La Justicia federal de La Rioja procesó con prisión preventiva y un embargo por un millón de pesos al ex jefe del Ejército César Milani, en la causa que investiga su presunta responsabilidad en los secuestros y torturas de Pedro Adán y Ramón Alfredo Olivera, en 1976. En tanto, se le dictó falta de mérito en la causa por el secuestro de Verónica Ligia Matta, en 1977.
La prisión preventiva sobre Milani, quien se encuentra en el penal de la localidad bonaerense de Ezeiza, fue dictada por el juez federal riojano Daniel Herrera Piedrabuena, quien ordenó su detención el 17 de febrero último por delitos de lesa humanidad.
Viviana Reynoso, abogada querellante, confirmó que el auto de procesamiento "que está referido a la privación ilegal de la libertad, el allanamiento ilegal y los tormentos de Pedro Adán Olivera y su hijo Alfredo Olivera". Es decir que no por la denuncia de Matta, por la cual también había sido procesado y detenido.
Milani había sido denunciado por Ramón Olivera de haber participado, el 12 de marzo de 1977, en un allanamiento en el que fue secuestrado su padre, que luego fue torturado en el Batallón de Ingenieros 141.
También aseguró que Milani “estuvo presente y lo hostilizó durante un interrogatorio en el que él mismo intentó infructuosamente denunciar que había sido torturado en su lugar de detención ilegal”. Olivera realizó una primera denuncia ante la Comisión Riojana de Derechos Humanos en 1984 y ratificó sus dichos en 2013 ante la justicia.
Milani también está procesado por la desaparición del soldado Alberto Ledo. El juez de Tucumán Fernando Poviña lo procesó en esta causa por los delitos de encubrimiento y falsedad ideológica debido a que habría “confeccionó falsamente el acta de deserción del desaparecido soldado Ledo, con la finalidad de encubrir el hecho delictivo y la responsabilidad de sus perpetradores”.
En su fallo también embargó los bienes de Milani hasta los 200 mil pesos y dispuso la prohibición de su salida del país. Milani se había presentado a declarar en esta causa el 15 de febrero último en Tucumán y dijo ante el juez que nunca conoció al soldado Ledo y que no tuvo nada que ver con el acta.