El macrismo del Consejo de la Magistratura decidió volver a la carga en su intento de asegurarse la presencia de un juez cercano en el juzgado federal con competencia electoral de La Plata al menos para las PASO y las elecciones legislativas de este año. Su elegido es Juan Manuel Culotta, que es juez penal en otra jurisdicción, Tres de Febrero, y nunca concursó para la especialidad electoral. El año pasado el oficialismo intentó otorgarle el traslado definitivo a ese cargo, sin concurso, pero la iniciativa era tan grosera que no logró conseguir mayoría en el plenario. La semana pasada introdujo una variable y la Comisión de Selección aprobó un dictamen que lo postula como subrogante en el puesto hasta noviembre. La propuesta podría ser sometida a votación este jueves en el organismo, pese a que dos integrantes de la Cámara Federal platense (que sí están facultados para tratar temas electorales y en la misma jurisdicción) dijeron por escrito que ellos están dispuestos a cubrir el lugar de manera interina.
El juzgado de La Plata con competencia electoral, el distrito más grande del país, está vacante desde septiembre de 2014 cuando falleció su titular, Manuel Blanco, y es objeto de disputas constantes. Primero fue subrogado por un secretario, Laureano Durán, cuestionado por la oposición al kirchnerismo y eyectado de ese cargo por un fallo de la Corte Suprema. Luego fue asignada la jueza federal electoral porteña María Servini de Cubría, pero no venía bien su relación con el Consejo, entre otras cosas por sus denuncias sobre manipulación de sorteos informáticos de expedientes, a lo que se sumaron denuncias de su hijo, Juan Cubría, como administrador del cuerpo, quien además discrepaba con la decisión de centralizar el manejo del padrón electoral. Servini, además, denunció “presiones”. Hasta este viernes está en funciones como subrogante Adolfo Gabino Ziulu, juez civil, comercial y contencioso administrativo de La Plata, de origen radical, designado por la Cámara Electoral.
La relación de Culotta con el macrismo es a través de Alejandro Pérez Chada, abogado de Mauricio Macri en múltiples asuntos como funcionario público y como presidente de Boca, y ahora también del titular de la Agencia Federal de Inteligencia, Gustavo Arribas, en la causa donde se investiga si recibió cinco transferencias vinculadas con Odebrecht en una cuenta suiza. Su designación en La Plata es alentada también por Juan Pablo Clusellas, viejo amigo del Presidente y secretario Legal y Técnico: entre ellos tiene en común su pasado en el colegio Cardenal Newman. Culotta se autopostuló para su traslado definitivo a La Plata en una nota en la que decía que tenía “interés en un crecimiento profesional teniendo en cuenta que se trata de un juzgado con mayor jurisdicción territorial, donde tramitan causas complejas, en especial aquellas vinculadas con delitos de lesa humanidad, a lo que se suma su competencia electoral”. Pero en ese entonces la Cámara Nacional Electoral dijo que no podía ser transportado al juzgado platense en forma definitiva porque no había concursado para la especialidad electoral. El concurso para el juzgado en cuestión está en marcha, pero Culotta no está entre los aspirantes, según informan funcionarios del Consejo.
La asociación civil Abogados por la Justicia Social (AJUS) planteó ayer una medida cautelar para que el Consejo se abstenga de nombrar a Culotta y pidió una “acción declarativa de certeza”, con el argumento de que sería inconstitucional nombrarlo como subrogante y se contrapondría con distintas normas vigentes, además de la jurisprudencia de la Corte en el fallo conocido como “Uriarte”. Un juez transitorio debe tener competencia territorial y de “materia”, o sea, desempeñarse en la misma jurisdicción del cargo que cubrirá y de igual competencia. La presentación dice que, en caso de ser nombrado Culotta, se estarán violando los derechos al juez natural y al debido proceso.
En la búsqueda del juez o la jueza suplente, si no aparece nadie que reúna los requisitos, quedan otras alternativas: una lista de jueces jubilados o una lista de conjueces. La competencia electoral es muy específica y poco extendida. Pero para el juzgado que está en discusión, ante la controversia, uno de los consejeros -el diputado Rodolfo Tailadhe, del Frente para la Victoria– decidió mandar un oficio a la Cámara Federal de La Plata en el que pregunta si alguno/a de sus integrantes estaba dispuesto a subrogar, y le contestaron que sí. El presidente del tribunal, Roberto Lemos Arias dijo que él no podía porque presidiría la Junta Electoral, pero envió una nota de César Alvarez y Olga Calitri, que dicen que no tienen inconveniente en hacerlo. Tampoco puso nunca ninguna objeción el juez federal que ocupa el juzgado 2 de La Plata, Ernesto Kreplak, pero sólo le dieron la subrogancia en materia penal. Los consejeros del oficialismo no quieren que se haga cargo de la cuestión electoral porque lo asocian al kirchnerismo, ya que fue funcionario del Ministerio de Justicia. Sin embargo, por ejemplo, no hubo reparos con Ziulu que fue jefe del bloque de asesores radicales en el Senado bonaerense.
Un juzgado con competencia electoral es el que tiene que velar por la transparencia en las elecciones, controlar la constitución, gastos y evolución patrimonial de los partidos y resolver disputas electorales. Sobre la pretendida intención de Culotta de ocuparse de casos de lesa humanidad, Abuelas de Plaza de Mayo recordó ante el Consejo que no debería hacerlo en aquellos donde la entidad es parte, porque lo denunció por obstaculizar una causa contra el ex secretario del Ejército Eduardo Alfonso por su participación en un operativo durante la última dictadura, donde fue secuestrada una mujer cuya hija fue apropiada.
Este jueves el nombramiento de Culotta como suplente sería sometido a votación. Para nombrar subrogantes hacen falta siete votos de los trece consejeros, una mayoría con la que el macrismo cuenta.