“Excelente noticia”. Así calificaron analistas económicos el acuerdo de la deuda alcanzado entre el gobierno y los bonistas. En diálogo con PáginaI12, consultores, investigadores y expertos en finanzas adelantaron que el impacto en el corto plazo se observará en el mercado cambiario y en un "veranito" financiero, con una menor brecha entre el dólar paralelo y el oficial y un alza en la bolsa y los bonos.

En el mediano plazo, anticipan que liberar recursos que no estarán destinados al pago de deuda podría llevar a recuperar el consumo y la producción, aunque la mejora de la actividad económica dependerá también de que pueda superarse la pandemia. De cara a los próximos años, complementar este acuerdo con el FMI podría implicar la vuelta del país al mercado de deuda, concluyen los expertos.

Dólar e inflación

“Arreglar la deuda era la primera condición necesaria para volver a crecer”, dijo a este diario Matías Rajnerman, economista jefe de la consultora Ecolatina. Adelantó que el primer impacto se sentirá en el mercado cambiario: “La brecha entre en dólar oficial y el paralelo estaba tensa por la incertidumbre. Esa brecha va a bajar porque podría desinflarse el dólar paralelo, o al menos dejar de subir”.

La mayor certidumbre y la menor presión sobre el tipo de cambio podrían evitar “tensiones inflacionarias”, por las remarcaciones precautorias en escenarios de volatilidad o cuando existen dificultades de las empresas para acceder al dólar oficial para comercio exterior. Con respecto a las restricciones cambiarias, Rajnerman anticipa que en lo inmediato no podrá “relajarse el cepo” para que el dólar no se dispare.

En tanto, un informe del centro Cepa agrega que se descomprime la demanda de dólares que se hubieran necesitado para afrontar los vencimientos de deuda en los próximos cuatro años, que bajaron de 63.664 millones a 6.116 millones de dólares. “Esto cobra importancia en un país atravesado por la recurrente restricción externa”, dice el documento.


Actividad económica

“Esta es la mejor noticia económica desde que el gobierno asumió”, aseguró a este diario la investigadora Eva Sacco del centro Cepa. Explicó que “aplanar la curva” de los vencimientos y que estén más distribuidos en el tiempo favorece al país en la recuperación pospandemia, dado que van a existir “mayores recursos” para la política pública y transferencias directas. “El Estado tendrá mayores herramientas para plantear un plan de gobierno y un plan de reactivación”. En el presupuesto 2019, los intereses de deuda alcanzaron el 21 por ciento del total de los gastos.

En tanto, Rajnerman de Ecolatina anticipa no hay que esperar que la economía “se levante mañana”, porque el margen fiscal del gobierno “sigue siendo acotado”. Y porque además, una de las tantas variables para ir a un escenario positivo dependerá de superar la pandemia, que tiene impactos negativos en las economías de todo el mundo.

Financiamiento

“Esta es una excelente noticia, y el primer efecto positivo es tranquilizar la economía”, dijo a PáginaI12 Norberto Sosa, director de Invertir en Bolsa (IEB) y un conocedor de los fondos de inversión. Ante la caída en la inversión y en las exportaciones, volver al mercado de deuda internacional podría ser una de las alternativas del gobierno. “Esto es una carrera de vallas, por ahora se saltó una”, describió Sosa. 

Una de las variables de la que dependerá este financiamiento, cerrado al país en 2018, es lo que se acuerde con el FMI, altos vencimientos entre 2022 y 2023. Sosa anticipó que “va a llevar su tiempo” por la situación geopolítica: “Es un proceso distinto, no se renegocia lo que tenés, sacás un nuevo crédito que tiene que ser aprobado por el directorio, donde el principal jugador es Estados Unidos, donde Donald Trump busca la reelección”.

Por otro lado, Sosa destacó el impacto que podría tener en el financiamiento privado. “Es probable que les facilite a las empresas renovar, por ejemplo YPF solo el año que viene le vencen 2000 millones de dólares”, afirmó. Y anticipó que podría generarse un “veranito” en el mercado de deuda en pesos, con la recomposición de la curva que llegó a cabo la Secretaría de Finanzas. “La deuda en pesos le saca presión al Banco Central para que se financie el gasto con deuda y no con emisión”, destacó Sosa.