Siete de cada diez personas que teletrabajan se encargan en simultáneo del cuidado de sus hijas e hijos desde que comenzó la cuarentena en el AMBA. El dato se desprende de un estudio realizado por la Asociación Civil Tejiendo el Barrio en conjunto con la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, que además mostró que antes del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO) la escuela era el principal agente de cuidado de chicos y chicas. Según se plantea en el informe final, esto será un problema en una posible vuelta a los lugares de trabajo en un contexto post cuarentena: "La encerrona es clara, las escuelas son un foco de riesgo principal, pero si los niños y las niñas no vuelven a las aulas, sus padres tampoco pueden volver a sus puestos de trabajo", explica el informe.
“Trabajo y tareas de cuidado de cara al fin del ASPO” es el título del relevamiento que estuvo a cargo de la socióloga Bárbara Estévez Leston y la magister en Ciencia Política Sabrina Morán. El objetivo del estudio, basado en datos recolectados por una encuesta realizada a 800 personas del AMBA entre los meses de mayo y junio, fue el de analizar "el rol que cumplen las redes de cuidado normalmente en la vida de los padres y madres, y la forma en que han mutado en el contexto del Aislamiento".
De la población encuestada, el 55 por ciento respondió que a partir de la cuarentena debió comenzar a encargarse por sí misma del cuidado de sus hijos e hijas, cuidado del que previamente se ocupaban la escuela o sus familiares. Sin embargo, la cifra se eleva aún más cuando se trata de aquellos que, por no ser esenciales, debieron empezar a teletrabajar desde sus casas: el 73 por ciento aseguró que cuida a los chicos y chicas al mismo tiempo que se encuentra trabajando.
Según se lee en el informe, "normalmente las principales instituciones que se ocupan del cuidado de los niños y niñas son la escuela y la familia". Es que el 28 por ciento de los encuestados sostuvo que antes del aislamiento la escuela era el principal agente de cuidado de los chicos y chicas, seguida por los familiares, lo que incluye al otro progenitor o progenitora, con un 25 por ciento.
Mientras que el 67 por ciento de los encuestados que señalaron a la escuela como principal agente de cuidado indicaron que ahora se encargan solos de esa tarea, la situación es diferente en aquellos padres y madres que, además de la escuela, cuentan con familiares que los ayudan. En estos casos, el 45 por ciento de las personas respondieron que siguen recibiendo colaboración de sus familiares. En este sentido Morán explicó que "los resultados muestran que la red de cuidado se sostiene bastante sobre estructuras familiares. Hay un tejido solidario que sostiene la situación extraordinaria que estamos viviendo".
Así, la principal problemática que se desprende del estudio es la de aquellos padres y madres que solo cuentan con la escuela y que ahora deben cuidar a sus hijos e hijas al mismo tiempo que realizan su trabajo: "No es solo alimentarlos, sino hacer las tareas, jugar, compartir la computadora y muchas otras cosas más", sostuvo Morán.
Pero más allá de esto, el estudio deja una pregunta abierta de cara a una posible finalización de la cuarentena, en el caso de que la vuelta a los lugares de trabajo se llegara a producir con los colegios aún cerrados: "¿Cómo llevar adelante la reactivación de la economía, y por tanto la normalización del trabajo, sin normalizar la actividad del sistema educativo?", se preguntan las investigadoras en el informe.
Feminización del cuidado
Los resultados finales del relevamiento también fueron desagregados a partir de "datos sociodemográficos", con variables que incluyeron, entre otras, el género de las personas a cargo del cuidado de los hijos e hijas. Mientras que el 31 por ciento de las mujeres respondieron que ya se encargaban del cuidado antes de la cuarentena, en los varones ese número descendió al 19 por ciento. Según el informe, esta tendencia se profundizó aún más con la llegada de la pandemia y ahora, en tiempos de teletrabajo, el cuidado está en un 58 por ciento a cargo de mujeres y solo en un 39 por ciento a cargo de los hombres.
Según Morán, la cuarentena reforzó la histórica "feminización de las tareas de cuidado" basada en una "visión estereotipada de la división sexual de tareas", según la cual "los varones van a la oficina a trabajar y ellas tienen tareas que pueden hacer desde casa". Además, la investigadora sostuvo que "lo mismo sucede con las licencias para padres de niños menores de 6 años que dieron algunas universidades y organismos: probablemente se la tomen más las mujeres y el cuidado termine siendo igual una responsabilidad que recae en la madre".
Informe: Santiago Brunetto