El obispo catalán Pere Casaldáliga, uno de los referentes de la Teología de la Liberación, murió a los 92 años en un hospital de San Pablo, Brasil, país en el que había desarrollado una intensa labor social y pastoral. Se lo reconocía como el “obispo del pueblo” por su defensa de los pueblos indígenas y la lucha contra la violencia a las comunidades campesinas.
El religioso que durante los últimos 52 años desempeñó su militancia y apostolado en Sao Félix de Araguaia, en la Amazonia brasileña, debió trasladado hasta el municipio paulista de Batatais. Allí fue internado el martes en un hospital donde se le diagnosticó un grave problema respiratorio. Esto sumado al Mal de Parkinson hizo que su estado de salud quedara “muy frágil", según lo calificó un parte médico de esta semana.
Casaldáliga participó en la fundación de la influyente Pastoral de la Tierra y Consejo Misionero Indígena, una organización vinculada a la Iglesia Católica brasileña, y su activismo lo llevó a sufrir amenazas de muerte en diversas ocasiones. También fue reconocido por su producción literaria, tanto de poesía como de artículos y obras de carácter político.
La congregación de los claretianos, a la que pertenecía el obispo emérito, informó que habrá tres velatorios en su honor: uno en Batatais y los otros en las localidades de Ribeirao Cascalheira, el lunes, y en Sao Félix de Araguaia, donde será enterrado.
“Con profunda tristeza, lamentamos comunicar que Pedro Casaldáliga ha muerto en el día de hoy a la edad de 92 años”, anunciaron en Twitter las asociaciones Araguaia con el Obispo Casaldáliga, de Barcelona, y Ansa, de Brasil, dedicadas a divulgar el trabajo del clérigo. Reconocieron también sentir “mucho dolor” pero admitieron estar “seguros como él lo estaba de su llegada a la Casa del Padre”.
Hasta el Gobierno español expresó sus condolencias y destacó la "ingente" labor religiosa, humanitaria y social del religioso catalán. "Creyó en la justicia y en la esperanza, y en la opción por los pobres, el acceso a la tierra, la defensa de los más débiles y de las comunidades indígenas, así como en la protección de la Amazonía y el medio ambiente", enumeró el comunicado oficial
Pere Casaldáliga había nacido en Balsareny el 16 de febrero de 1928. Ingresó tras la Guerra Civil española en el noviciado de Misioneros Claretianos y durante 20 años estuvo destinado en varias parroquias y centros de formación de los claretianos en España.
En 1968 aceptó la propuesta de fundar una misión en São Félix do Araguaia, en la selva amazónica de Brasil, donde se instaló de forma permanente. Su influencia y defensa de la Teología de la Liberación lo convirtieron en un referente de la línea pastoral que eligió “la opción por los pobres” mucho antes de que el Vaticano se pronunciara en ese sentido.
Dos años más tarde se creó la Prelatura de São Félix do Araguaia y en 1971 Paulo VI lo eligió como primer obispo prelado de esta demarcación eclesial, cargo que ocupó hasta su jubilación en 2005.