Alrededor de 150 mil estudiantes de las regiones del noroeste de Alemania volvieron este lunes a las escuelas, en el marco de la reapertura escalonada de clases resuelta por el gobierno y en medio del debate en torno al uso obligatorio del tapabocas en los establecimientos educativos. Los alumnos del estado federal de Mecklenburgo-Pomerania Occidental, que iniciaron sus vacaciones a mediados de junio, son los primeros del país que vuelven al colegio luego de meses de interrupción que fueron suplantados con clases virtuales. El retorno a las aulas se hace de acuerdo a parámetros de distanciamiento social y medidas de higiene por la pandemia de coronavirus, aunque no hay una normativa definida en torno al uso de mascarillas. La responsable de Educación del estado federado del "Land" de Mecklenburgo, Bettina Martin, propondrá este martes que se implante su obligatoriedad.
Las clases se reanudan en Alemania de forma escalonada, de acuerdo al calendario de vacaciones escolares diferenciado de cada región. A los alumnos de Mecklenburgo les seguirán el próximo jueves los de Hamburgo, al norte del país, mientras que los de Berlín y Brandenburgo, en el este, Renania del Norte-Westfalia, oeste, y Schleswig-Holstein, en el norte, lo harán el día 10. El resto de los 16 estados federados volverán a clases a lo largo del mes de agosto, mientras que en Baviera y Baden Württemberg, en el sur, se reinician el 8 y el 16 de septiembre, respectivamente.
Por el momento solo están dispuestos a imponer el uso de la mascarilla las autoridades regionales berlinesas y las bávaras. Se exime de la obligatoriedad a los alumnos en el interior de las aulas, ya que se exige que los pupitres guarden la distancia necesaria. Medidas que resultan insuficientes según el presidente de la Asociación Nacional de Profesores, Heinz-Peter Meidinger, que, ante una "falta de preparación" de los centros, teme "un enorme caos". La ministra federal de Educación, Anja Karliczek, insistió este fin de semana en disponer la obligatoriedad del tapabocas en todo el país, aunque la implementación de la normativa corresponde a los estados federados, cada uno de los cuales adopta sus propias medidas.
"Los niños necesitan estar presentes en la escuela ya que debemos evitar que se incremente su retraso", explicó Steffen Kästner, director del colegio CJD Jugendorf-Christophorus en Rostock. El centro educativo cuenta con 1.350 alumnos, de los cuales solo dos no acuden por decisión de sus padres, "que pertenecen a un grupo de riesgo", precisó el director. "La vida sigue y ahora habrá que vivir con el virus", estimó por su parte Kay Czerwinski, representante de padres de alumnos de Mecklenburgo. Alemania registra hasta el momento 210.402 casos confirmados y 9.148 muertos por coronavirus.