Con la flexibilización del aislamiento por coronavirus, llega para los franceses la oportunidad de tomarse pequeñas vacaciones de verano y alejarse de las ciudades. Con ello, advierten desde los refugios de animales, llega también la época más triste del año para las mascotas: el 60 % de abandono de mascotas que ocurre en el país se da entre junio y septiembre, el verano europeo.
La prohibición de llevar mascotas que imponen ciertos hoteles o el aumento en el costo de los hospedajes parecen motivos suficientes para dejarlos a la deriva.
En Francia se abandonan cada año entre 100.000 y 200.000 mascotas, mientras que en otros lugares cercanos, como Reino Unido, esa cifra alcanza los 16.000. Es por eso que los franceses se han ganado el terrible mote de “Campeones de Europa” en abandonar mascotas. Los refugios de animales en todo el país son prueba de esta cuestionable tradición.
"Los propietarios rara vez tienen el valor de aparecer con sus compañeros no deseados", dijo a la BBC Betty Loizeau, directora de un refugio al norte de Toulouse desde hace más de 20 años. "En cambio, llaman para decir dónde se pueden encontrar, o los dejan en cajas fuera del refugio al amparo de la oscuridad", lamentó.
"Las excusas que suelen dar son que se van de vacaciones, van a tener un bebé, se mudan de casa o tienen una nueva pareja con alergías", explicó Loizeau.
En el espacio que dirige, las historias son de lo más variadas. Pom Pom, un gato de pelo blanco, fue abandonado por el señor con el que convivió durante 15 años porque, le confesó el hombre a Loizeau, su nueva novia es alérgica a los gatos. Misha, otro gato que vive en el refugio, fue abandonado por su familia luego de lastimarse la pata saltando desde un balcón. El problema, contó Loizeau, es que sus dueños no quisieron pagar los honorarios del veterinario. Pepito, un pinscher miniatura de cinco años, fue amarrado a un poste de luz por un miembro de su familia, que se comunicó con el refugio para dar aviso.
Campaña contra el abandono
En una campaña publicitaria para alertar sobre el abandono de mascotas, los franceses fueron descritos como los "campeones europeos de las mascotas abandonadas", al ritmo del himno de rock de Queen, We are the Champions.
El vergonzoso reconocimiento, sin embargo, no logró cambiar la tendencia: un informe parlamentario de junio reveló que cada año los propietarios sueltan a sus mascotas en cantidades cada vez mayores.
"Las mascotas se ven cada vez más como una compra impulsiva", opinó Marina Chaillaud, una veterinaria de los alrededores de Burdeos que ha estudiado la relación social entre los franceses y sus mascotas. "Cierta raza de gato o perro está de moda y los dueños quieren uno, como un nuevo teléfono inteligente", explicó.
"Por supuesto, como un teléfono inteligente, cuando pasa de moda, lo abandonan para actualizarlo un par de años después, cuando se considera que una nueva generación está de moda", lamentó. Lo mismo ocurre cuando los perros son adquiridos para regalar: "a menudo, los padres obtienen mascotas para sus hijos y cuando crecen y pierden interés en ellos, la mascota se va".
El otro factor que influye en esta tendencia, según la especialista, es la resistencia por parte de los franceses de hacerse cargo de los costos que implica tener una mascota. "En Francia, donde el Estado es tan omnipresente, la gente está acostumbrada a obtener medicamentos recetados en una farmacia sin entregar dinero". Entonces, explicó Chaillaud, los franceses "se sorprenden cuando tienen que pagar para tratar a sus mascotas. Como resultado, muchos animales domésticos son abandonados cuando se enferman o envejecen".
Proyecto de ley
Una parlamentaria en Toulouse, Corinne Vignon, es propietaria de varios gatos callejeros y ha presentado un proyecto de ley en el parlamento que dificultaría la compra de mascotas y haría más fácil rastrear a los propietarios que las maltratan o las abandonan. La iniciativa, que cuenta con el aval del resto de los partidos políticos y podría salir este año, tiene la intención de introducir el etiquetado obligatorio y aumentar el límite de edad mínima de los compradores.
"La forma en que los dueños actúan con las mascotas es un buen indicador del comportamiento humano", opinó la parlamentaria. "Los estudios muestran que quienes tratan mal a sus animales también tienen muchas más probabilidades de verse involucrados en violencia doméstica", dijo en ese sentido.
Para Betty Loizeau, la dueña del refugio en Toulouse, hace falta algo más que nuevas leyes. "Ya tenemos disponibles sentencias severas, incluida la cárcel para los dueños que tratan mal a sus mascotas", recordó. "La policía me ayuda, pero cada vez que voy a la oficina del fiscal con pruebas, no están interesados", denunció la rescatista.