Tres largometrajes y un puñado de films de duración breve recuperados recientemente. Dos relatos gestados durante el franquismo, una producción de Jesús Franco inédita, registros documentales y relatos de ficción rodados durante el período mudo. Esa es la oferta, ecléctica y atractiva, del ciclo Filmoteca Española Presenta, que de manera gratuita y hasta el próximo viernes 14 la Asociación de Directores de Cine PCI –con la coorganización de Cine Arte Lumiére y la Sociedad por el Patrimonio Audiovisual– está presentando a través de su plataforma Puentes de Cine. Para el director de Filmoteca Española, Josetxo Cerdán –quien hoy viernes al mediodía ofrecerá un vivo en Instagram para presentar y describir la programación–, gracias a los trabajos de recuperación y restauración emprendidos por la institución hoy pueden ser vistas películas que hasta hace poco se creían perdidas.
En comunicación desde Madrid con Página/12, Cerdán confirma que el proyecto de ofrecer estos títulos online, primero en España y ahora en Argentina, tiene un origen obvio: el confinamiento social. “Nos hemos visto obligados a ponernos en movimiento, sin mucho tiempo para pensar. En realidad fue un ejercicio de prueba y error que, en ocasiones, es la mejor forma de pensar”. Con la mítica sala de cine madrileña Doré cerrada al público durante la peor etapa de la pandemia en Europa surgió la idea del ciclo Doré en Casa. Fue entonces que “Fernando Madedo, miembro de Puentes de Cine, nos ofreció la posibilidad de llevar una muestra a esa plataforma. Repasando los programas creímos que era interesante que hubiese títulos recientemente recuperados y, además, alguno de los pequeños experimentos que nos habíamos permitido para Doré en Casa. Por supuesto, mucho se tuvo que quedar afuera, pero podría recuperarse en ocasiones futuras”.
Con guion de Manuel Mur Oti –quien luego se transformaría en el responsable de clásicos del melodrama español como Orgullo–, 90 minutos (1949) empapa de estética noir un relato de encierro a la manera de Ocho a la deriva, el clásico de Hitchcock, aunque aquí la inmensidad del océano es reemplazada por el asfixiante ámbito de un sótano. Dirigida por Antonio del Amo –responsable un lustro más tarde del mega éxito musical El pequeño ruiseñor (1956), la película que lanzó a la fama al niño maravilla Joselito–, el relato transcurre en su totalidad en una Londres bombardeada por los alemanes en plena Segunda Guerra Mundial. Un ladrón profesional, una mujer embarazada, un policía y un joven dueño de una enorme carga de nerviosismo (interpretado por un jovencísimo Fernando Fernán Gómez) son algunos de los personajes que quedan atrapados en una casa derrumbada, sin posibilidad de escape y apenas noventa minutos de aire fresco para respirar, coqueteando así con el concepto de “tiempo real” en pantalla.
Restaurada a finales de 2018, 90 minutos es una película “de un director que a mí me interesa mucho, igual que el período en el que se hizo, finales de la década de los 40”, detalla Josetxo Cerdán. “Cuando la vi, la sorpresa fue mayúscula, pues era una historia de aislamiento en un momento en el que España estaba aislada. Me parecía muy singular, además, que tres de sus responsables creativos –el director, el guionista y el director de fotografía– hayan sido reprimidos por el franquismo por luchar del otro lado durante la guerra, que había terminado diez años antes y en la cual los bombardeos a ciudades habían sido parte de la guerra sucia”.
Dirigida por uno de los nombres más importantes del cine español de los años 30 y 40, Edgar Neville, Café de París (1943) está protagonizada por Conchita Montes, encargada de darle vida a una joven española caída en desgracia que intenta sin demasiado éxito iniciar una nueva vida en la capital francesa. La vida bohemia, los intereses amorosos y la supervivencia diaria forman parte de una historia con dosis iguales de melodrama y comedia suave. Montes es esencial al éxito creativo de la película, que se restauró recientemente a partir de dos bobinas de 16mm: una depositada en Filmoteca Española y la otra en la Filmoteca de Zaragoza. El prólogo de Café de París nunca fue hallado y la copia que puede apreciarse actualmente reemplaza ese metraje por una serie de títulos explicativos. Para Cerdán, el hecho de que tanto 90 minutos como Café de París transcurran fuera de su país de origen “es una casualidad, pero tal vez no tanto. En un país sumido en la pobreza y la necesidad no es extraño que el cine proponga formas de escape, aunque sea de manera metafórica. En todo caso, ambas películas se entienden en esa negociación dentro-fuera. Esa tensión es evidente en ambas. En 90 minutos, a pesar de que la acción se sitúa en el Londres bombardeado, dos de sus personajes principales son españoles: una doctora y un militar pacifista. Dicho sea de paso, ese personaje generó más de un comentario negativo por parte de la censura en su momento”.
La compilación Nitratos #1 - Orden y caos, de poco más de media hora de duración, incluye un registro del desfile por la boda entre Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg y posterior atentado en la Calle Mayor, imágenes cotidianas de Madrid en 1915 y una selección de fragmentos de films de ficción silentes, todos ellos restaurados por la Filmoteca y acompañados por música compuesta por Jonay Armas. “Como su propio título lo indica es una primera entrega de algo que queremos que sea una serie. La inspiración viene de Nitrato lírico, de Peter Delpeut. Se trata de recuperar materiales incompletos o breves películas industriales y noticiarios de los inicios y acompañarlos musicalmente a la vez que se crea un texto, más o menos ensayístico, que aporte coherencia a la presentación. El título en este caso, Orden y caos, nos daba lugar para reflexionar sobre las estrategias del poder para organizar el espacio público, pero como el caos irrumpe constantemente”.
El cuarto casillero de Filmoteca Española Presenta está ocupado por Vaya luna de miel, dirigida por el ultra prolífico Jesús (o Jess) Franco, basada muy libremente en El escarabajo de oro de Edgar Allan Poe y protagonizada por su pareja Lina Romay, quien en alguna entrevista llegó a afirmar irónicamente que sólo se vestía en una película cuando el guion lo demandaba. El rey español del exploitation ensayó aquí algo extraño, incluso para sus parámetros, que podría ser descripto como un relato de aventuras, pero a lo que más se parece es a un film de Los Parchís con adultos. Y con escenas de desnudos, desde luego.
“Se creía que no se había terminado nunca, pero hallamos los negativos y una nota que afirma que se llegaron a tirar dos copias. Una de ellas incluso viajó a Barcelona para ser estrenada, aunque nunca lo hizo. Esta película nos ha dado la opción de mostrar y demostrar como los trabajos de un archivo fílmico no se detienen en los periodos clásicos y en las películas más 'respetables'. Es una producción muy loca, desmadrada, pero que nos habla a las claras de una forma de entender el cine, por parte de alguien que tuvo una importante carrera internacional y que colaboró con todo el mundo, incluido Orson Welles”.
* Las películas pueden verse de manera gratuita hasta el 14 de agosto en www.puentesdecine.com
* La entrevista en vivo a Josetxo Cerdán podrá seguirs hoy viernes a las 12 horas en el Instagram de PCI @pcicine y en @patrimonio_audiovisual