El juicio por la obra pública en Santa Cruz se reinició este lunes de manera remota, tal como estaba previsto y fue aceptado por la mayoría de las defensas, entre ellas la de Cristina Fernández de Kirchner. Hubo dos testigos institucionalmente relevantes: el presidente del Instituto del Cemento Portland y el presidente de la Asociación Argentina de Carreteras. Ambos testigos de la defensa demolieron las pericias oficiales demostrando que en la Argentina y en el mundo no se puede construir una ruta con asfalto normal en temperaturas como las de Santa Cruz y explicaron que no se pueden tomar como base los costos de una obra en la provincia de Buenos Aires o La Pampa porque hay que trasladar el asfalto y todos los materiales a casi 2.000 kilómetros de distancia, con el agregado de que, por las temperaturas, no se puede trabajar entre mayo y septiembre.
Aunque los grandes diarios hicieron mucho ruido con el reinicio del juicio, omiten que la expresidenta y su abogado, Carlos Beraldi, fueron impulsores de que se retomen las audiencias. Hoy en día, el caso de las obras viales de Santa Cruz es un debate de pericias, con dos estudios oficiales diciendo que el costo de las obras contiene sobreprecios y la pericia de la defensa que sostiene que los costos fueron los licitados, similares para todas las empresas del rubro que ganaron obras en la Patagonia. Hay algunos temas sobre los que se hizo alharaca -que se cobraron tramos no construidos, que las obras estuvieron mal hechas o que hubo demoras injustificadas-- que ya casi quedaron en el olvido porque existe una auditoría hecha por Vialidad, durante la administración macrista, que niega irregularidades en ese aspecto. "No se pagó nada que no se haya construido", firmaron dos ingenieros y un contador de Vialidad Nacional.
Testigos
El primer testigo de este lunes fue Enrique Romero, presidente del Instituto del Cemento Portland y el segundo el ingeniero Marcelo Ramírez, presidente de la Asociación Argentina de Carreteras. Este último revista hace muchísimos años en YPF y es un experto en todo lo que tiene que ver con obras viales. Contó por ejemplo, que para las zonas como Santa Cruz no se puede usar asfalto normal sino que se requiere asfalto modificado con polímeros porque no se resquebraja con el frio y no se ablanda con el calor. Ese asfalto se usa en todo el mundo para zonas como la Patagonia e YPF lo trajo desde España en 1995. Por supuesto que el asfalto modificado cuesta un 30 por ciento más.
Vialidad Nacional, en épocas de Javier Iguacel, le quitó la obra a Lázaro Báez y se la otorgó a la empresa CPC de Cristóbal López y Fabián De Sousa, con presupuesto de asfalto normal. Como finalmente los costos fueron insuficientes, CPC renunció a la licitación porque acumuló pérdidas, la obra nunca se continuó y está abandonada.
Costos
Al mismo tiempo, el ingeniero Ramírez explicó por qué, en el caso de Santa Cruz, adoptar como base los costos publicados por la revista El Constructor resultaba erróneo. El especialista sostuvo que, por ejemplo, el asfalto hay que trasladarlo desde La Plata hasta Caleta Olivia, 1.800 kilómetros, con camiones que mantienen la temperatura a 120 grados y que el material debe conservarse así hasta ser colocado. Además, las rutas en la Patagonia requieren de otro movimiento de tierras que la construcción en el llano como, por ejemplo, en territorio bonaerense.
Finalmente, respecto de atrasos en las obras, se tomó el caso del acceso al Perito Moreno, construido por la empresa Esuco de Carlos Wagner. Ese tramo, de sólo 29 kilómetros, tardó cinco años en construirse, porque entre otras cosas, además de las normas de Parques Nacionales, hay que tener en cuenta que el asfalto no puede ser colocado en días de menos de cinco grados de temperatura, por lo que las obras tienen un período de veda que va, como mínimo, de mayo a septiembre.
Política
Para la defensa de CFK el debate sobre las pericias es irrelevante, ya que cualquier presidente de la Nación no es responsable del control de una obra y en este caso menos todavía porque se licitó, se adjudicó y se controló en Santa Cruz. La maniobra política parece evidente porque la imputada es la exmandataria y no hubo acusación alguna contra los gobernadores que supervisaron todo el proceso. En el caso de CFK sólo debería discutirse si los presupuestos fueron enviados, como correspondía, al Congreso y se aprobaron allí.
El juicio continúa la semana que viene con dos audiencias semanales. Los jueces Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso rechazaron los planteos de dos de los abogados que sostuvieron que con el sistema remoto "se pierde la inmediatez que requiere un juicio". Sucede que los letrados tienen el micrófono apagado y no pueden interrumpir cuando una pregunta o una respuesta les parece inadecuada. Tienen que pedir que les abran el micrófono enviando un chat. Los magistrados ordenaron que se estudie la factibilidad técnica de modificar esa situación.
Por lo tanto, habrá audiencias tanto el lunes como el martes que viene, con una característica poco habitual: se van mezclando los testigos de la fiscalía con los testigos de las defensas.