La ciudad de Río de Janeiro anunció este sábado la cancelación del tradicional festejo de fuegos artificiales de Año Nuevo, una de las atracciones turísticas de Brasil más famosas del mundo, a raíz de la pandemia de coronavirus que hasta el momento provocó más de 85.000 fallecimientos en el país vecino.
El ente municipal de turismo, Ríotur, informó en un comunicado que el intendente de la ciudad, Marcelo Crivella, evaluará en los próximos días otro tipo de festejos para la llegada del 2021. “Sin la existencia de una vacuna, la celebración no es viable en este escenario de pandemia”, señaló el comunicado.
Unas 2,9 millones de personas participaron en la arena y la avenida Atlántica del barrio de Copacabana de la última fiesta popular de Año Nuevo, la más famosa de Brasil en su tipo.
Por el momento, no hubo definiciones sobre el llamado “mayor espectáculo sobre la Tierra”, como los cariocas llaman a los desfiles de dos noches de Carnaval en el sambódromo de Marqués de Sapucaí.
Con la decisión sobre la fiesta popular de Año Nuevo, Río de Janeiro sigue los pasos de San Pablo, que había decidido la cancelación de las celebraciones con fuegos y recitales en la avenida Paulista.
San Pablo también anunció este viernes que pospondrá los desfiles y fiestas callejeras del Carnaval, al tiempo que canceló la programación de la famosa Parada LGBTQ+, la mayor del mundo, y de la Marcha Por Jesús, mayor evento evangelista de América Latina.
En tanto, la Federación Internacional de Automovilismo canceló la fecha de Fórmula 1 del Gran Premio de Brasil de noviembre en el autódromo de Interlagos a raíz de la pandemia.
El intendente de San Pablo, Bruno Covas, comunicó que respetará la decisión, aunque la calificó de “apresurada” porque según él en noviembre, cuando debía ocurrir la carrera, la mayor urbe sudamericana podría llegar a niveles actuales europeos de contagios, casos detectados y decesos por coronavirus.