Un hombre de 29 años que se hacía pasar por familiar de víctimas para hacer estafas telefónicas, es el primer condenado de una banda desbaratada a mediados de este año. La pena es a tres años de prisión de cumplimiento condicional y deberá pagar dos millones de pesos en concepto de reparación a las víctimas de media docena de hechos. Diego Traico fue sentenciado en un juicio abreviado, homologado por el juez Román Lanzón., como uno de los miembros de la asociación ilícita que tiene a otros siete integrantes presos a la espera de juicio, imputados por el fiscal Mariano Ríos Artacho, por más de 40 engaños.
Asociación ilícita y estafas fueron las imputaciones contra Traico, por ser parte del clan delictivo "con permanencia en el tiempo destinada a cometer delitos de manera organizada". La investigación se realizó entre abril y junio pasado, sobre unos 42 hechos --34 estafas con la modalidad del cuento del tío; y 8 extorsiones con la modalidad de secuestro virtual--, ocurridos entre febrero y junio.
En la organización delictiva, los imputados tenían roles intercambiables, que iban desde la planificación, el suministro de logística a través de la provisión de elementos de comunicación, lugares físicos para la realización de los llamados y vehículos, la puesta en escena engañosa y extorsiva propiamente dicha y la recolección del botín.
La modalidad general para cometer los hechos era a partir de un llamado al teléfono fijo de la víctima --comúnmente personas mayores--, obtenido al azar de sitios web como “páginas amarillas”, proveniente de un celular al que le colocan un chip con una línea prepaga, registrada con datos falsos.
En esa oportunidad, según la investigación, una persona se hacía pasar por un familiar (sobrino, hijo, entre otros) de la víctima, le refería que en breve se produciría un cambio en los billetes en circulación, o bien que se venía un nuevo "corralito", provocando que la persona engañada entregara su dinero a una tercera persona que se identificaba como contador. Esa persona se presentaba en inmediaciones del domicilio de la víctima para retirar el dinero y les decían que sería devuelto una vez realizada la operación de cambio. En otras ocasiones, una voz llorosa se hacía pasar por un ser querido en peligro -"secuestrado"- y se pedía un rescate que debía ser entregado en determinado lugar de la vía pública (árbol, contenedor, etc.), para luego ser retirado por otra persona.
Según se indicó desde el MPA, el rol de Traico era el de realizar las llamadas telefónicas simulando ser un familiar de las víctimas, para llevar adelante el engaño. La acusación expresa que lo hacía desde adentro de un lugar determinado, llamado vulgarmente bunker.
Del total de hechos investigados, le atribuyeron los cometidos el 20 de junio, en 3 de Febrero al 500 de la localidad de San Lorenzo, donde una mujer de 81 años entregó 35.000 pesos y alhajas. Otro del 6 de mayo, en Oroño al 900, cuya víctima, una mujer de 83 años, entregó la suma de 70 mil dólares. Una semana después, en España al 1100, otra señora de la misma edad entregó 67 mil dólares y 23 mil pesos. En tanto, a fines de mayo, en la misma cuadra, una mujer de 94 años entregó 50 mil pesos. El 1 de junio, en pasaje Álvarez al 1500, un hombre de 91 años entregó 100 mil dólares y 120 mil pesos, luego de ser engañado. Tres días después, en Paysandú al 600, la víctima de 83 años entregó 4 mil dólares.
La condena indica que el cumplimiento de la pena será condicional y se le impusieron reglas de conducta como la prohibición absoluta de acercamiento y contacto por cualquier medio con las víctimas, entre otras.
En la causa también están implicados Matías H., Julio César T., Vanesa Aldana M., Lucía del Valle T., Florencia Sofía T., Vanesa Paola T., Franco Emanuel M., Eluney Abigail V., Blanca Violeta M., dos de los cuales están prófugos.