"Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes". A pesar de su ateísmo, el director de cine Woody Allen suele graficar con esa frase cómo el azar interviene en la vida más de lo que creemos. Si lo sabrá el presidente Alberto Fernández, que tenía un plan que repitió una y otra vez en la campaña: convertir en ley un proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y hacerlo lo más rápido posible. Pero Dios, si acaso existe, decidió reírse y expandir la pandemia de covi por todo el globo. "Es un tema que tenemos que resolver porque es una convicción que tengo. Voy a mandar el proyecto en cuanto pueda", dijo el Presidente sobre por qué todavía no va a mandar el proyecto al recinto. PáginaI12 confirmó que el mayor problema para avanzar en ese tema es más sanitario que político. "El proyecto lo tiene que empujar el ministerio de salud. Imaginate si lo puede hacer en este momento con el trabajo que tienen con la pandemia. Ni que hablar de la sesión de tratarlo en un momento donde la oposición se niega a debatir leyes", dijo a este diario una alta fuente de la Casa Rosada.
Lo cierto es que se aleja la posibilidad de tratar el proyecto este año, una contrariedad para el Presidente, que claramente hubiese preferido debatirlo en un año no electoral.
Pero ahora, la realidad de la covid domina la escena. "Mientras estemos en un pico de contagios y con el sistema de salud estresado, no lo podemos enviar. Apenas la situación mejore y tengamos el sistema de salud tranquilo vamos a poder hacerlo. Hoy el ministerio de Salud está absolutamente estresado con la contención de la covid y la atención a la gente que se enferma" dijo otra fuente que ve a diario al Presidente.
Sistema estresado
Desde el ministerio de Salud, una persona que quiere con todas sus fuerzas que el proyecto salga, explicó la situación a PáginaI12. "Es imposible sancionar Interrupción Voluntaria del Embarazo en este momento. El sistema de Salud está muy estresado y no podés otorgar ahora un derecho que después el Estado no va a poder garantizar". La fuente señaló que el estrés del sistema baje en lo que queda del año, pero no lo descartó por completo. "El escenario es muy dinámico. Mirá si en dos meses sale la vacuna. En lo personal, no creo. Posible, pero no probable".
La oportunidad perdida
En su discurso componedor ante la Asamblea Legislativa en el Congreso en 2018, Mauricio Macri alentó el debate por el aborto (cuya postura contraria era conocida), la ampliación de la licencia por paternidad y la igualdad salarial entre hombres y mujeres. Llegaron a llamar al expresidente "el primer feministo", pero la suya era una postura fingida y el proyecto fue rechazado en el Senado, donde fuera del recinto esperaba su aprobación una marea verde de mujeres que vienen luchando desde hace años por este derecho. Macri había cedido a las presiones de la Iglesia. “Tanto la propuesta de Diputados como las modificaciones que se proponen son increíblemente exageradas: se pasa de convertir algo que es un delito en algo que es una obligación, lo cual es un poco exagerado”, afirmó en ese momento el macrista Federico Pinedo, presidente provisional del Senado, para alimentar los argumentos del rechazo a la media sanción. Cabe destacar que el aborto como obligación no aparecía en ese texto ni en ninguno de este universo tal y como lo conocemos.
En 2019 y desde un acto en Mendoza, finalmente Mauricio Macri decidió dejar la ambigüedad con la que coqueteó durante todo su gobierno en relación con el tema y aludió al cartel de un manifestante. “¿Qué dice ahí? No veo, no veo. ¿Qué dice? Ah, claramente a favor de las dos vidas. A favor de las dos vidas”, manifestó, decidido a fidelizar a su núcleo más duro de votantes. Y para reafirmar su posición, levantó a un bebé con un pañuelo celeste en la cabeza. Ninguna de las dos posturas le sirvió para ganar las elecciones de ese año.
La que sí cambió de opinión sin especular fue la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Durante su gobierno y el de Néstor Kirchner salieron las leyes de Matrimonio Igualitario e Identidad de Género, a pesar de la oposición de la Iglesia. Pero hizo pública su postura contraria a despenalizar el aborto. Según admitió en una sesión, ya fue de la presidencia, cuando integraba la Cámara Alta como senadora, Las "pibas" de verde la convencieron de la necesidad de instalar ese derecho. Había escuchado a las jóvenes.
Una larga lucha
El 8 de este mes se cumplieron dos años del rechazo del Senado a la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. La Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito hizo una intervención con gigantografías en las calles de grandes ciudades del país que generó gran adhesión en la población y una acción en redes por #AbortoLegal2020 a la que se sumaron organizaciones sociales, políticas, de derechos humanos, funcionarios del gobierno nacional, provincial y municipales, y miles de personas, que mantuvo el mensaje primero en tendencias en redes durante todo el día.
La demanda sigue siendo una deuda de la democracia y aún en pandemia siguen existiendo los abortos practicados en condiciones inseguras. "Por eso seguimos exigiendo que tengamos esta ley para salvar vidas y brindar condiciones dignas a mujeres y personas con capacidad de gestar que deciden interrumpir el embarazo. Es una cuestión de salud pública, derechos humanos y justicia social. Esperamos que las instituciones de la democracia y los organismos de Derechos Humanos se sigan pronunciando por este derecho y en repudio a los ataques de odio, a la libertad de expresión de parte de quienes pretenden acallar nuestro reclamo" expresaron. Y agregaron: "Los mensajes de odio de los antiderechos y grupos fundamentalistas no nos detendrán. Lamentamos la falta de responsabilidad de periodistas y medios de comunicación que buscan desinformar claramente beneficiando a estos sectores antiderechos. Nosotras seguimos organizadas y exigiendo más que nunca. Nuestra exigencia es #AbortoLegal2020".
Más temprano que tarde, la demanda podrá cumplirse.