Dado el enmarañamiento cada vez más intrincado entre fútbol y negocios, perder la categoría se ha convertido desde hace tiempo en algo que excede el mero honor. Por eso, a pesar de haber consumado su descenso en el campo de juego hace ya varias semanas, nadie podrá culpar al Espanyol de Barcelona por jugarse una última carta en los escritorios ante las autoridades del fútbol de ese país.

Es así que el equipo donde militan los argentinos Matías Vargas (ex Vélez), Jonathan Calleri (ex All Boys y Boca) y Facundo Ferreyra (ex Banfield y Vélez) reclamó este lunes a LaLiga de España "la eliminación de los descensos", tal como ocurrió con el resto de las competencias organizadas por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

El Espanyol finalizó la temporada en la última posición, con 25 puntos, a lejanas 12 unidades de la salvación, pero en su escrito advirtió que la situación especial que se dio debido a la pandemia impidió que LaLiga "se haya desarrollado en igualdad de condiciones para todos los participantes".

"El pasado abril, en plena pandemia, todos los clubes decidimos tratar de reanudar la competición para salvar, al menos, gran parte de los ingresos de televisión y evitar así una situación económica extrema, que hubiera provocado la quiebra del sector y la pérdida de muchos puestos de trabajo", inicia el club en su comunicado.


"Pero las situaciones acontecidas son irremediablemente injustas en lo que se refiere al aspecto deportivo, ya que en este final de liga no se ha competido en las mismas condiciones de igualdad que antes de la suspensión. El impacto económico de la covid-19 se va a extender a la temporada 20/21 y si a ello se le suma el efecto económico que implica un descenso, el castigo acumulado es devastador e injusto para los afectados", agrega el texto.

El conjunto catalán argumenta, por ejemplo, que la ausencia de público en los estadios fue "un gran perjuicio para todos los clubes" y que equipos como Valencia o el mismo Espanyol compitieron "pese a haber confirmado que en los planteles, durante marzo y abril, ha habido un buen número de jugadores infectados".

"El RCD Espanyol entiende que, ante una situación provocada por una pandemia mundial, con la incertidumbre que sigue existiendo, puede llegar a ser comprensible que se premie directamente una serie de situaciones (campeones, clasificaciones a copas o ascensos) pero resulta del todo inasumible que se castigue o penalice doblemente a los más damnificados", sentencia el club. Aunque algo tardío el pedido, razón no le falta.