El presidente de Chile Sebastián Piñera (foto) anunció ante el Congreso un plan de reactivación económica que incluye un bono de 650 dólares. El mismo está destinado a los trabajadores que sufrieron recortes del 30 por ciento en sus sueldos tras la crisis por el coronavirus. En su comparecencia anual ante los legisladores chilenos el mandatario advirtió que el mundo esta siendo amenazado por el populismo. Mientras tanto en las calles de Santiago y Valparaíso hubo nuevos cacerolazos y protestas.
En un tono más conciliador, después de dos semanas en que su gobierno sufrió duras derrotas políticas, Piñera reconoció la tardanza en la entrega de la ayuda oficial para los afectados de la pandemia. "Algunos dicen que la ayuda del gobierno a las familias afectadas no ha sido suficiente o no ha llegado a tiempo. Y en cierta medida tienen razón", afirmó el mandatario en su discurso anual ante el Congreso. El martes había realizado un extenso cambio de gabinete, incluyendo a miembros de la derecha más dura. "El mundo entero está siendo amenazado por el populismo, que plantea siempre el camino fácil, de los derechos sin deberes, de los logros sin esfuerzo", afirmó Piñera.
La semana pasada el presidente chileno había sufrido un duro revés en el Congreso cuando se aprobó una ley de emergencia con votos del propio oficialismo que permite el retiro anticipado del 10 por ciento de la jubilación privada o hasta mil dólares por persona, medida a la que Piñera se había opuesto.
En un año se perdieron en Chile cerca de 1,7 millones de empleos, y la tasa de desempleo subió al 12,2 por ciento en el trimestre abril-junio, un alza de 4,9 puntos porcentuales respecto a igual período del año pasado. La cifra oficial de desocupados no considera a las 801.800 personas que se acogieron a la llamada la Ley de Protección al Empleo, creada en marzo para enfrentar los efectos de la pandemia. Sin esa ley, el desempleo alcanzaría al 22,8 por ciento.