El multimillonario Elon Musk sacudió Twitter este sábado con una respuesta a un tuit, que hizo que su nombre se convirtiera en tendencia. El magnate nacido en Sudáfrica había escrito que "otro paquete de estímulo del Gobierno no va en beneficio de la gente" cuando le recordaron el golpe de Estado del año pasado en Bolivia. Contestó con un drástico "¡Le vamos a dar un golpe a quién se nos cante, bancátela!
Sucedió cuando, al quejarse de los subsidios de Donald Trump, un tuitero escribió: "¿Sabes qué es lo que no fue en beneficio del pueblo? El golpe de Estado en Bolivia contra Evo Morales, para que te quedaras con el litio". Musk respondió de la manera en que lo hizo y luego escribió que el litio para su empresa lo consigue en Australia. Algo que es cierto, pero también es cierto que Evo Morales bajó un contrato con una compañía alemana también proveedora de Tesla.
Sin embargo, se generó una catarata de tuiteos en su contra, hasta convertirlo en tendencia. Entre tantas respuestas, hubo una muy particular: la del propio Evo Morales, que debió dejar el gobierno el pasado 10 de noviembre y buscar refugio fuera del país.
"Otra prueba más de que el golpe fue por el litio boliviano; y dos masacres como saldo. ¡Defenderemos siempre nuestros recursos!", remarcó en la red social el presidente derrocado.
Los últimos días de Elon Musk
Reivindicar el golpe de estado en Bolivia no fue lo único llamativo que el magnate hizo en los últimos meses. También mostró su excelente relación con Donald Trump en el tema que más conmueve a los norteamericanos, y al mundo, por estos días. Desde la aparición de los primeros casos siempre menospreció la importancia de la pandemia de coronavirus y realizó una importante campaña para reabrir su planta de fabricación de autos en California, uno de los estados que más restricciones impuso en los Estados Unidos.
En ella llegó a amenazar con despidos a los empleados que temían volver a sus lugares de trabajo, y fanfarroneó con ponerse al frente de la resistencia si el gobierno intentaba impedir la reapertura. "Si van a detener a alguien, ahí estaré yo para que me detengan solo a mí", tuiteó.
En esa batalla tuvo el apoyo público del presidente Trump, que exigió por las redes sociales el levantamiento de las restricciones sanitarias y sugirió que el magnate trasladase su fábrica a Texas, menos dispuesta a tomar medidas contra el coronavirus.
Trump y Musk habían coincidido poco antes en el lanzamiento del cohete Falcon 9, una parte fundamental del plan de conquista espacial privada por parte de la empresa SpaceX, también propiedad de Musk. En esos días Trump no vaciló en comparar al empresario con Thomas Alva Edison y aseguró que Musk es "uno de nuestro genios y tenemos que proteger a nuestros genios".
No solo lo dijo, también hizo que el Estado norteamericano aporte lo suyo a la aventura. SpaceX depende completamente del soporte financiero de la NASA y el presidente privatista dotó de 25.000 millones de dólares a la empresa aeroespacial en el último año.
El amor mutuo llegó hasta los más mínimos símbolos. En los últimos tiempos se puso de moda en Estados Unidos decir "Tenés que tomar la pastilla roja", imagen extraída de la película The Matrix, como una forma de identificarse con el color de la campaña reeleccionista de Trump.
Tuitero compulsivo, Musk lo compartió en sus redes sociales acompañado con una rosa roja. La hija de Trump, Ivanka, fue una de las primeras en sumarse con un sonoro ¡"Tomada!" Pero enseguida recibieron el comentario menos esperado. La co-creadora de la película, Lilly Wachowski, les dedicó un aún más sonoro: "¡Váyanse a la mierda los dos!"