La contracción del empleo asalariado privado en la Argentina desde la irrupción de la pandemia es más baja comparado con otros países del continente, gracias al conjunto de políticas implementadas por el gobierno, que tuvieron un rol central en suavizar los efectos de la crisis sobre las condiciones laborales de las y los trabajadores registrados.
Dada la premisa de que el impacto de la pandemia en el mercado laboral es muy profundo, el informe "Situación laboral y herramientas del Estado para su contención" elaborado por el Ministerio de Trabajo comparó el efecto en Argentina con respecto a Canadá, Estados Unidos, Chile y Brasil.
La situación del mercado de trabajo del resto de los países del continente ha mostrado contrastes muy notorios en relación con el desempeño de Argentina durante la pandemia.
Entre febrero y mayo la caída del empleo asalariado registrado del sector privado fue del 19,2 por ciento en Canadá, de 13,8 por ciento en Estados Unidos, de 12,2 por ciento en Chile y de 7,5 por ciento en Brasil. Argentina arrojó una baja notoriamente menor, de 2,5 por ciento.
Las políticas públicas fueron centrales para conseguir este resultado. En esta crítica coyuntura, el Estado sostuvo los salarios de uno de cada tres trabajadores formales a través del programa ATP.
Los despidos están en sus mínimos históricos como consecuencia de la prohibición que entró en vigencia a fines del mes de marzo. "Por primera vez en la historia del derecho laboral se prohibieron por decreto los despidos y las suspensiones sin pago de sumas no remunerativas. Por tercer mes consecutivo las suspensiones continuaron siendo la válvula de escape predilecta para las empresas que se vieron imposibilitadas de afrontar el pago de la totalidad de la masa salarial. La cantidad de trabajadores suspendidos en abril y mayo de este año fue 14 veces superior al promedio de la última década. El momento más agudo de caída del empleo debido a la pandemia parece haber quedado atrás", describe el informe del Ministerio de Trabajo.
De acuerdo a la Encuesta de Indicadores Laborales, en junio de 2020, el nivel de empleo privado registrado en empresas de más de 10 trabajadores del total de los aglomerados relevados, cayó un 0,1 por ciento en relación a mayo, atenuando sensiblemente los resultados negativos de mayo y abril, de 0,4 y 0,6, respectivamente. Esta variación, se explica por el aumento de las contrataciones de personal, que estuvo muy cerca de compensar las desvinculaciones .
A pesar de que todavía permanece entre los registros históricos más bajos, la tasa de entrada de personal a las empresas duplicó la arrojada en los dos meses anteriores (de 0,4 puntos porcentuales). El aumento de las contrataciones de trabajadoras y trabajadores, es el factor que explica el sostenimiento del nivel de empleo asalariado. En particular, el aumento de las contrataciones incidió con mayor intensidad en las ramas del comercio y los servicios financieros.
"Las expectativas empresarias para los próximos tres meses, permiten pensar en la consolidación de este proceso de estabilización del empleo asalariado privado. En efecto, si bien las expectativas netas de aumento de personal, reflejadas en la diferencia entre la proporción de empresas que esperan aumentar sus dotaciones y aquellas que esperan disminuirlas, continúan siendo negativas (-3,4%), resultan de menor intensidad que en los meses previos", concluye el informe.