La cadena de responsabilidades por la explotación de casinos ilegales no termina en el jefe policial retirado Alejandro Torrisi, quien cayó detenido la última semana por brindar asistencia en este tema a una parte de la banda de Los Monos. La Agencia de Criminalidad Organizada tiene grabaciones y fotos que prueban que el 1° de Julio, Torrisi fue convocado a la propia Jefatura rosarina para hablar de la habilitación de nuevos casinos clandestinos. "Me dijo el DOS que querías hablar conmigo", dice el mensaje. "Venite a la JARRO", fue la segunda parte del texto, en referencia al edificio policial. Se abre así un entramado de nuevas responsabilidades sobre un tema que históricamente administró la fuerza, que parece haber tenido un repunte en estos meses de pandemia por la imposiblidad de jugar en lugares oficiales. Los pesquisas llegaron a captar comunicaciones donde el propio Torrisi, en connvivencia con el profugo Leandro Peiti, aconsejaban los distintos puntos donde abrir los garitos clandestinos.
--¿La ampliación del negocio de casinos ilegales se dio en el último tiempo de la mano del cierre de casinos oficiales por la pandemia? preguntó este cronista a Luis Schiappa Pietra, fiscal de la Agencia de Criminalidad Organizada.
--Esta es una investigación que estaba asociada a una red de extorsiones que funcionaba a partir de un grupo de personas que era dirigida por otras, que están privadas de su libertad y a quien nosotros identificamos como el centro de estas extorsiones, que es Maximiliano Díaz, alias Cachete. Es que partir del asesinato en el Casino City Center, en enero pasado, y de su teléfono, pudimos descubrir una serie de extorsiones que entre ellas vinculaban a alguna gente que tenían relación con casinos ilegales. Así, investigamos a personas del juego ilegal y dimos con un ex jefe policial, Alejandro Torrisi que es uno de los detenidos, y le imputamos de haber formado parte de esa asociación ilícita y además, participar de un hecho tipificado como apuestas ilegales, ya que cuando lo detuvimos estaba saliendo de un casino ilegal, de donde salió con dinero.
--¿Cuántos casinos tendría Torrisi y por cuántos pasaba a cobrar?
--Por lo poco que vimos, porque no era el centro de investigación, advertimos que era un volumen mucho más importante de lo que pudimos presentar en las audiencias .
--El trascendido es que la banda de los Monos no solo cobraba por darle seguridad a algunos casinos ilegales sino que empezó a abrir casinos propios. ¿Hasta dónde llegó la investigación?
--Lo que advertimos es que muchas de estas actividades ilícitas, sobre todo de Torrisi, tenian bastantes antecedentes, venían funcionando así desde hace tiempo y en función de la intervención de un sector de estas personas vinculadas a Maximiliano Díaz, pudieron coptar una serie de estos negocios, digamos que le disputaron a quienes gerenciaban estos negocios ilegales, a policías y otras personas, esos casinos y pasaron ellos a formar parte en todos esas actividades ilícitas.
--¿Que dimensión tiene este negocio de casinos clandestinos? --le preguntó este cronista al fiscal Matías Edery, de la misma Agencia.
--Investigaciones sobre casinos clandestinos hay en toda la provincia, hay un montón incluso una de las personas que está prófuga, (Leandro Peiti) está acusada por una asociación ilícita en estos términos en Melincué y su propio hermano está condenado por este hecho. Hay investigaciones a lo largo de toda la provincia porque es un negocio muy prolífico y evidentemente que deja mucho dinero. Por el análisis del teléfono de Torrisi vemos que va habilitando este tipo de negocios a solicitud, luego se contacta con un alto cargo policial que es quien le habilita estos casinos en lugares determinados. La mecánica era, de acuerdo a lo descubierto en los teléfonos, que luego de habilitarlo, les dice que llamen para avisarle la apertura del nuevo garito a Leo (Peiti) o de lo contrario si se les negaba el permiso de un nuevo casino, se les explicaba que allí había una persona, a la que señalaba como el único permitido para tener una mesa de juego. Es más, los guiaba diciéndoles que en "tal pueblo no podés porque está tal, abrite algo en este otro lado".
--¿A qué nivel de los jefes policiales en actividad podrá llegar esta responsabilidad de habilitar un casino clandestino?
--Todavía no llegamos a eso específicamente, pero a Torrisi lo seguimos un tiempo, y así pudimos descubrir que de ese mismo lugar donde se lo detuvo salía todos los lunes con un bolso con dinero. Y en uno de esos seguimientos detectamos que el 1° de Julio Torrisi va la Jefatura de Policía, de Ovidio Lagos al 5000, y en su teléfono tiene un contacto agendado como ESTEBAN QUITO, y este contacto le dice en un mensaje: "Me dijo el DOS que quería hablar conmigo". Uno entiende que DOS en la jerga policial podría ser un policía de alto rango, y Torrisi le contesta que "es verdad porque quiero hablar de algunas habilitaciones" . Entonces, su interlocutor le responde "Bueno venite a la JARRO", que en el léxico policial es la Jefatura porque el JARRO es el jefe. Nosotros tenemos fotografiado a Torrisi ese día entrando a la Jefatura.
--El ministro de Seguridad Marcelo Sain dijo ayer que, aunque sonara increíble, una banda narco como Los Monos le había sacado una parte del negocio como son los casinos ilegales a la policía que históricamente administró el juego ilegal. ¿Cómo aprecia esta afirmación fiscal Matías Edery?
--Es así, es un avance que tiene esa banda de tomar la calle, o negocios que tradicionalmente no tuvieron. Y esto es por la diversificación que tuvieron, yo no diría Los Monos, si no en este caso el sector de Cachete Díaz, que tiene trato directo con Guille Cantero, mientras hay otro grupo que se dedica a otra cosa. A lo mejor lo hacen porque el negocio de la droga hoy demanda sangre, mientras este de las extorsiones es distinto. Es decir que les exige menos mano de obra y menos riesgo.