Como título para esta charla que daremos el próximo viernes 07/08 a las 18:30 por Zoom, elegimos “La clínica en tanto lo real imposible a soportar”, que es una definición que da Lacan en “La apertura de la sección clínica” en 1977. Nos pareció que podía ser una buena ocasión para referirnos a lo que podríamos llamar “pacientes graves” que ponen en juego toda nuestra capacidad e inventiva para revertir un destino funesto… y que justamente por eso nos interrogan a nosotros, los analistas.

La clínica psicoanalítica debe consistir no sólo en interrogar al análisis, sino en interrogar a los analistas, dice Lacan, de modo que estos hagan saber lo que su práctica tiene de azarosa, y que justifique a Freud el haber existido.

Entonces, trataremos de dar cuenta de ese real imposible de soportar…, de eso que nuestra práctica tiene de riesgoso, de ingrato, de fallido, de imposible…

En estos tiempos, en que estamos tan faltos de abrazos, en Buenos Aires mucho más que en otros lugares menos aislados, sabemos que si hay algo que nos contiene es la palabra, que también abraza. Y más que nunca nos damos cuenta de la enormidad de ese invento freudiano que fue el psicoanálisis.

Hubo una discusión en el inicio de esta pandemia acerca de la eficacia o no de las sesiones a distancia y rápidamente nos fuimos convenciendo de su validez y de la importancia de sostener la transferencia. No es lo mismo, obviamente, que los cuerpos estén presentes a que no lo estén… pero la palabra hace cuerpo y hace bien.

Para eso debe estar disponible la posibilidad de transferencia y la confianza en el significante. Contar con esto hace que la mitad del camino ya esté allanado, pero no siempre es así. Sabemos que hay situaciones que son diametralmente opuestas y que preocuparon tanto a Freud como a Lacan: uno de los nombres que recibió esta preocupación fue la de Reacción Terapéutica Negativa.

El psicoanálisis preserva el lazo social, el psicoanálisis es un lazo social. Uno de los grandes padecimientos de nuestra época reside en la ruptura del lazo. Estamos conectados, más que nunca, pero ¿estamos en el lazo? No disponer de lo necesario para hacer lazo impone un enorme sufrimiento al ser humano, una gran soledad.

Ese sufrimiento que conforma el síntoma es una manera de nombrar lo real. El hecho de que lo real sea lo imposible de simbolizar, lo que está fuera de sentido, impone una preocupación desde el comienzo tanto en la enseñanza de Lacan como en un análisis.

En la clínica no sólo se trata de lo imposible de soportar, sino también de lo imposible de decir. ¿Cómo abordar este real que determina lo más singular de cada uno? ¿Constituye lo real un límite en nuestra práctica?

La clínica nos enseña que no hay una respuesta unívoca. El fracaso de esta operación le impone al sujeto un recorrido diferente para poder soportar su ser de objeto.

En los casos en que el significante, el Otro y el objeto no están articulados a la función fálica, el sujeto tampoco lo está, entonces ¿cómo se construye la realidad y la relación con el semejante? ¿Qué ocurre cuando el sujeto no encuentra el apoyo del tercero que habitualmente lo espera? Una viñeta clínica nos permitirá poner en consideración lo planteado.

Miembros de la Escuela Freudiana de Buenos Aires. Inscripción: [email protected] . Plataforma UNR, Google Meet. Directora Centro Estudios Dra. Rosanna Candelero.