Mientras todos los datos del gobierno de Brasil confirman que los incendios en la Amazonia crecieron una cuarta parte respecto de hace un año, el presidente de ese país, Jair Bolsonaro, negó que esto esté ocurriendo y llamó a “luchar contra la mentira” del fuego en vez de investigar la deforestación ilegal de tierras para la posterior utilización de emprendimientos agrícolas y ganaderos.
"Un bosque tropical no se incendia. Así que la historia de que la Amazonía está ardiendo es una mentira y tenemos que luchar contra ella con cifras", declaró el mandatario durante una reunión virtual del Pacto de Leticia, integrado por los países que comparten el mayor bosque tropical del mundo. Allí y en varios foros internacionales, el mandatario ultraderechista recibe constantes críticas por los extensos incendios y la deforestación de esos territorios brasileños durante su mandato.
Bolsonaro contra los datos
Los datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) de Brasil comprobaron que los incendios en esa zona aumentaron en julio un 28 por ciento respecto del mismo mes en 2019. Es más, el organismo precisó que el mes pasado hubo hasta los 6.803 fuegos.
Para Bolsonaro esta información del Estado brasileño es una "mentira" y hasta invirtió la información oficial. Dijo que en vez de aumentar un 28 por ciento, los incendios se redujeron en un 25 por ciento en julio. "Estamos haciendo grandes, enormes esfuerzos para luchar contra los incendios y la deforestación, pero aun así nos critican", dijo en la reunión.
Sin embargo, los datos añaden que la deforestación alcanzó un nuevo récord en los primeros siete meses del año y los expertos afirman que la mayoría son provocados por grupos que impulsan la deforestación de tierras ilegalmente para dedicarlas a la agricultura y la ganadería.
Ante las críticas, Bolsonaro movilizó a militares para combatir los incendios en la cuenca del Amazonas, de la que el 60 por ciento está en Brasil, decretó un veto para los fuegos con fines agrícolas y creó un grupo especial para afrontar el problema.
Cambio climático e incendios
Lo cierto es que el fuego está devastando parte de la selva amazónica. El año pasado, enormes focos arrasaron extensas áreas entre mayo y octubre. Las imágenes satelitales la atención del mundo sobre un bosque considerado como vital para luchar contra el cambio climático.
Bolsonaro, en cambio, es un escéptico del cambio climático y varias veces fue acusado de alentar la deforestación con llamados a abrir la selva tropical a la actividad agrícola y la industria. Su gobierno fue señalado de seleccionar los datos más favorables para él al insistir en la reducción de la deforestación en julio.
Pero a pesar de ese dato positivo, la deforestación en la Amazonía brasileña alcanzó un nuevo récord en los primeros siete meses del año y los especialistas prevén además una nueva temporada preocupante de incendios este año.