Después de varios días de trabajo intenso, los brigadistas lograron controlar los incendios en la zona de islas del Delta del Paraná. Según el análisis de imágenes satelitales, en seis meses, y sólo en las islas frente al Gran Rosario, se quemaron 55 mil hectáreas. Otro estudio arrojó que en ese período se detectaron más de cuatro mil focos. El humo tornó irrespirable el aire en varias ciudades, particularmente en Rosario, donde un estudio de la UNR registró valores de contaminación cinco veces mayores a los permitidos. Desde comienzos de marzo se acumulan las denuncias penales en la Justicia Federal entrerriana para dar con los responsables, impulsadas por varios municipios de la ribera santafesina y organizaciones ambientalistas, que ayer cortaron por segunda vez el Puente Rosario-Victoria. Pasaron más de tres meses, y miles de hectáreas arrasadas por el fuego, para imputar a siete propietarios de terrenos identificados. El daño ambiental, producto de la quema intencional de pastizales para la producción ganadera, aceleró los pedidos para retomar el tratamiento de la Ley de Humedales. En ese sentido, el diputado socialista Enrique Estévez presentó una iniciativa esta semana en el Congreso. "Estamos ante una catástrofe ambiental y necesitamos una Ley de Humedales ya", dijo el legislador a Página/12.
Desde el municipio rosarino informaron el martes pasado que el operativo para controlar los focos más importantes en las islas entrerrianas concluyó exitosamente. Para tener una idea de la magnitud del trabajo para apagar los incendios, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego desplegó cinco aviones, cuatro hidrantes y uno observador, mientras que la Policía Federal Argentina sumó un helicóptero con helibalde, que permite, además, el traslado de personal. En la última semana, el Ministerio de Defensa, a través de la Armada, movilizó brigadistas y sumó dos buques multipropósito, y el Ejército colaboró con su brigada y un helicóptero.
El humo se disipó y las cenizas quedan como evidencia del daño causado, en gran parte porque la ganadería se corrió hacia los humedales del Paraná. Las organizaciones ambientalistas rosarinas, que el mes pasado realizaron un abrazo simbólico al Paraná para exigir que cesen los incendios, y para que identifiquen y castiguen penalmente a los responsables, también reclamaron por la Ley de Humedales. "Hay muchísimas organizaciones que bregan para que los humedales de la Argentina tengan una ley que los proteja", señalaba Jorge Bártoli, referente de la organización El Paraná No se Toca.
El diputado Estévez recordó que el entonces senador Rubén Giustiniani había presentado un proyecto de Ley de Humedales, que tuvo media sanción por unanimidad, pero después perdió estado parlamentario en la Cámara de Diputados. Tras realizar un pedido de informes para ver en qué estado de situación estaba el Plan Integral Estratégico para la Conservación y el Desarrollo Sostenible de la Región Delta del Paraná (PIECAS), el diputado del Bloque Socialista comenzó a trabajar en base a los proyectos que se habían presentado con la UNR, la UTN, funcionarios y ex funcionarios de aéreas medioambientales, y varias organizaciones ambientalistas.
El proyecto prevé dos escalas de responsabilidad, una nacional de coordinación y asistencia, y una provincial de implementación y ejecución. Asimismo, la Autoridad de Aplicación Nacional deberá asesorar, apoyar y asistir a los gobiernos locales de las distintas jurisdicciones en los programas de conservación y restauración de humedales, y su monitoreo y fiscalización, así como realizar campañas de concientización y crear programas de promoción e incentivo a la investigación. Otro de los pilares de la iniciativa es la creación del Inventario Nacional de Humedales, en el que se identificarán los humedales en todo el territorio con toda la información necesaria para su adecuada protección, control y monitoreo.
"Estamos ante una catástrofe ambiental, y es mucho más grave el tema que el humo que respiramos. No tenemos una real dimensión de lo que implican los humedales para el equilibrio medioambiental, y lo que implica para el país hasta como un recurso estratégico. Pensemos que el 21,5 por ciento de nuestro territorio nacional está compuesto por humedales, y que hay humedales desde Jujuy a Tierra del Fuego", planteó Estévez. "Las actividades productivas, sean agropecuarias, de minería, de esparcimiento, turismo, hasta las urbanizaciones, sin un proceso de un estudio de impacto ambiental serio no se podrían estar haciendo", agregó.
"Además, agregamos la participación de comisiones asesoras para incorporar a las asociaciones civiles y las universidades. También planteamos la participación de los pueblos originarios, que en muchos casos viven en esos lugares, para entender cuál es la función ecosistémica de estos humedales", apuntó Estévez. Sobre el tratamiento del proyecto, el diputado socialista dijo que hoy el tema afecta particularmente a las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos por la cuestión vinculada a los incendios, a pesar de que las cosas estén pasando en los humedales de uno y de otro territorio provincial.
"Es un tema que está en la agenda nacional, lo vamos a conversar con el ministro de Medio Ambiente, Juan Cabandié, y ya estamos en diálogo con diputadas y diputados de los distintos bloques para abordarlo; la magnitud del problema, desde el punto de vista ambiental y estratégico, es gigantesca, son los reservorios más importantes de agua dulce. Por eso espero que haya un compromiso desinteresado y muy serio para darle un corte a esto", apuntó Estévez.
Ayer, las organizaciones ambientalistas, agrupadas en la Mulstisectorial Ley de Humedales, volvieron a reclamar cortando el Puente Rosario-Victoria, lo mismo hicieron ambientalistas del lado entrerriano. Mientras protestaban, podían divisarse nuevamente densas columnas de humo, una imagen que forma parte de una escenografía repetida, y que de la mano de la irresponsabilidad está generando un daño incalculable.