Hubo quienes lo insultaron por lo bajo. Otros que hicieron lo posible por restarle trascendencia. Lo cierto es que en Juntos por el Cambio no cayó nada bien el viaje de Mauricio Macri
a París en plena pandemia. Las imágenes del ex presidente cenando en un restorán lujoso del barrio latino mientras en el país la mayoría de la población debe seguir en aislamiento trajo las previsibles críticas hacia la figura del ex mandatario. "Fue poco oportuno. Es lo que comentan todos", señaló a este diario una de las figuras principales del ala moderada. "Así es Mauricio. Una celebrity más que un político tradicional", consideraron otros. Nadie imagina que este viaje implique que Macri se esté retirando, aunque en el larretismo hubo quien analizó que el contraste del jefe de Gobierno trabajando en la crisis contra un Macri vacacionando en plena pandemia terminará por beneficiarlos.
Nada en política es gratis. Menos irse en un viaje de lujo siendo expresidente cuando la población está amenazada por decenas de muertes y una situación económica que ya venía frágil de 2019 y ahora está aún peor. No obstante, Macri lo hizo: tras su viaje a Paraguay --que nunca se terminó de explicar--, se subió a otro avión y, con la excusa de actividades de la FIFA , se fue a vacacionar a París. Piensa volver a principios de septiembre, es decir, en un mes.
Pero eso no fue todo: lo que fue trascendiendo sobre su viaje con su esposa Juliana Awada y su hija Antonia muestra los lujos propios del millonario que es (que siempre fue). Allí se vio entonces su llegada al hotel de lujo La Réserve , su cena al aire libre en la rive gauche en el café De Flore, su estadía en un departamento en el Boulevard Saint-Germain y sus planes de jugar al golf a pocos kilómetros de Saint-Tropez. Y, para completar, al bajar del avión se quejó de la cuarentena en la Argentina: dijo que estaba “recién llegado a una sociedad donde se vive en libertad y con responsabilidad”.
Todo esto, como era previsible, le valió una lluvia de críticas hacia un expresidente que decide viajar (y así) en el contexto de la pandemia. Dentro de Juntos por el Cambio, la decisión cayó muy mal, pero nadie levantó la voz. En privado, sí, hubo muchos comentarios negativos. "La verdad que fue poco oportuno. Lo que más dijeron muchos es que no tiene sentido en este momento. Fue innecesario", comentó a este diario una de las principales figuras del ala "dialoguista".
Otros en la sede de Parque Patricios fueron más duros: "Eso algo de nene rico y caprichoso. Se fue a Europa y dijo que allá está todo ordenado y en libertad". No dejaron de notar el contraste de un Horacio Rodríguez Larreta al frente de la crisis con un Macri en retirada y de vacaciones, sin importarle las críticas. "No sé bien, pero intuyo que a nosotros nos viene bien esto", comentaron.
Hay quienes piensan que será inocuo: "La verdad es que no creo que influencie en si será o no líder del espacio. Macri se comporta más como una celebrity que como un político tradicional. Nadie espera que esté hablando en la ONU. Hay algo aspiracional en los que lo siguen y lo ven hacer estas cosas", indicaban en el PRO bonaerense. "Todos sabemos cómo es Mauricio. Obvio que esto no nos suma, pero tampoco creo que nos cambie demasiado. La mayoría de los que se enojan ya no lo querían", decía.
"Algunos se sorprendieron, a otros nos pareció intrascendente", indicaba un diputado del PRO con muchos años de política encima. "El tipo va a comer afuera en París porque ahí se puede. Entiendo que tenga repercusiones, pero la verdad es que acá no tiene ninguna responsabilidad institucional, ni tampoco forma parte activa de la toma de decisiones del espacio", afirmaba. "Y por más que este viaje sea inoportuno, no creo que eso lo vaya a bajar de una candidatura a futuro", analizaba. Y repetía una frase que este diario le escuchó decir muchas veces a distintos dirigentes del espacio: "Así es Mauricio...".
Los aliados radicales y de la Coalición Cívica tampoco vieron con mucho agrado el viaje de Macri, pero le restaron trascendencia. A lo sumo, lo leyeron como una señal de que el ex presidente se aleja de las decisiones partidarias, algo que algunos de ellos desean fervientemente. "Tiene derecho a irse. Nosotros no lo hubiéramos hecho, porque creemos que es un momento para estar en el país, pero bueno... es su decisión", fue la respuesta de una fuente cercana a Elisa Carrió.
La mayoría parece esperar que las noticias sobre su viaje se esfumen velozmente. Y que la población se olvide de que alguna vez sucedió.