Desde Roma
Rompiendo una vez más con la tradición que en el Vaticano asignaba puestos de relevancia sólo a hombres, el papa Francisco dio esta semana nuevo espacio a las mujeres. Como miembros del Consejo de Asuntos Económicos de la Santa Sede, encargado de asesorar y controlar el accionar de la Secretaria de Economía creada por el Pontífice en 2014, el papa nombró seis mujeres expertas en economía y finanzas. Integrado por 15 miembros, ocho de ellos cardenales o miembros de alto rango de la Iglesia, y siete laicos. Entre éstos Francisco nombró a un sólo hombre, el economista italiano Alberto Minali.
La mujeres nombradas son expertas de distintos países a nivel de economía internacional, dos son españolas, las doctoras Eva Castillo Sanz y María Concepción Osácar Garaicoechea, dos alemanas, Charlotte Kreuter-Kirchhof y Marija Kolak y dos inglesas, Ruth Mary Kelly y Leslie Jane Ferrar. Todas ellas tienen títulos universitarios de distintas universidades europeas y estadounidenses pero también una larga experiencia como profesoras universitarias o trabajando en bancos como el Berliner Volksbank, Merrill Lynch, Hsbc, o en compañías importantes en materia de inversiones como Azora Group o Santander Central Hispánico Activos Inmobiliarios o Telefónica, entre otras empresas. La Inglesa Ruth Mary Kelly fue además secretaria de estado para la educación durante el gobierno laborista de 2004-2008 y su connacional Ferrar fue tesorera del príncipe Carlos de Inglaterra de 2015 a 2017.
Según un estudio realizado en el Vaticano por Vatican News, la agencia de prensa vaticana, ha aumentado considerablemente el número de mujeres que trabajan en el Vaticano desde el papado de Francisco. Cuando Benedicto XVI era Papa, en 2010, había 4.053 empleados en el Vaticano, de los cuales 697 eran mujeres, es decir el 17 por ciento del total. En 2019 en cambio, el total de dependientes era 4.618 y las mujeres eran 1.016, es decir el 22 por ciento. Ahora se calcula que ese porcentaje gira en torno al 24.
Otro detalle interesante que destaca la investigación de Vatican News es que el papa ha nombrado varias subsecretarias en estos años, un rol que pertenece al sector de los dirigentes de un dicasterio, tradicionalmente dirigido por hombres. Uno de los últimos nombramientos en este sentido fue en enero pasado el de Francesca Di Giovanni como Subsecretaria de la Sección de Relaciones con los Estados. En 2017 Francisco había nombrado dos subsecretarias en el dicasterio de los Laicos, la Familia y la Vida, Gabriela Gambino y Linda Ghisoni, ambas laicas, madres de familia y con hijos. Otro nombramiento importante hecho por Francisco fue el de la experta en Historia del Arte, la italiana Barbara Jatta, como primera mujer directora de los Museos Vaticanos, una sede de inmensa riqueza y considerado entre los cinco museos más visitados del mundo.
Entre los seis nuevos cardenales nombrados por el papa en el Consejo de Asuntos Económicos, presidido por el cardenal alemán Reinhard Marx, se destaca el brasileño Odilo Pedro Scherer, arzobispo de Sao Paulo, único representante latinoamericano mientras los demás son exponentes de la Iglesia de Canadá, Suecia, Hungría, Estados Unidos e Italia.
El papa Francisco creó el Consejo de Asuntos Económicos en 2014, en un Motu Propio -es decir una decisión tomada por propia iniciativa- donde precisó que este Consejo tendría la tarea de “supervisar la gestión económica y vigilar las estructuras y actividades administrativas y financieras de los Dicasterios de la Curia Romana, de las Instituciones relacionadas con la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano”. El Motu Propio también indicó que teniendo en cuenta las indicaciones del Consejo de Asuntos Económicos, la Secretaría de la Economía (virtual ministerio de economía del Vaticano) “responde directamente ante el Santo Padre y lleva a cabo el control económico y la vigilancia de los Entes así como las políticas y los procedimientos relativos a las adquisiciones y a la adecuada distribución de recursos humanos, respetando las competencias propias de cada Ente. La competencia de la Secretaría se extiende, por tanto, a todo lo relacionado con el ámbito económico”. Con la creación de estos dos entes el papa quiso limitar algunos abusos que se verificaron en años precedentes en cuanto al uso de fondos vaticanos pero también desastres como el que se verificó en 1982 cuando el banco vaticano IOR (Instituto para las Obras de Religión) fue acusado de blanquear dinero de las mafias.
La Secretaría de la Economía estuvo a cargo, en un primer momento, del cardenal australiano y arzobispo de Sidney, George Pell, a quien en 2017 el papa le pidió que dejara su cargo y fuera a Australia para responder a una serie de acusaciones de abusos sexuales de menores. Después de algunos años de cárcel, Pell fue absuelto. A cargo de la secretaria estuvieron varias personas pero desde enero pasado está a cargo el jesuita español Juan Antonio Guerrero Alves.