El detenido Daniel "Rengo" Aguilera, alojado en el Complejo Federal Penitenciario de Mendoza, dirigía desde su celda una operación de transporte de 5 kilos y medio de cocaína que le fueron enviados en encomienda desde Tartagal por un cómplice que habría huido a Bolivia.
La droga fue detectada por un perro amaestrado en el control de Cabeza de Buey, sobre la ruta nacional 34, a unos 50 kilómetros de la ciudad de Salta. Coordinados por el Área de Investigación de Casos Complejos, a cargo del fiscal Ricardo Toranzos, los investigadores reemplazaron la droga por harina y luego vigilaron la carga. Así se llegó a la ex mujer del jefe y a otra mujer, ambas detenidas.
Aguilera fue jefe de la barrabrava del club Godoy Cruz Antonio Tomba, de Mendoza. El pasado 29 de julio precisamente, mientras se llevaba adelante esta operación de transporte de cocaína, fue condenado a 12 años de prisión por el Tribunal Oral en lo Federal 2 de Mendoza como responsable de liderar una banda dedicada a la venta de drogas dentro y fuera de la cárcel. En el mismo juicio recibieron penas de 8 años otros dos hombres, los que vendían la droga, y dos guardiacárceles recibieron penas de 2 años.
La droga despachada desde Tartagal fue detectada por Tango, un perro antinarcótico que acompañaba a personal de la Sección Seguridad Vial, del Escuadro Núcleo 45 de Gendarmería Nacional, en el puesto de control en Cabeza de Buey.
En un control de rutina en un transporte de carga el perro marcó un paquete y así puso en marcha una investigación que derivó en la detención del principal acusado, que ya estaba detenido en calidad de imputado pero también cumpliendo otras condenas, y otras dos cómplices, una de ellas su ex mujer.
El Ministerio Público Fiscal federal informó que el fiscal Toranzos recurrió a "una herramienta procesal que ya le dio éxito el 19 de julio del año pasado, cuando lograron detener a cuatro integrantes de una organización similar que traficaban droga a través de encomiendas, pero con destino a Córdoba".
Detrás de la encomienda
Con autorización del juez federal de Garantías 2 de Salta, Miguel Medina, se organizó una “entrega vigilada”, la segunda realizada bajo el sistema acusatorio, vigente en Salta y Jujuy, desde el 10 de junio del año pasado. Así, se reemplazó la droga por 5.4 kilos de harina y se permitió que la encomienda siguiera su viaje con destino a Mendoza, con un sistema de vigilancia del que participaron las unidades de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales, Criminalística y Estudios Forenses y la Sección de Investigaciones Antidrogas, todas dependientes de la Agrupación VII de Gendarmería.
Una vez en Mendoza, ya con intervención del juez federal de Garantías 1 de Salta, Julio Bavio, la Fiscalía llevó adelante otros procedimientos, entre ellos, la detención de una mujer que el sábado al mediodía fue a retirar la encomienda.
La llegada de la mujer había sido filmada por cámaras de los alrededores de la empresa, en la calle Juan Bautista Alberdi al 400 de la ciudad de Mendoza, y así los investigadores supieron que andaba en un vehículo en el que había otras personas, que ahora son buscadas.
Una vez detenida, la mujer dijo que había retirado la droga a pedido de su ex marido, Daniel Aguilera. Ayer a primera hora los investigadores llegaron a una segunda integrante de la organización, quien fue detenida en un domicilio del departamento Godoy Cruz. Los investigadores determinaron que esta mujer cumplía la función de recibir la droga y ocultarla hasta que se concrete su comercialización, que en este caso estaba pactada con un comprador de Brasil.
Por otro lado, se allanó otro domicilio en la misma zona, desde donde secuestraron teléfonos celulares y otros elementos de pruebas, lo que permitió establecer la participación en el hecho de otras 5 personas que están prófugas por ahora.
La oficina en la celda
La serie de operativos concluyó en tarea en el Complejo Penitenciario Federal de Mendoza, donde se requisó la celda 33, ocupada por Aguilera.
El personal del Servicio Penitenciario Federal encontró en su celda un teléfono celular y varias anotaciones, y en un compartimento que había fabricado en una mesa encontraron ocultos "otros dispositivos de telefonía celular".
Con ello concluyeron en que Aguilera llevó adelante esta última operación desbaratada mientras era juzgado, precisamente, por dirigir otra venta de droga desde la cárcel. Además de la condena que se le dictó el miércoles último, Aguilera tiene otras dos condenas, de 2013 y 2017, por delitos contra una persona y por violencia de género.
Secuestro en Salvador Mazza
Por otra parte, el 1 de agosto el Escuadrón 61 de Gendarmería Nacional secuestró diez kilos de cocaína en Salvador Mazza, en el control ubicado sobre el paraje Arenales, en la ruta nacional 34.
Según informó la fuerza, en ese punto se hizo un control sobre un automóvil Renault Clio 2 donde encontraron 10.4 kilos de cocaína de máxima pureza y $15.000. El conductor fue detenido, únicamente se informó que tiene domicilio en Salvador Mazza. La droga fue valuada en más de $8 millones.
También en este caso la droga fue detectada por un perro, Tota, que señaló el guardabarros delantero y el capot del vehículo. Efectivamente, en el habitáculo del motor los gendarmes encontraron diez paquetes que contenían la cocaína.