Es muy difícil hacer lo que proponen Heike Faller y Valerio Vidali sin caer en la cursilería. Desplegar los posibles aprendizajes de una vida en alrededor de cien páginas, a razón de una página, una frase y una ilustración por año se presta al cuadernucho de autoayuda o al tomito naif con máximas para Instagrams con ilusiones de profundidad. Pero no. La guionista alemana y el ilustrador italiano esquivan con lo justo ese peligro en 100 años. Lo que la vida te enseña, publicado recientemente por el sello Salamandra Graphic.

Y la principal herramienta que utilizan para equilibrar el contenido del libro es la sencillez. Del lado de Faller, líneas de texto mínimas: las más de las veces son apenas oraciones unimembres y nunca despliegan artificios innecesarios. Del lado de Vidali, en tanto, un dibujo austero, que no llega al minimalismo, pero por momentos coquetea con él. La combinación permite la elocuencia, pero no desbarranca en el pastel optimista del “vive la vida como si mañana no existiera”. Si hay un mensaje de “vive la vida” es “vívela porque mañana la cosa puede ponerse jodida”. Pero tampoco se va por la pesadumbre.

En lo formal, 100 años permite reflexionar sobre los límites del lenguaje de la historieta. No hay “secuencia” en el sentido más tradicional que la teoría (Will Eisner, Scott McCloud) designa para la disciplina. No hay división de la página en viñetas, no hay un personaje que guíe la acción (casi inexistente, por otro lado) y la continuidad entre un año y el siguiente tampoco reposa en un sujeto que la haga avanzar. No es el aprendizaje de una persona o personaje, sino la suma de una serie de entrevistas realizadas por la alemana a gente de muy variados orígenes con la simple pregunta de “¿qué te enseñó la vida?” Y aún así, es claramente una historieta: de la construcción sucesiva de páginas, donde texto e imagen se articula, emerge un sentido –no necesariamente aristotélicamente narrativo- y una propuesta de lectura bajo sus propias reglas.

Aquí hay otro mecanismo interesante en el artefacto que construyen Faller y Vidali, en el que ambos roles parecen dar un paso al costado. Pero no para dejarle el lugar al otro sino a algo más. Habitualmente, cuando un guionista minimiza lo visible de su trabajo es en aras de que el dibujante se luzca. Si en cambio quien sintetiza y hace menos ostentación técnica es el ilustrador, busca poner de relieve la historia que se cuenta. En este caso ambos hacen lo mínimo indispensable para poner la idea sobre el papel (aunque lo hagan con cierta belleza) y sugieren, al final, un modo de potenciar la lectura (que es leer el libro y charlarlo con alguien mayor que uno mismo).

En cuanto al dibujo en puntual, es interesante ver un libro entero dibujado en color directo con técnicas a veces muy distintas entre sí. Priman los crayones, pero no faltan los colores plenos para fondos, algunas tramas con otras herramientas y hasta se cuelan páginas con otros acercamientos, como el collage digital. Pero Vidali jamás pierde la síntesis y expresa cada línea con un cuerpo diferente: como si las enseñanzas de la vida pudieran caberle a cualquiera.

Lanzamientos

Al despertar (Krysthopher Woods / Maten al mensajero)

¿Ya están agotados los chistes de gatos? Wood –a no engañarse por el nombre, es oriundo del conurbano sur- demuestra que aún hay material esperando, que puede sacar una sonrisa (y más) al lector y que, sobre todo, posee buen olfato para capturar la relación de distanciosa fidelidad que se establece con un felino doméstico. El autor tiene, además, muy buen oído para el habla coloquial, lo que aporta a sus tiras y viñetas una calidez y cercanía que resultan frescas y bienvenidas.

La bruja de Toska (Cristian Blasco y Pablo Burman / Buen Gusto)

Blasco y Burman proponen una aventura medieval donde insinúan un mundo interesante, en que la Iglesia busca brujas aparentemente inexistentes y apoya grupos que cazan brujas dramáticamente reales. El recorrido del libro cumple su cometido, pero es inevitable la sensación de que teniendo otras opciones en los momentos clave del relato, se eligieron los caminos más seguros. En el dibujo hay un esfuerzo por generar climas y señalar al lector distintos momentos a partir de distintos trazos.

Cartas al rey (Fer Calvi / Hotel de las ideas)

Conspiranoias, tensiones en los géneros literarios, cultura pop y neurosis al por mayor: una fórmula eficiente con la que Calvi cuenta la historia de una invasión alienígena a partir de la mente de una chica paranoica y obsesionada con las conspiraciones. Suerte de zeitgeist, Al rey de Constantinopla propone una intriga de ciencia ficción muy inteligente que le permite tocar varios temas, inclusive reflexionar sobre la historieta y en su posterior interpretación por el lector.

Ichabod #1 (Russell Nohelty y Renzo Podestá / Multiversal Ediciones)

Un apocalipsis es difícil de transitar, sobre todo cuando uno acaba de escapar de un neuropsiquiátrico en circunstancias que resultan, cuanto menos, de dudosa realidad. Ahí está el gancho para seguir las aventuras de Ichabod Jones, un joven que ¿habla? con un demonio y trata de arreglárselas para salir entero. Con guiones del norteamericano Nohelty y una propuesta gráfica muy sólida del rosarino Podestá, Ichabod es una buena carta de presentación para la naciente editorial Multiversal.

Viñetas

Poca diversidad en Marvel

De un tiempo a esta parte hay escrutiño público en torno a la falta de diversidad en las políticas empresariales de Marvel Comics. Un artículo de Business Insider puso la cuestión sobre la mesa y tres exempleados de la compañía lo confirmaron. El antiguo editor de la casa Axel Alonso, uno de los pocos afroamericanos en trabajar para la compañía (actualmente no hay ninguno), es uno de esos casos. El artículo revela que casi no hay diversidad étnica en el staff editorial ni ascensos para quienes acceden a un puesto de trabajo allí. Además, las últimas políticas editoriales limitaron la apertura del espectro de los personajes, particularmente después de la salida de Alonso. Otros, como el guionista Sina Grace, confirmaron ese ambiente de trabajo, específicamente en el caso de las diversidades sexuales

Gerard Way, en ascenso

El guionista de The Umbrella Academy aprovecha la atención que recibe por la segunda temporada de adaptación de su historieta junto a Gabriel Bá para anunciar la salida de una nueva miniserie de seis números de The Killjoys. El nuevo lanzamiento del –también- cantante de My Chemical Romance se titulará The True Lives of the Fabulous Killljoys: National Anthem e irá en coautoría con Shaun Simon.

Un auténtico “meltdown”

La comiquería Meltdown Comics, de Los Ángeles, supo ganarse su reconocimiento gracias a una buena cantidad de clientes famosos de cine y televisión, por su presencia en distintos programas y películas, por ser escenario para lanzamientos y premieres. Sin embargo, tras 25 años en el negocio, cerró en 2018 y desde entonces el lugar apenas funcionaba como un canal de video para dispositivos móviles. Ahora ni siquiera quedará eso: se incendió el lunes a la noche, por causas que aún se investigan, pero quizás haciendo honor a su nombre. Entre otras figuras conocidas, Ben Stiller se hizo eco de la noticia: “Lamento mucho oír esto. Meltdown Comics fue un luar especial y mucha creatividad salió de allí. Fue una parte de la historia cultural de Los Ángeles en el histórico Sunset Boulevard”.