Romina Calcagno es la psicóloga a cargo del programa “Entrená tu mente”, que lleva adelante la Fundación El Futbolista, que depende de Futbolistas Argentinos Agremiados. Ella, formada en la UBA, tanto la carrera como la especialización, forma parte también desde hace dos años del departamento de fútbol femenino de Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA).

--¿En qué consiste el programa "Entrená tu mente"?

--Lo que yo hago en el programa es trabajar con las y los futbolistas que quieran mejorar alguna cuestión deportiva, teniendo encuentros como los que tendrían con cualquier psicólogo, pero en virtud de trabajar especialmente en lo que necesitan mejorar deportivamente. Durante los encuentros, trabajamos cuestiones psicológicas que interfieren en el rendimiento deportivo; pueden ser cuestiones personales o también deportivas, como falta de motivación, puesta de objetivos a corto, mediano y largo plazo, o vínculo entre el deportista y técnico, por mencionar algunas.

--¿Qué respuesta están teniendo?

--El programa lo hacemos desde hace por lo menos cuatro años en la Fundación. Desde que empezamos con la propuesta, han ido aumentando el número de futbolistas que se fueron sumando. Cuesta que se enteren, aunque hacemos charlas de difusión, y a veces también pasa que no se animan hasta que dan el primer paso. Hay algunos a quienes he atendido sólo un par de meses, pero otros casos son deportistas con los que venimos trabajando hace dos años. Siempre depende de cada persona.

--¿Cuál es el principal requerimiento?

--Uno de los temas por los que consultan muchas veces es el de la motivación. A veces no se sienten motivados o motivadas porque no son convocados, o porque van a entrenar y finalmente no son titulares. Entonces trabajamos cómo sostener la motivación. También trabajamos bastante el hecho de poner objetivos, para ordenar un poco y priorizar lo que sea que quieran lograr. Hay algunos que se lesionan y, mientras se recuperan, focalizamos en que la recuperación sea lo más llevadera posible y puedan aprovechar ese tiempo. También aparecen los miedos cuando quizás se quedan sin club, o cuando se abre el libro de pases, que hay demasiada expectativa y ponen todo ahí. Otro de los momentos difíciles es el caso de los jugadores que se quedan libres, porque no tienen trabajo y están a la espera de lo que suceda, y entonces es importante el apoyo psicológico. Esos son los grandes temas por los que suelen consultar principalmente.

Los encuentros del programa son individuales. Cada futbolista se reúne con la doctora y trabaja presencialmente o a distancia, aunque ahora en la pandemia se hacen todos los seguimientos a distancia. 

--¿El fútbol se resiste mucho a esta modalidad?

--La realidad es que hay todavía un poco de resistencia a implementar la figura del psicólogo deportivo, aunque sí es cierto que está mucho más incluido ahora que hace un tiempo. Se ve que se está entendiendo más la necesidad de trabajar la cabeza también. Es que vos podes trabajar lo físico, lo técnico y lo táctico, pero si no trabajás la cabeza lo otro quizás no funciona. 

--¿Por qué todavía no se termina de aceptar la figura del psicólogo en el fútbol?

--Creo que tiene que ver un poco con la creencia, durante el proceso de trabajo, de que no es algo necesario. Se recurre al psicólogo cuando ya hay un problema puntual, y lo importante es hacer todo un trabajo planificado con el cuerpo técnico, no intervenir sólo cuando hay una problemática. También hay mucho de prejuicio todavía: si bien creció un montón el conocimiento de la necesidad de tener un psicólogo deportivo en los planteles, sigue presente aún la idea de que si vas al psicólogo es porque estás loco.