Andar de ronda durante la infancia es uno de los abonos más prolíficos para el crimen ficcional. Especialmente porque ese asunto pendiente volverá cuando menos se lo espere a cobrarse factura. Lo saben los del grupo de It, los estudiantes de medicina de Línea Mortal y tantos otros. En The Five (estreno del día de hoy de On DirecTV; irá los lunes a las 21 por la señal 201) la fórmula retorna de manera integral pero con un manto alejado del entretenimiento clase B. Es decir, en esta serie británica no habrá payasos tenebrosos dando vueltas y tampoco la necesidad de andar irritando al “más allá”; por el contrario, se opta por el camino del drama personal con algunos giros impensados. La trama sigue a cuatro amigos de la infancia que se reúnen a dos décadas de la desaparición del hermano menor de uno de ellos. La miniserie, creada por Harlan Coben –un experimentado autor de novelas de misterio–, consta de diez episodios de una hora.
El comienzo del piloto es con el preciso instante que marcará la vida de esos cinco –los cuatro y el más chico– a los que alude el título. El paseo por un bosque de Liverpool, un berrinche infantil y la decisión errada de dejar que el crío vuelva solo. Dos décadas más tarde, ninguno ha olvidado esa gaffe. La sombra de Jesse los atormenta y resquebraja un presente más o menos sólido. Mark se ha vuelto un abogado que en su tiempo libre buscar gente perdida; Danny es un oficial de policía; Slade dirige un refugio para adolescentes sin hogar y Pru es una doctora con un matrimonio insatisfecho. Hay un hombre que se adjudicó el asesinato del menor y está purgando la pena en prisión, pero nunca se encontró su cuerpo. El que reaparece es su ADN en una escena de un crimen, con un pequeño añadido: sería el responsable del homicidio. Motivo más que suficiente para que el grupo de ex amigos lama sus heridas y vuelva a juntarse.
“Esto no tiene ningún tipo de sentido para mí”, dice Mark al enterarse del regreso de Jesse, ahora prófugo de la justicia. La madre no esconde su ilusión y el padre preferiría que todo quede atrás. Hay varias subtramas, y por momentos es difícil definir un verdadero personaje principal. ¿El motivo? Ninguno de ellos no dijo todo lo que sabía, vio, hizo o dejó de hacer en la tarde en que se perdió Jesse. La propuesta es simple pero tiene su atractivo. De hecho, la línea argumental sobre la trata de personas tiene su reverberación con la actualidad y buena dosis de intriga bien llevada. Su autor cuenta con bastante conocimiento del género, por eso las vueltas de tuerca son constantes y aparecen en su momento justo. Distinto es el caso de los traumas individuales de cada uno de los implicados donde la narrativa se ralentiza, y en lo sonoro se recae en varios subrayados. Sus creadores, además, declararon que querían evitar los lugares comunes de la puesta en escena del policial británico. Por eso, en vez de tonos grises y humedad, impacta la paleta de colores y la fuerte luminosidad en interiores y exteriores.
“Estos son cuatro amigos con una tragedia del pasado que vuelve a entrometerse en su vida. Hay una familia normal con dos hijos y un gran agujero que cambia todo a su alrededor. Tiempo después tienen una chance de redimir todo”, manifestó Coben. The Five iba a ser un libro pero Coben empezó a visualizar aspectos más coloridos, texturas y referencias pop, que según él, eran el trampolín para hacer algo para la pantalla. Cabe agregar que Coben nació a miles de kilómetros de Liverpool: es oriundo de Nueva Jersey y señaló que con la miniserie quería apelar a su sensibilidad estadounidense a través del prisma británico. Posiblemente haya sido lo contrario.