“Con una mirada atenta, la mayoría de los accidentes se puede prevenir”, señaló a Página/12 Mariela Ghiggi, jefa del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas donde, desde el comienzo del aislamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus, se duplicaron las consultas por accidentes domésticos con niños. Los traumatismos de cráneo, las quemaduras y las intoxicaciones por monóxido de carbono son los diagnósticos más frecuentes.

Para quienes trabajan en las áreas de pediatría, entre marzo y agosto suele darse la llamada “temporada alta” de consultas por el aumento de los virus respiratorios, que se contagian principalmente en las escuelas, pero este año “es totalmente diferente” el panorama dentro de los hospitales. “No tenemos ni un caso de bronquiolitis y la terapia intensiva infantil está vacía, lo que es muy bueno porque podemos destinar el espacio y los profesionales a la atención de pacientes adultos con coronavirus”, relató Ghiggi, y aclaró que “sin embargo tuvimos un marcado aumento en la cantidad de accidentes que ocurren en casa”.

En el Hospital de Clínicas, las consultas más frecuentes durante el aislamiento fueron por quemaduras, heridas cortantes, golpes a causa de las caídas y por intoxicaciones, ya sea por una pérdida de gas o por la ingesta de productos tóxicos, como por ejemplo líquidos utilizados para la limpieza. “Entre el teletrabajo, la demanda de las tareas de la escuela y las propias tareas del hogar, los adultos atraviesan una situación de agotamiento que hace que se torne difícil tener la mirada atenta todo el tiempo”, advirtió Ghiggi, y aclaró que “por eso es importante prevenir, aumentando las medidas de seguridad para que la casa resulte un espacio seguro”. Según la especialista, una opción es limitar los espacios donde puedan estar los chicos mientras sus padres trabajan, “y dentro de ese espacio limitado tener una mirada anticipatoria: tapar enchufes y cubrir las puntas de la mesa, cerrar con traba las ventanas, o trabar las cajoneras”.

“Se suele pensar en un accidente como un hecho relacionado a la mala suerte o al destino, pero hay que cambiar el foco porque los accidentes, si bien ocurren de forma súbita, sorpresiva, también son prevenibles”, señaló la especialista en pediatría, autora del Manual de primeros auxilios infantiles.

En el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez también notaron un aumento en las consultas por accidentes domésticos aunque, según el emergentólogo Jorge Fiorentino, jefe del Departamento de Urgencias del hospital, “desde que comenzó el confinamiento bajaron en un 80 por ciento las consultas de pacientes con algún tipo de lesión traumática”, y aclaró que “como los chicos están siempre en casa, los accidentes que están ocurriendo son en su mayoría accidentes domésticos”. En este sentido, Fiorentino también hizo hincapié en la prevención: “Hay que mirar la casa con ojos de niños para pensar qué puede resultar peligroso para ellos”.

Informe: Lorena Bermejo