La cifra de contagios de coronavirus aumenta y el sistema médico salteño comienza a ponerse a prueba, con salas de terapia intensiva que se ocupan, respiradores que se utilizan y una lista de fallecidos que llegó a 6 casos en un abrir y cerrar de ojos.
Tartagal pica en punta con los casos y anoche, tras confirmar 35 positivos, el intendente Mario Mimessi retrocedió con las flexibilizaciones a casi una fase 1 de la que habían logrado salir hace un par de semanas.
En Capital el goteo de casos es incesante, pero aún parece estar todo dentro de los carriles necesarios como para no volver atrás con las actividades autorizadas, inclusive esta semana autorizaron los espectáculos en locales gastronómicos y habilitaron los protocolos para que realizadores audiovisuales puedan filmar.
Los que pase en estos siete días será clave para evaluar la evolución del coronavirus en Salta, y el escenario más optimista traslada cualquier nueva decisión al próximo domingo, fecha en la que esta previsto se revisen las actuales medidas.
En el plano económico el ministro de Economía, Roberto Dib Ashur, podrá encarar las negociaciones para refinanciar la deuda con la tranquilidad de haber pagado, en segundo vencimiento, los 16 millones de dólares del crédito del Fondo de Reparación Histórico del Norte.
En tanto, a nivel doméstico se abonó este mes el último 10 por ciento de aumento salarial que completó los 30 prometidos en las paritarias de marzo. Si bien desde el Gobierno consideran que el incremento cubre con creces la inflación, saben que la mala relación con los gremios de educación y de salud podrían complicar las futuras paritarias.
Párrafo aparte para la decena de militantes celestes que bajo el lema de "salvemos las dos vidas" clavaron en plena pandemia y con casos de contagios en aumento, una manifestación en el monumento a Güemes. Lejos de salvar vida alguna, la marcha de ayer puso varias en riesgo, y formalmente violó, por lo menos, un par de disposiciones del COE.
La semana loca de los intendentes
El secretario del Interior, Mario Cuenca, terminó el viernes aislado por sospecha de Covid, pero tranquilamente podría haber sido por un pico de stress, ya que en los municipios demostraron esta semana tener una imaginación que deja a Gabriel García Márquez con la misma gracia que un escribano.
En Cafayate el Concejo Deliberante aprobó una ordenanza para cobrarle a cada turista que quiera entrar a la ciudad una “ecotasa”, para, dicho en forma simplificada, tener con qué limpiar cuando se van y arreglar todo lo que rompen. También podría haber incluido como medida complementaria una gran pancarta en la entrada al pueblo que diga: "Turistas go home".
El intendente Fernando “Casita” Almeda en cuanto pudo anuló la ordenanza y hasta el propio concejal autor de la iniciativa, Facundo Guzmán, manifestó que no sabía porque se la trató en un momento tan inoportuno, pero, sin embargo, en la sesión votó a favor (no era cuestión de dejarlo huérfano a su proyecto), y advirtió que el año que viene insiste con la idea. Retroceder nunca, rendirse jamás.
En Colonia Santa Rosa el intendente Mario Guerra, que va por su segundo mandato, pidió ser intervenido ante la crisis económica del municipio, que tiene a empleados estatales tomando el edificio municipal. El ahora jefe comunal en situación de calle, acusa al Grand Bourg de que no le tira un peso, un centro, una caricia… algo. Solo le falta darse vuelta los bolsillos del pantalón para mostrar que solo tiene pelusas.
Santa Victoria Este atraviesa una crisis institucional que incluye una interna entre comunidades originarias. El intendente resiste los pedidos de destitución y el Concejo embate una y otra vez tratando de sacar a Rojelio Nerón, al que le iniciarán un juicio político. En tanto, por el pueblo hay bandos movilizados conviviendo, por ahora, en una tensa calma expresando su apoyo o repudio al intendente .
Y todo esto bajo la tibia mirada del Gobierno, que práctica un “laissez faire, laissez passer” (dejar hacer, dejar pasar) para que, se supone, en esas alejadas latitudes la Pachamama acomode lo que los mortales no pueden.
En tanto, para Aguaray los pedidos de destitución al intendente Jorge Prado, investigado por la Justicia como uno de los responsables del robo de más de 250 caños del gasoducto del NEA valuados en varios millones de dólares, llegan desde la Legislatura.
Al que ya existía en Diputados, esta semana se sumó otro en el Senado que casi obtiene la media sanción, pero como desde el gobierno todavía no le bajan el pulgar a Prado, las iniciativas de intervención se pierden en el laberinto legislativo.
En tanto, en Metán el intendente José Issa, al grito de “lo primero es la familia”, anunció que no iba a prohibir las reuniones familiares, tal como lo dispusieron el Presidente y el gobernador, básicamente porque considera desacertada la medida y de imposible cumplimiento.
De esta manera esa ciudad se convirtió en la única del país en la que los parientes podrán verse cara a cara. Desde el gobierno mascullan bronca, pero solo observan a este municipio pródigo sin apurar sanciones.
Veredas enfrentadas en FdT
“Una calle me separa, del amor que está en mis sueños” (“Una calle nos separa” de Néstor en Bloque).
El Frente de Todos salteño con la llegada de Alberto a la presidencia prometía un 2020 en el que iba a tirar la casa por la ventana. Cinco legisladores nacionales, algunos intendentes, dependencias nacionales con cargos que cubrir, y una línea directa con la Casa Rosada que no tenían ni Gustavo Sáenz, ni Bettina Romero, sustentaban esos buenos augurios.
Medio año después, convertidos en una especie de Armada Brancaleone, lo único que están por tirar por la ventana es al Oso Leavy, que tiene un liderazgo más cuestionado que el DT del Barcelona, con la diferencia de que en el FdT no hay ningún Messi que pueda salvarlo.
Esta semana hubo un nuevo pronunciamiento de los partidos que componen al Frente en Salta, quienes prolijamente se pusieron en la vereda de enfrente del Partido de la Victoria, en un claro desplante a su conductor.
Pero, aunque así lo parezca, no están todos los puentes rotos y el martes se reunirán los presidentes de cada partido, incluido el propio Leavy, para parlamentar y limar, si es que aún es posible, las asperezas que los separan.
A partir de ese día se esperanzan con volver a reconstruir el espacio y articular en forma coordinada lo que hoy es un cúmulo de acciones individuales de todos los referentes, partidos y agrupaciones, sabiendo que las legislativas del 2021 ya están a la vuelta de la esquina.
PJ: ser o no ser (saencista)
A río revuelto ganancias de pescadores, esta semana Bettina tuvo sus minutos de oficialismo en el lanzamiento del nuevo Procrear, mientras que Sáenz finalmente consiguió la buscada foto mano a mano con Fernández que le era esquiva desde diciembre.
Referentes del FdT ven como algo natural que eso suceda. Para ellos el Presidente tiene como premisa gobernar junto a gobernadores e intendentes “así sean Drácula”, pero igualmente saben que en las próximas elecciones ya no tendrán la exclusividad de Fernández, e inclusive especulan con un 2023 idéntico al 2007, en el que los dos principales candidatos a gobernador llevaron a Cristina en su boleta.
Por eso el desafío del alberkirchnerismo salteño será diferenciarse en cuanto proyecto y objetivos con el saencismo y el romerismo, algo que por el momento no logran plasmarlo.
Igualmente, tanto el gobernador como la intendenta capitalina saben que la forma de canalizar (o colonizar) el oficialismo nacional es a través del Partido Justicialista, hoy reducido a un sello del que pocos se hacen cargo, pero que a medida que se acercan las elecciones, sus acciones suben de valor.
El foco está puesto en el próximo congreso partidario a realizarse a fin de mes, si el coronavirus deja, y para el que se plantean tres escenarios posibles: que nada pase y sea un nuevo ejercicio de catarsis de los compañeros (poco probable), el desembarco saencista (altamente probable) y/o la vuelta del romerismo (frío tirando a helado).
“De tu amor no exijo nada, solo quiero ser tu dueño” (“Una calle nos separa” de Néstor en Bloque).