Pese al ajuste del gasto y al aumento del endeudamiento para tapar baches presupuestarios, el Gobierno continúa sin poder mostrar un recorte del desequilibrio fiscal. El Ministerio de Hacienda informó ayer que las cuentas públicas arrojaron en febrero un déficit primario, previo al pago de intereses de la deuda, de 26.747 millones de pesos, un 60,7 por ciento por encima del resultado de igual mes del año pasado. La caída en la actividad redujo los ingresos tributarios y el recorte del gasto no fue suficiente para compensar esa pérdida. En el bimestre el rojo fue de 23.160 millones de pesos, 45,6 por ciento mayor en términos interanuales, debido al impacto del blanqueo en los ingresos de enero, que permitieron obtener superávit fiscal. El pago de intereses en el primer bimestre del año creció 81,4 por ciento respecto de igual período de 2016, siendo la erogación que más se incrementó debido a la fuerte emisión de bonos del año pasado. La suba se concentró en los pagos de intereses que se realizaron en enero, mientras que febrero exhibió una baja de 16,5 por ciento interanual. El déficit financiero tras el pago de intereses aumentó un 46,1 por ciento en enero y un 56,4 por ciento en el bimestre, ambos contra el año pasado.
En una economía estancada desde hace más de un año, el ajuste sólo está complicando más la situación. El gobierno de Cambiemos asumió con un déficit heredado de la administración anterior del 3,9 por ciento, mientras que al año siguiente (2016) lo elevó al 4,6 por ciento, con blanqueo incluido. La promesa inicial era que el rojo quedaría en 4,2 por ciento, pero luego el entonces ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, justificó la suba por el programa de reparación histórica para los jubilados, aunque lo que recibió la clase pasiva estuvo lejos de lo prometido.
La cartera que conduce Dujovne comunicó que las cuentas públicas arrojaron un déficit 26.747 millones de pesos para febrero, mientras que en el bimestre acumula un rojo de 23.160 millones. El menor monto del acumulado responde a que en enero el gobierno tuvo un ingreso excepcional de fondos proveniente de la penalidad (impuesto) sobre el blanqueo, que le permitió cerrar el primer mes con un superávit primario de 3587 millones de pesos. De todos modos, el peso de la deuda ya se había hecho sentir en el primer mes del año y el déficit financiero fue de 5555,9 millones de pesos, un 65,4 por ciento por encima de igual mes del año anterior. El déficit financiero, luego del pago de intereses, fue de 30.000 millones de pesos en febrero y de 35.556 millones en el bimestre, con subas de 46,1 y 56,4 por ciento, respectivamente.
“El nuevo gobierno vino con un plan de ajuste que no pudo aplicar en su totalidad, en muchos casos por impericia. Por ejemplo, despidió personal de planta de dependencias públicas con años de antigüedad y los reemplazó por gente sin experiencia y salarios más altos. El resultado es que cayó la calidad del personal en los distintos puestos pero aumentó la masa salarial”, explicó el economista y ex secretario de Comercio, Augusto Costa, en diálogo con PáginaI12. El ex funcionario sostuvo que, como alternativa, “se disparó el endeudamiento”. “Va a ser el típico fenómeno en que aumenta la toma de la deuda y el peso de los intereses gana participación en el gasto del Estado”, agregó Costa.
El déficit primario de febrero se compone de un incremento de los recursos fiscales de 35.811,5 millones de pesos, el equivalente a 35,6 por ciento interanual, mientras que el gasto primario aumentó a 45.915,9 millones o 39,1 por ciento. Estas cifras excluyen la transferencia de utilidades desde el Banco Central y los intereses generados en operaciones de financiamiento dentro del sector público. En el bimestre los ingresos crecieron 38 por ciento, a 84.447 millones de pesos, apuntalados por el blanqueo, mientras que los gastos treparon 38,5 por ciento, equivalente a 91.705 millones de pesos. En el bimestre el gasto que más aumentó fue el pago de intereses, unos 12.396 millones de pesos, que representó un 81,4 por ciento más que en 2016. Esta cifra, debido a una nueva metodología de cómputo, no contempla el pago de intereses por 7495,3 millones de pesos del Tesoro a otros organismos.
“La economía no crece y en medio de un problema de déficit de las cuentas públicas, la receta del macrismo es ajustar. Pero lo que sucede es que caen más lo ingresos de lo que se busca bajar en egresos, con lo cual volverán a recurrir al endeudamiento. Ya estamos hablando para este año de un piso de emisión de 40.000 millones dólares y el efecto del blanqueo se va a ir desvaneciendo frente a un cronograma de reducción de la alícuota de bienes personales”, detalló Costa. El ministro Dujovne insistió en que el déficit de casi 23.200 millones de pesos en el primer bimestre “sigue siendo consistente con nuestra meta de 58.500 millones” hasta marzo inclusive. Para ese trimestre habrá nuevamente ayuda del plan de exteriorización de capitales. “En marzo se espera un buen ingreso de fondos del blanqueo, al ser éste el último mes del Régimen de Sinceramiento Fiscal”, advierte un informe de la consultora Ecolatina.