Tras el acuerdo alcanzado en la semana con los tres grupos principales de acreedores de la Argentina, el ministro de Economía, Martín Guzmán, accedió a conversar en la tarde de este sábado con Página/12. Durante la entrevista (compartida con un colega de La Nación), el ministro se explayó sobre las cuestiones más relevantes que tiene por delante ya superado el escollo principal: los vencimientos asfixiantes que el gobierno actual legó de la gestión de Mauricio Macri. El inicio de las negociaciones con el FMI, las medidas de reactivación a lanzar en el marco de la pandemia y el Presupuesto para el año 2021 son los temas centrales de su agenda. También habló de su relación con la vicepresidenta, Cristina Fernández. "El objetivo número uno en el ranking es generar trabajo, no vamos a aceptar nada que dañe ese objetivo", respondió, con firmeza, a la consulta de si la Argentina aceptaría un planteo del FMI que incluya una reforma laboral para un nuevo acuerdo. 

--¿Qué es lo que falta para dejar definido el acuerdo por la reestructuración de la deuda con los acreedores bajo ley extranjera?

--Hay un proceso logístico en el que se está trabajando que, en principio, terminaría el 24 de agosto. Hay una clara posibilidad de acordar dos innovaciones contractuales, que se darán a conocer en poco tiempo más, y son positivas. Le darán más robustez a estos contratos. Ayudará a los mercados de deuda soberana y también a la Argentina a mantener las cláusulas de acción colectiva, que era lo central en la negociación. Las nuevas cláusulas son mejores a las versiones previas. En cuanto al nivel de aprobación (proporción de acreedores que adhieran), esperamos que sea alto.

--¿Qué proporción consideraría alta?

--Alta es que sea mayor al umbral de las cláusulas de acción colectiva (N. del R: obligaría a la aceptación al total de los acreedores). Esperamos alcanzar el umbral, porque ya teniamos una aceptacion importante por fuera del grupo mayoritario de bonistas y a estos se le sumó esta semana este grupo que constituía el 51%. Entonces esperamos una adhesion realmente alta.

--Superadas las duras negociaciones con los acreedores del exterior, ¿qué grado de complejidad le asigna a las negociaciones por venir con el FMI?

--Es un proceso distinto. Es diferente negociar con el FMI que con Wall Street. Van a ser negociaciones obviamente complejas, de una importancia muy grande para el país y que van a llevar su tiempo. No se van a hacer las cosas a puertas cerradas y en pocos días, como pasó en el programa anterior, que en pocas semanas se llegó a un acuerdo que recién la sociedad conoció en detalle después. Acá va a haber una discusión mucho mas amplia, que va a llevar meses. Que es como se debe hacer, involucrando a la sociedad argentina. Para que se llegue a algo que le sirva a Argentina y que tenga legimitidad. Aunque no podemos establecer un plazo con precision, tendría sentido que llegara a los primeros meses de 2021.

--Aunque el gobierno prefiere no hablar de planes, ¿el FMI no les va a pedir presentar un plan, las proyecciones macroeconómicas y cómo alcanzarlas?

--Si se piensa en un plan como atarse a formas rígidas, a acciones predefinidas por un tiempo largo, eso no tiene sentido. Lo que sí habrá es una clara definición de cuáles son los objetivos a los que se apunta. Y cómo manejar la economía para llegar a esos objetivos. Los objetivos son generar trabajo, generar valor agregado en la economia y tranquilizar a la economía argentina. Eso requiere generar divisas para que haya estabilidad. Y hay instrumentos para lograrlo.

Hay cosas que se han venido haciendo para defender el trabajo, defender la producción, el ingreso de los sectores más vulnerables, recuperar un mercado de deuda en moneda local. Todo eso es parte de una estrategia económica para lidiar con una situacion de doble emergencia, que era la crisis de deuda que se está resolviendo, y la crisis del coronavirus. Mañana, año 2021, si no hay pandemia dependiendo de cuánto dure, y con una crisis de deuda resuelta, tendremos otra situacion que esperamos que va a ser buena. 

--¿Y esa estrategia económica forma parte de la negociación con el Fondo?

--Vamos a buscar un programa que sea el que nosotros queremos, con nuestra estrategia económica en pos de los objetivos que buscamos. Por eso puede que sea necesario que la negociación sea dura. Tal como ocurrió con la deuda, hay que tomarse el tiempo necesario para resolver el problema en serio. Si uno hubiera querido resolver el problema rápido, tomando un atajo, en realidad lo que hubiese hecho es patear el problema hacia adelante. 

--¿Es posible que, dentro de esa negociacion con el Fondo, se planteen una reforma laboral y una reforma previsional?

--El Fondo hará en su momento sus planteos. Todavía las negociaciones no se iniciaron, lo que nosotros tenemos claro es que vamos a apuntar a un programa que respete lo que es sano para el país. Y para Argentina es sano generar trabajo, es sano generar valor agregado y es sano generar divisas que nos permita sostener el crecimiento. No vamos a aceptar algo que dañe a Argentina. Eso está fuera de nuestra línea.

--Trascendió que hubo consultas con Cristina Kirchner antes del cierre de las negociaciones. ¿Cómo es la relación con la vicepresidenta?

--Estuve con la vicepresidenta el lunes que se cerró el acuerdo, también había estado con ella previamente. Tenemos muy buen diálogo, que a mí me resulta muy valioso. Encuentro en ella una forma de ver las cosas, una inteligencia y una fuerza que le hace bien a Argentina, y le hace bien a este proceso de construccion de medidas y de políticas en el Frente de Todos. De la deuda también hemos obviamente hablado. Así que ese lunes estaba al tanto, obviamente, de los últimos pasos, concretamente el último que dimos ese día. Y estuvimos dialogando, como siempre, de algunos otros temas.

--El último jueves, tras la reunión del gabinete económico, Cecilia Todesca (vicejefa de Gabinete) dijo que se está trabajando en medidas de corto plazo, acentuó que para la reactivación del consumo, y de largo plazo, que vinculó a  medidas estructurales. ¿Podría darnos algún detalle de esas medidas?

--Por supuesto. Lo central en lo que estamos trabajando es la ley de presupuesto 2021 que hay que enviarla al Congreso a mediados de septiembre. Como parte de ese esquema, se incluyen medidas para reactivar el mercado interno. Lo que tiene que ver con la pandemia, mucho se incluyó en la enmienda presupuestaria del año 2020 que está tratando el Congreso. 

En cuanto al presupuesto futuro, nosotros vemos que para 2021 el Estado va a tener un rol importante acompañando al sector privado. El Estado tiene que impulsar ciertas partidas para que haya más dinamismo en la economia. Aqui la obra pública va a tener un rol muy importante, la vivienda también, muy importante. Y las políticas que generen un impulso a la demanda general y que estén acompañadas de créditos a tasas sostenibles van a tener un rol importante. 

Al mismo tiempo, que es lo que Cecilia Todesca marcaba, se va trabajando en medidas que apuntan a que Argentina tenga mejores condiciones para el aumento de la producción de lo que se exporta. Porque más allá que, saliendo de la pandemia, va a haber mucha capacidad instalada que se puede poner en uso, y le permita al país tener la posibilidad de recuperarse, sin que haya al principio la necesidad de un aumento en los niveles de ahorro ni de disponibilidad de dólares para importar, más adelante, para poder sostener el crecimiento, va a hacer falta generación de dólares, para evitar una estrangulación de importaciones de insumos. Para eso se necesita que crezcan las exportaciones.

--En un escenario de crisis tan complejo, con grandes empresas que saldrán seguramente a tratar de recuperar posiciones al menor costo cuando se abra la economía, ¿en qué condiciones se puede plantear un esquema de recuperación que mantenga la centralidad del trabajo, como postulan desde el gabinete económico?

--El objetivo numero uno es crear trabajo, así que sí, buscamos que la generación de trabajo sea lo central. El Estado va a tener un rol muy presente en empujar la economía, si no hace eso se va a dar una falta de dinamismo que impediría la generación de trabajo, impediría la recuperación de la actividad económica, sobre todo en un contexto se salida de una situacion de crisis mundial muy profunda, y una crisis doméstica que Argentina viene teniendo desde 2018. Que también es muy profunda y que necesita que alguien genere certidumbre acerca de que lo que se produzca va a ser demandado. Por eso el Estado tiene que tener un rol muy importante. 

En un contexto muy difícil, de pérdida de empleos, se tomaron medidas que evitaron que la situacion fuese peor. Justamente, por donde estamos, al hacer el ranking el objetivo numero uno  es crear trabajo.

--¿En qué sectores están pensando para darle impulso al empleo?

--El sector que por excelencia genera reactivacion es la construcción. Tiene un efecto multiplicador muy alto, directo e indirecto, por todo lo que conlleva en términos de generación de trabajo, de demanda de insumos producidos localmente. Ese es un punto importante: la política pública apunta en el marco de una reactivacion, a minimizar el componente de insumos importados. Porque lo que escasean son los dólares y lo que necesitamos es generar más multiplicador local.

--¿Va a haber incentivos a la obra privada?

--Va a haber incentivos a la obra privada, que se van a estar anunciando en su debido momento y que son parte de las medidas que se han venido trabajando.


El ministro cuestionó el rol de la banca privada por darle la espalda a la producción

Guzman: "Vamos a reorganizar el sistema financiero"

Imagen: Kala Moreno Parra.

El papel de la banca privada durante la crisis de la pandemia fue duramentre criticado por sectores de la actividad económica, principalmente pymes. Al drama de los cheques rechazados le siguió, luego, la cantidad de trabas que interpusieron las entidades para que las empressas mpás necesitadas pudieran acceder a las líneas de créditos subsidiados que, como salvavidas, había implementado el gobierno nacional. La situación durante la pandemia no hizo más que agravar una relación complicada, entre el sistema financiero y la producción, que viene ya de hace unas décadas, cuando la financiarización de la economía y la especulación financiera desplazaron al crédito para la producción y el rol de asistencia a la economía productiva que tradicionalmente debió tener.

Martín Guzmán, en la entrevista con Página/12, habló de esta anomalía y explicó cómo las erradas políticas monetarias convirtieron medidas de emergencia en una situación estructural: un sistema financiero que sólo le presta al Estado y a tasas altísimas.

¿Le preocupa el rol que hoy tiene el sistema financiero? ¿Cómo se hace para acoplarlo a un programa productivo y sacarlo de una lógica puramente especulativa?

Durante lo que es nuestro periodo de gobierno, queremos dejar en Argentina un sistema financiero reorganizado. Hoy tenemos un sistema financiero que es la consecuencia de haber vuelto estructural lo que eran medidas de emergencia economica. Una anomalía, que es que los depósitos del sector privado que toman los bancos, se canalizan a prestarle al Banco Central que les ofrece Leliqs a cambio. Y después, tenemos que emitir para pagar esas Leliqs. En lugar de que los depósitos, los ahorros de la gente y las empresas, se canalicen en crédito para la inversión productiva y sólo eventualmente para financiar políticas públicas.

Queremos dejar en la Argentina un esquema distinto para el futuro. No hace falta de reformas legales, se puede hacer simplemente con administración de la política del Banco Central, en un esquema fiscal monetario consistente.