acciones golpearemos el corazón del sistema y avanzamos en la dirección de nuestro objetivo final, que es acabar con las AFP e instalar un sistema público de pensiones, solidario y para todos los chilenos”. Por su parte, el Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet ofreció crear una AFP estatal que regule mejor el sistema y un aumento de las cotizaciones desde el 10% al 15% de los salarios, a cargo de los empleadores.