Sergio Maldonado se enteró de la denuncia que presentó el ministerio de Seguridad contra Pablo Noceti, jefe de Gabinete durante la gestión de Patricia Bullrich, por Infobae. "Parece que es el vocero del gobierno de turno –protestó–. A nosotros no nos notificaron. Si lo hubiera sabido el viernes, en el discurso que di el sábado por los tres años de la desaparición de mi hermano, hubiera mencionado el avance", dijo en La Mañana de AM Del Plata.
"Lo que interpreto es que la denuncia no menciona a Patricia Bullrich, pero habla de desaparición forzada, como lo había hecho en su momento (la ministra de Seguridad, Sabina) Frederic. Es una denuncia administrativa pero celebro que se avance en algo".
Maldonado recordó el papel de Noceti en la muerte de Santiago: "Desde el destacamento de Gendarmería en la estancia de Benetton dijo que iba a cazar a los mapuche en flagrancia. Después, el 1 de agosto de 2017 entraron ilegalmente más de 130 gendarmes y los atacaron. El 3 de agosto, el juez Otranto le avisó a Noceti que el 5 iban a hacer rastrillajes y allanamientos en los escuadrones. Ahí lavaron camionetas e hicieron otras barbaridades", recordó. Y afirmó que Noceti "siempre estuvo a la sombra de Bullrich, aunque ella negó que hubiera estado en la zona y después dijo que pasó a saludar. Fue su brazo ejecutor".
Cuando le preguntaron si tiene fe en que se juzgue a los responsables de la muerte de su hermano, Maldonado respondió: "en estos tres años, desde los primeros días aprendí a no creerle a nadie, y menos a la Justicia. A Bullrich la imputaron y no pasó nada. Cuatro veces nos pusieron al mismo juez que dice que no quiere hacerse cargo del caso. A Santiago lo escondieron 78 días y lo ´pusieron´ el día que yo estaba citado. Díganme descreído, o negativo, pero hasta que no vea resultados no empezaré a creer".
Finalmente, Sergio se refirió a la represión en la marcha por Maldonado y por Facundo Astudillo Castro: "A mí me dolieron los golpes que les dieron a los pibes en la marcha. Si la comparás con las marchas anticuarentena queda clara la doble vara. Y a Larreta nadie le dice nada, parece que fuera el emperador de la ciudad de Buenos Aires. Es humillante que yo me tenga que quedar en Bariloche y no pueda ir a Plaza de Mayo a pedir por mi hermano mientras Macri se va a Francia: sigue provocando. El presidente debería bajar línea con un mensaje sobre cómo se debe actuar. Si no, parece que una parte de la sociedad puede hacer lo que se le antoje y la otra tiene que estar obedeciendo", concluyó.