La fiscala penal de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke, requirió ante el Juzgado de Garantías 7, la elevación a juicio de la causa que tiene como imputados al sargento ayudante Rómulo Segovia, el sargento Pablo Exequiel Toledo y a los cabos Ignacio Esteban Zurita y Alfonso Néstor Sánchez. Estos efectivos de la División Seguridad Urbana están acusados de vejaciones calificadas en concurso ideal con lesiones graves porque se les atribuye haberle disparado y dejado sin un ojo al joven Luciano Cruz, de 19 años.
Simesen de Bielke requirió el juicio luego de establecer que a las 13.20 del 24 de febrero pasado, en el barrio Norte Grande, estos cuatro policías, que iban en el móvil policial 1829, atacaron a Cruz y le causaron "el estallido traumático del ojo derecho, con debilitamiento permanente del sentido de la vista por pérdida del globo ocular". La lesión fue provocada por un impacto de proyectil de posta de goma. Luego, al ser trasladado al Hospital Papa Francisco, el joven se encontró nuevamente con sus agresores, y Toledo y Sánchez lo agredieron nuevamente. Cruz contó que uno de ellos le dijo al oído “cagate, hijo de puta, si perdiste el ojo”.
Después de esta violencia policial la madre de Cruz, Carina, señaló que la familia se siente intimidada por la Policía ya que pasan en móviles frente a la casa y cuando comenzó la cuarentena intentaron llevarse detenido a su hijo cuando se encontraba en la vereda.
Este miércoles último, efectivos policiales pasaron por la cuadra y le dispararon a un amigo de Cruz, cuando se dirigió a comprar a un kiosco luego de haber estado conversando con él. La nueva víctima es soldado voluntario, se llama Néstor Ávalos, tiene 25 años y es padre de dos hijos.
Según contó Cruz, los uniformados le dispararon desde adentro del móvil policial sin mediar palabras, cuando estaba fuera del negocio. La denuncia por este hecho fue realizada por la esposa del muchacho, Magaly Vera, quien espera que los policías sean identificados y sometidos a la Justicia.
La abogada de Cruz, Andrea Medina, dijo que la elevación a juicio se realizó acorde a los tiempos previstos, ahora falta que la jueza Edith Rodríguez resuelva el requerimiento.
"En repetidas oportunidades la madre de Cruz comentó que la Policía estaba a la expectativa en esa zona del barrio, como buscando represalias, no me sorprende que haya ocurrido un hecho similar en el que la víctima es otro chico que no tenía nada que ver", sostuvo la letrada respecto a lo sucedido con Ávalos esta semana.
La abogada añadió que según lo que le manifestó la madre de Cruz, "pasa muy seguido por ahí la Policía, por la zona de la casa familiar, se sienten intimidados y con temor a salir". La letrada dijo que tomarán medidas para pedir el resguardo de la familia si estos hechos se siguen repitiendo.
"La querella pedirá un resarcimiento económico por lo que esta sufriendo Luciano, además de lo incomensurable de la pérdida de un ojo y que tenga la vista dañada del otro ojo, se le ha producido un daño moral a él y a toda la familia", sostuvo la abogada.
Cruz sigue sin asistencia por parte de Estado, sin poder trabajar, con una hija de 2 años a cargo y con temor de salir de su casa a raíz de los hechos de violencia policial que siguen ocurriendo.
La fiscala Simesen de Bielke destacó que la acusación está corroborada con la denuncia del damnificado, las declaraciones testimoniales de los testigos presenciales, los certificados médicos y la copia de la filmación del móvil policial, entre otros elementos de convicción reunidos, que dieron cuenta de la participación de los imputados en los hechos que se les atribuyen.