Cada vez más mujeres ocupan cargos de conducción en la gestión pública: En el Gabinete Nacional representan el 32 por ciento de los puestos de mayor jerarquía. Lejos, todavía, de la paridad pero el porcentaje contrasta con el promedio que hubo entre 2009 y 2019 que fue del 21 por ciento. En diciembre, el gobierno de Mauricio Macri, tenía apenas un 22 por ciento de funcionarias en altos cargos. Con rango de ministras, sin embargo, la proporción se reduce en la actualidad al 16 por ciento. Es poco, pero aun así es más que el 10 por ciento que había el año pasado, en la gestión anterior. Como ocurre en otros sectores del mercado laboral, en la base de la pirámide del empleo público hay paridad y a medida que se escala hacia lugares de poder, la presencia de mujeres va mermando. Los datos surgen de un informe elaborado por la secretaria de Gestión y Empleo Público de la Nación, Ana Castellani, donde se analizan las desigualdades entre varones y mujeres a la hora de acceder a altos cargos de Gobierno, funciones ejecutivas y de conducción en la administración pública. ¿Cómo se expresa la brecha de género? ¿Cuándo aparece el llamado “techo de cristal”? ¿Cómo evolucionó en los últimos años? Estas son algunas de las preguntas que responde el estudio. Hay una tendencia creciente a incorporar mujeres en los equipos de asesores, y también aquí se advierte una marcada diferencia entre la gestión actual respecto de la última década.
El relevamiento lleva por título “Brecha de género en el acceso a los cargos directivos de la Administración Pública Nacional. Argentina 2009-2020” y acaba de ser publicado. Según datos de marzo de este año, las mujeres representan el 45,5 por ciento de puestos de la Alta Dirección –directorxs nacionales, generales, simples y coordinadorxs—y el 32 por ciento de los cargos en Autoridades Superiores – integrado por cargos políticos del gabinete nacional: ministros/as, secretarios/as y subsecretarios/as de Estado-. Esta última categoría muestra un fuerte crecimiento comparada con el 22 por ciento que se registraba en diciembre 2019, advierte el relevamiento.
En la categoría correspondiente a Funcionarios Fuera de Nivel Escalafonario, principalmente integrada por asesores, marzo 2020 muestra una representación del 34 por ciento de mujeres. También se advierte aquí un fuerte cambio si se compara con el 24,5 por ciento promedio de presencia femenina durante el lapso 2009-2019, en el cual solo 2019 supera el techo del 30 por ciento, revela el estudio.
“Aun cuando no existen normativas explícitas que indiquen o regulen la idoneidad o preferencia de un sexo por sobre otro en el ingreso o ascenso en el mercado laboral, y de las adhesiones a acuerdos y programas a favor de la equidad, tanto en el sector público como en el privado, la brecha de género existe. Varias cuestiones intervienen en este fenómeno y permiten analizar la relación entre el género y el mercado laboral, apunta la funcionaria. Por una parte la desigualdad en el acceso a la educación por género: la precoz incorporación al mercado laboral en trabajos informales, la maternidad no planificada, las responsabilidades del cuidado en el hogar familiar, entre otras causas, guardan relación con el menor nivel de acceso y extensión de las trayectorias escolares y formativas de las mujeres. De ello derivan al menos dos consecuencias: la primera y más evidente es que las mujeres acceden a trabajos de menor calidad y mayor informalidad. La otra es que con la masculinización del mercado laboral, aquellas mujeres que alcanzan mayores niveles de estudio tienen mayor nivel de ocupación que los varones con ese mismo nivel de instrucción”, señala a Página|12 Castellani, que es investigadora del Conicet.
El universo de estudio del informe es el personal civil del sector público nacional, excluyendo empresas públicas o de mayoría accionaria estatal. El período que abarca es 2009 -2020. Los datos provienen de la Base Integral de Empleo Público y Salarios que realiza la dirección de Gestión de Información y Política Salarial de la Secretaría de Gestión y Empleo Público de la Nación, que encabeza Castellani.
El estudio encontró que “el techo de cristal se manifiesta tempranamente a medida que se asciende en la escala jerárquica –cargos de dirección simple-, y obtura el ascenso de las mujeres a posiciones de liderazgo”. Sin embargo, a partir de marzo 2020 en los cargos de Alta Dirección Pública, Autoridades Superiores y Cargos Extraescalafonarios se advierte una marcada reducción en la brecha de género, que enfatiza el registro levemente decreciente que estaba presente en el período 2009- 2019. “Esta reducción es producto de una mayor incorporación de mujeres en cargos jerárquicos por parte del actual gobierno, particularmente en las posiciones de Secretarías y Subsecretarías”, destaca Castellani. Y agrega: “Particularmente, en lo que atañe a Cargos Extraescalafonarios, la brecha disminuye en una proporción mayor que en los cargos escalafonarios; hay una tendencia creciente a incorporar mujeres en los equipos de asesores, y también aquí se advierte una marcada diferencia entre la gestión actual respecto del resto del período evaluado. En cambio, la evolución temporal de las brechas es desfavorable y el techo de cristal es muy marcado en el acceso a los cargos más altos: titularidad de ministerios en el caso de autoridades superiores, y direcciones nacionales en el caso de la alta administración pública”.
En la base de la pirámide hay paridad
El relevamiento muestra que la distribución por género del personal civil que no detenta funciones ejecutivas en el Sistema Nacional de Empleo Público es equitativo: 49,6 por ciento de varones, 50,4 por ciento mujeres.
Sin embargo, esa paridad desaparece a medida que se accede a cargos de mayor jerarquía como los de Alta Dirección Pública y Autoridades Superiores, donde comienza a evidenciarse la mayor proporción de varones, alerta el estudio.
En marzo, en los cargos superiores, las mujeres ocupaban 3 de cada diez puestos.
De acuerdo con el informe, en la categoría Alta Dirección Pública la menor representación femenina “se mantuvo con escasas variaciones desde 2009”. La presencia promedio durante el período 2009 - 2019 fue del 41 por ciento; el año con menor participación de mujeres en cargos ejecutivos es 2011 con 39 por ciento y 2019 el de mayor presencia con 44 por ciento. “La primera medición correspondiente a la actual gestión –marzo 2020- muestra una presencia del 45 por ciento de mujeres en esta categoría de Alta Dirección, que anualizada podría marcar un sostenido cambio de tendencia”, señala Castellani.
En relación a las Autoridades Superiores (ministros/as, secretarios/as y subsecretarios/as de Estado), el promedio de mujeres durante el período 2009-2019 apenas supera el 21 por ciento, bastante menos que el 31 por ciento que se registra en marzo 2020, en el gabinete nacional.
Para analizar dónde empieza a actuar el techo de cristal que impide el ascenso a cargos de mayor responsabilidad a las mujeres, el estudio analiza cuatro categorías escalafonarias que corresponden a empleados del sector público con funciones ejecutivas y, por tanto, de mayor responsabilidad: directores nacionales, directores de 1ª apertura, directores de 2ª apertura y coordinadores.
“Aquí comienza a observarse el sesgo hacia una mayor presencia de varones en las posiciones, que se ampliará a medida se ascienda en la pirámide jerárquica”, advierte Castellani. La proporción promedio de mujeres es del 42 por ciento, pero presenta diferencias al interior de cada categoría. Los cargos de Director Nacional y Director de 1ª Apertura sólo están integrados en un 36,5 y 37,5 por ciento, promedio por mujeres, respectivamente --de acuerdo a las mediciones de 2009, 2015, 2019 y 2020--. En los cargos inmediatamente inferiores a estos, como son el de Dirección de 2ª Apertura y Coordinación, las mujeres representan el 43 y 45,5 por ciento, respectivamente. “El salto entre estos dos grupos de categorías dentro del segmento de funciones ejecutivas del escalafón, permite identificar uno de los lugares donde opera el techo de cristal, el freno invisible al ascenso de las mujeres a cargos superiores”, indica Castellani.
En relación a la distribución de las Autoridades Superiores -Ministros, Secretarios, Subsecretarios y otros- el análisis correspondiente a marzo 2020 muestra un fuerte incremento de representación femenina, comparada con la evolución 2009-2019, donde su presencia decrece fuertemente en los cargos ministeriales.
“Con respecto a las posiciones correspondientes a las Secretarías, la representación de mujeres es igual o algo superior que la que se registra en la categoría de Ministerios durante el mismo período. Aquí también se advierte una importante modificación a partir de 2020, donde la presencia de mujeres a cargo de Secretarías, Subsecretarías y otros cargos superiores es mayor que la registrada en la misma posición en años anteriores y duplica en promedio la presencia femenina respecto de los cargos ministeriales del mismo período”, dice la funcionaria e investigadora.