Mediodía gris en Rosario. Paisaje invernal.

Habiendo salido más o menos airoso del examen cardiológico me dispongo a cumplir con un ritual. Luego de la instancia traumática procurarse algún placer mundano.

Transitando las calles céntricas de la Chicago Argentina arribo a la librería cooperativa. Encuentro con un querido y solidario compañero y con una novela de la insuperable Úrsula Kroeber Le Guin: La rueda celeste.

Úrsula K. Le Guin nació en Berkeley el 21 de octubre de 1929 y su vida se apagó en Portland, Oregon, el 22 de enero de 2018.

Creadora de múltiples ficciones que interpelan la condición humana.

Entre otros títulos podemos citar Los desposeídos, La mano izquierda de la oscuridad, El nombre del mundo es bosque, la saga de Terramar, en los que aborda cuestiones como las catástrofes ecológicas, el absurdo de la guerra, el indispensable cultivo de la utopía para construir espacios de convivencia solidaria y de resistencia.

En La rueda celeste, Úrsula K. Le Guin ubica la ficción en un futuro agobiado por la violencia y la catástrofe medioambiental. El protagonista principal, George Orr, descubre su capacidad de modificar la realidad a través de sus sueños. El psiquiatra William Haber manipula la actividad onírica de Orr y éste deberá luchar contra esa siniestra maniobra.

Este libro es una implacable reflexión sobre los usos del poder y el peligro de la autodestrucción.

Absoluta vigencia en tiempos de acechanza de la llamada inteligencia artificial, la virtualización de la realidad y la corrosión de la subjetividad por los dispositivos capitalistas.

 

Carlos A. Solero