El presidente de Chile, Sebastián Piñera, concretó el quinto cambio de gabinete de su segundo mandato luego de sufrir una dura derrota en el Parlamento que desnudó importantes diferencias en la coalición de gobierno. Entre las modificaciones más importantes, Piñera nombró al senador de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y exalcalde de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), Víctor Pérez, como ministro del Interior en reemplazo de quien había surgido como una figura renovadora de la política local, Gonzalo Blumel. También dispuso el nombramiento del exsenador Andrés Allamand como nuevo canciller. Tanto Pérez como Allamand expresaron su firme oposición a la reforma de la Constitución que será sometida a referéndum en octubre.
"Son muchos y exigentes los problemas que tendremos que enfrentar, los desafíos que tendremos que cumplir y las oportunidades que deberemos impulsar", aseguró Piñera durante el nombramiento de los nuevos funcionarios. "Convoco a este nuevo gabinete y a todo Chile Vamos a emprender una nueva etapa, con un nuevo espíritu constructivo con convicción y unidad", dijo el mandatario conservador.
Las profundas modificaciones en el gabinete buscan aliviar las tensiones en la coalición gubernamental Chile Vamos, integrada por cuatro partidos de derecha, que se mostró muy dividida durante la discusión parlamentaria de la ley que habilita el retiro anticipado de hasta el 10 por ciento de los fondos de pensiones. El quiebre del oficialismo fue fundamental para que se apruebe la reforma constitucional, que rechazaba el gobierno y que finalmente fue aprobada por el Parlamento el jueves pasado y promulgada por Piñera un día después.
Interior, el principal cambio
Con 43 años, Gonzalo Blumel era una promesa de recambio para el gobierno. Llegó como bombero en los días más duros de 2019 y se fue nueve meses después, en medio de críticas de la propia coalición de gobierno, que cuestionaban su supuesta inactividad y falta de liderazgo. Su lugar será ahora ocupado por el senador Víctor Pérez, que fue alcalde de la comuna de Los Ángeles durante el pinochetismo y secretario general de la oficialista Unión Demócrata Independiente (UDI).
Al interior de la UDI, Pérez es reconocido como uno de los "históricos". Fue diputado y senador durante 30 años desde 1990, y desde el Congreso forjó fama de duro opositor a la Concertación, fundamentalmente a los gobiernos de Ricardo Lagos y Michelle Bachelet. En los últimos meses, Pérez se había convertido en un firme defensor del exministro del Interior Andrés Chadwick, que enfrentó una acusación constitucional en el Congreso por permitir "sistemáticas violaciones a los derechos humanos" durante las protestas que estallaron en Chile en octubre del año pasado, recordó el diario La Tercera .
Completando la renovación del gabinete, en la cartera de Defensa fue nombrado el presidente de Renovación Nacional, Mario Desbordes. La hasta ahora vocera del gobierno Karla Rubilar pasó a ser ministra de Desarrollo Social en lugar de Cristian Monckeberg, que a su vez asume la Secretaría General de Presidencia y se encargará de gestionar las relaciones con el Parlamento. Por último, el nuevo vocero será el exdiputado Jaime Bellollio.
Gabinete del rechazo
Los cambios presentados por Piñera recibieron duras críticas de la oposición, que lo acusan de recurrir a la derecha más radical de su coalición y a figuras que no tienen empacho en defender su voto en contra de un cambio de Constitución en el histórico plebiscito del próximo 25 de octubre. "El presidente opta por un gabinete del rechazo, fortaleciendo a los sectores más duros del oficialismo. Quizás le permita acercar más las bancadas, pero lo va a alejar más aún de la ciudadanía", dijo el presidente del Partido Socialista (PS), Álvaro Elizalde.
En tanto, el diputado de la Democracia Cristiana (DC) y presidente de la Comisión de Constitución, Matías Walker, coincidió en que "claramente el presidente con este cambio está poniendo en los cargos políticos más relevantes a ministros que se han jugado por la opción del rechazo a una nueva Constitución y que votaron recientemente por el retiro de fondos previsionales".
El referéndum constitucional tendrá lugar el 25 de octubre luego de postergarse debido a la pandemia de coronavirus, ya que inicialmente estaba previsto para el 26 de abril. Los chilenos deberán responder "apruebo" o "rechazo" a una reforma a la Constitución heredada de la dictadura de Pinochet, en el marco de una iniciativa que se planteó como uno de los caminos para destrabar la crisis social que estalló en Chile en octubre de 2019.