“Existe una ingeniería perversa que utiliza a parte de la policía y de la justicia para resolver de cualquier manera casos reales y gravísimos que ocurrieron en el país”. Pablo Pimentel, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de La Matanza, se refirió en esos términos al resultado que tuvo “una causa armada para cerrar, sin hacer justicia, un crimen terrible como fue el de Anahí Benítez, secuestrada, drogada, abusada y asesinada”, cuyo principal ejecutor, Marcelo Villalba, sigue impune porque se consideró que tiene “problemas psicológicos” que impiden su juzgamiento.
Pimentel, con otros referentes políticos y de organismos de derechos humanos, participó de un conversatorio virtual en el cual se pidió la libertad de Marcos Esteban Bazán, condenado a perpetua “sin pruebas concretas” . Pimentel resaltó que las personas como Bazán, condenado por el Tribunal Oral 7 de Lomas de Zamora, “forma parte de los ciudadanos que en el mundo, y sobre todo en Argentina, viven tres pandemias a la vez”.
Explicó que “Marcos Bazán vive la pandemia de una causa armada y que lo relaciona con un hecho gravísimo contra una niña víctima de secuestro, abuso sexual, femicidio y luego hicieron desaparecer el cuerpo. Cualquiera que viene de afuera y no sabe cómo fue la acusación, puede considerar que Bazán es un monstruo”.
Aclaró que “todos los que lo conocen a Bazán, amigos, amigas, vecinos, se ha movilizado muchísima gente, nos buscó a nosotros y nos sumamos a ellos porque sabemos que existe la metodología perversa de las causas armadas”, lo que consideró como “la primera pandemia”.
“La segunda pandemia es cuando lo meten preso y cae en un sistema carcelario que no se ajusta a ningún estándar mínimo de salubridad, de políticas de reinserción social, un sistema de muy mala alimentación, de una estructura edilicia que está superada un 120 por ciento en su capacidad y una inseguridad muy grande en los niveles de convivencia” dentro de las cárceles. “Una persona condenada por un delito tan grande, siendo inocente, tiene que pasar 30 años ahí dentro de ese sistema”, subrayó.
Agregó que “la tercera pandemia es la que estamos viviendo todos a nivel mundial, covid-19, pero la diferencia es mucha entre un preso y nosotros, los que estamos afuera. Si estás entre barrotes y entró el bicho, como pasó en la Unidad 4 de Bahía Blanca, para ahorrarse el testeo mandaron a todos en cuarentena, eso es lo que pasa”.
Al referirse al juicio oral, Pimentel sostuvo que en las jornadas que asistió a la audiencia “lo que vi fue un tribunal que se ajusta a lo que pide parte de la sociedad que quiere ver a todos los ‘negros’ condenados a muerte, el fiscal (Hugo Carrión) un neofascista importante que utilizó términos realmente muy duros a pesar de la falta de pruebas y un tribunal que forma parte de un Departamento Judicial de Lomas de Zamora que está muy mal visto por algunos integrantes de la Suprema Corte bonaerense que los consideran miembros de una verdulería, como me dijo el ex presidente de la Corte Héctor Negri”.
La conferencia se realizó al cumplirse “tres años del injusto encarcelamiento de Marcos acusándolo de participar en el femicidio de Anahí Benítez y luego de ser condenado sin pruebas a cadena perpetua”. De la charla participaron, además de Pimentel, integrantes de la Comisión por la Libertad de Marcos Bazán, la Coordinadora Contra la Impunidad Policial, Andrea Lanzette (MST - Juntas y a la Izquierda), Manuel Garrido (Innocence Proyect Argentina), Denise Larken (Izquierda Socialista) y Leo Santillán (hermano de Darío Santillán).
También estuvo presente Eduardo Soares, de la Gremial de Abogados, conocido defensor de víctimas de violencia institucional, que en el juicio representó a Bazán, junto con la abogada Rosario Fernández. Los letrados recusaron a los integrantes del Tribunal Oral 7 de Lomas de Zamora y apelaron la condena. En la causa estaba probado, desde la instrucción, que el principal imputado, Marcelo Villalba, había sido uno de los que abusaron de la víctima porque encontraron su ADN en el cuerpo de Anahí.
Villalba era conocido por dedicarse a la venta de droga. La investigación estuvo a cargo de la comisaría novena de Parque Baron, en Lomas de Zamora, que en diciembre de 2017, meses después del femicidio de Anahí Benítez, fue intervenida precisamente por encubrir el accionar de bandas dedicadas al narcotráfico.
En su momento, otras personalidades como Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, se pronunciaron contra el fallo condenatorio. “Marcos Bazán es inocente del femicidio de Anahí Benítez", dijo Cortiñas, a la vez que acompañó en su dolor y en su reclamo de justicia a la mamá de Anahí.
"Bazán no es el responsable y quiero que eso quede claro. Hasta el juez dijo que no tenían pruebas sino indicios. Están tapando, desde luego, a la Policía. Y una vez más estamos ante una gran injusticia", señaló Cortiñas.
Otras voces se alzaron en igual sentido. Entre ellas la de la escritora, antropóloga y activista feminista Rita Segato, quien pidió “justicia para Anahí Benítez y también para Marcos Bazán”. Segato le dijo a los miembros del Tribunal 7 que en el caso “se preocupen más por la justicia y menos por los operadores del derecho; ellos pueden equivocarse y pueden haber estado equivocados como suponemos, los que prepararon esta causa”.