Vélez y Huracán empataron 1-1 en un partido mediocre disputado en el José Amalfitani, en la continuidad de la décimo séptima fecha del torneo de Primera División. En la primera etapa, Diego Zabala abrió el marcador para los locales, pero a cinco del epílogo Fabián Assmann cometió un penal infantil al ecuatoriano Julio Angulo y Mauro Bogado sentenció el empate.  

Ambos equipos protagonizaron en Liniers un duelo cargado de historia, que en la actualidad los encuentra en la lucha por mantener la categoría en Primera División. Por la situación de sus promedios, el cotejo se presentaba como una final para los dos equipos, que están muy lejos de campañas anteriores y en las cuales llegaron a definir en 2009 un campeonato Clausura, que coronó al Fortín por el polémico arbitraje de Gabriel Brazenas y el agónico gol de Maximiliano Moralez.

El inicio del partido era chato y prácticamente sin emociones, con dos equipos que se estudiaban demasiado y jugaban poco. Cerca de la media hora de juego, el conjunto de Parque de los Patricios intentaba progresar en mitad de cancha con toques de primera, pero el Burrito Martínez recuperó el balón y comenzó una contra fulminante, combinó con Gonzalo Díaz y éste envió el centro para que Zabala, de cabeza y frente al arco, sometiera a Marcos Díaz. Poco después, el propio Zabala en el corazón del área del Globo abrió la pelota para Mariano Pavone, quien de media vuelta y rodeado de defensores quemeros sacudió el poste izquierdo de Marcos Díaz. 

Aun asediados y en el peor momento, los visitantes tuvieron sus chances, primero con un remate de Diego Mendoza y luego con un disparo de Lucas Chacana que dio en el palo. Los primeros 45 se terminaron con insinuaciones de la visita y con los locales replegados y revoleando la pelota a cualquier parte.

En el complemento, la primera la tuvo el Burrito Martínez, pero el ex Boca  definió apenas afuera. Aunque lo cierto fue que entre la conformidad de Vélez y la tibieza de Huracán, durante todo el resto del complemento no hubo grandes emociones. Hasta que Assmann –que había tenido un correcto desempeño– bajó innecesariamente a Angulo en el área y Mastrángelo no dudó en pitar penal a sólo cinco minutos del final. Bogado ejecutó, el arquero velezano manoteó, pero no le alcanzó para impedir una igualdad que le dolió más al Fortín –que ganaba sin sobresaltos y se durmió por sostener una ventaja exigua– que al Globito, que le birló un punto con bastante poco.