El presidente Alberto Fernández anunció la extensión de la cuarentena por otras dos semanas sin cambios respecto a la actual fase y esquema de aperturas, pero con una exhortación a la responsabilidad social y a evitar los encuentros sociales, que de acuerdo a los infectólogos se convirtió en el principal foco de difusión del virus. "No los estoy convocando a corregir una estadística, los convoco a cuidar la vida, que lo hagamos por decisión propia", explicó el Presidente en el anuncio desde Olivos junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof y el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. Hizo un pedido especial dirigido a los jóvenes, el sector donde más se empieza a notar el relajamiento. Respecto a la asistencia económica, adelantó que se mantendrán tanto el IFE como el ATP. "Que nadie piense que el Estado los va a abandonar y se va a olvidar de ustedes en este momento", afirmó.
"Hasta el 16 de agosto vamos a mantener las cosas como están hoy. Pero les digo: en los últimos días se nota que el virus está circulando más y se detecta una mayor cantidad de contagios y todo esto ocurre y consecuentemente genera internaciones y lamentablemente fallecimientos", advirtió el Presidente. Luego de los números récord del jueves, este viernes se registró una leve baja con 5.929 contagios y 102 muertos. Nuevamente, Fernández detalló los buenos resultados que había tenido la cuarentena que había permitido achatar la curva y darle tiempo de preparación al sistema de salud, pero que eso no debía llevar a pensar que la pandemia se había superado. "Cuando sentimos que el problema se acota, nos relajamos y nos exponemos al peor riesgo", explicó.
El empate
Ante la postura más restrictiva que venían proponiendo Kicillof junto con los responsables del área de Salud bonaerense y la más aperturista que planteaban Rodríguez Larreta y los suyos, se consensuó un empate: en estas dos semanas no se irá para atrás pero tampoco se avanzará a la habilitación de nuevas actividades como estaba estipulado en el cronograma porteño. Seguirá todo como en los últimos días, pero con las preocupaciones centradas en evitar los encuentros sociales: asados, cumpleaños, ronda de amigos.
En la habitual reunión que hace con los infectólogos en Olivos antes de decidir cada prórroga, los médicos le comentaron a Alberto Fernández que lo que veían en las guardias era que los contagios cada vez se producían más en estos encuentros y menos en las fábricas y comercios donde notan que se respetan bastante los protocolos sanitarios. Ante ese informe, no había motivos para resolver restricciones en la actividad comercial y sí para buscar la manera de evitar que se propaguen las reuniones.
En ese sentido, el Presidente adelantó que el decreto de prórroga de la cuarentena incluirá una prohibición explícita de los encuentros sociales. Pero, más allá de lo punitivo, hizo una exhortación a restringir todo lo posible la circulación y le dirigió a los jóvenes un mensaje "desde el corazón". Está difundido que las personas jóvenes tienen mucha mejor resistencia a la Covid-19 por lo que tienden a relajarse ante la pandemia. "Pero los jóvenes contagian y cuando contagian a un adulto, esa enfermedad que parece ser más piadosa con el joven, es impiadosa con los adultos mayores. Entonces chicos, chicas, chiques, les pido por favor hagamos ese esfuerzo", les dijo, luego de comentar que, como ellos, extrañaba los recitales, el fútbol y juntarse a tocar la guitarra con los amigos. "¿saben qué pasa? No podemos hacerlo", siguió.
En vivo y en directo
Como la última vez, la transmisión fue en vivo, un formato en el que el Presidente se siente más cómodo. En esta ocasión no hubo otros gobernadores conectados de manera virtual pese a que la mayor transmisión del virus en el interior fue uno de los puntos que se abordaron. Fernández lo adjudicó a la "irradiación" que produce el AMBA en el resto del país debido a la actividad económica históricamente centralizada en Buenos Aires. A través de las "filminas", mostró cómo habían evolucionado los casos en las tres principales provincias -Santa Fe, Córdoba y Mendoza- luego de mantener una cuarentena estricta de aislamiento obligatorio (ASPO) y pasar a una flexibilizada de distanciamiento (DISPO), con un notorio salto.
Hubo dos gráficos que seguramente dejaron conforme a Kicillof, referidos a la tasa de contagios y fallecidos de acuerdo a la cantidad de habitantes, en el que CABA aparece muy por encima del resto del país. Como porteño, Fernández se dirigió a los vecinos advirtiendo que se registraban alrededor de cinco contagios por cada manzana de la Ciudad. "Tengan en cuenta este dato para que se den cuenta de cómo está circulando el virus", deslizó. Son números que suelen distribuir desde la gestión bonaerense para explicar que pese a que los contagios en la Provincia no dejan de crecer, en proporción a la población la situación es mucho más holgada que la de la Ciudad. Lo mismo en lo referido al sistema sanitario. El Presidente habló de una ocupación de camas del 68 por ciento en CABA y del 62 por ciento en la Provincia.
Sobre este punto, Kicillof contó que en diciembre tenían 883 camas de terapia intensiva y actualmente habían alcanzado las 1.979 camas, con 1.130 internados. "Ya estaríamos desbordados y lo evitamos por el esfuerzo que hicimos", sostuvo. Y acerca de las diferencias de criterios entre una y otra región, que siempre se buscan amplificar, fue terminante: "El AMBA es una sola región sanitaria, por eso no hay forma de que nos dividan o nos hagan pelear, el virus cruza la General Paz cuando quiere. Donde hay mayor densidad poblacional la enfermedad crece".
Como ya es costumbre, Rodríguez Larreta dará este sábado una conferencia de prensa para detallar cómo continuará el cronograma de aperturas en la Ciudad, que tenía previsto abrir más comercios y actividades a partir del lunes. "Acordamos seguir siendo muy estrictos en los controles de movilidad", adelantó, pero añadió que en esta etapa "no hay posibilidad que el control del Estado reemplace la decisión de la responsabilidad individual".