Por Juan Manuel Boccacci
En un operativo espectacular transmitido por la televisión de Ecuador el expresidente Abdalá Bucaram fue detenido en Guayaquil. La policía entró a la casa del exmandatario durante la madrugada y lo encontró en la cama con su esposa. El Ministerio Público informó que se lo investiga por presunta “delincuencia organizada” en relación a la venta de insumos médicos durante la pandemia. También estaría involucrado uno de sus hijos. Es el segundo arresto en tres meses para Bucaram que en 1997 fue destituido de la presidencia por la Asamblea. Para el sociólogo y catedrático del Universidad Central de Ecuador, David Chávez, el caso Bucaram destapa una lógica corrupta que reestableció el gobierno de Lenín Moreno . “El presidente necesitaba apoyo de grupos de poder y lo encontró repartiendo el Estado. Los Bucaram forman parte de esa estrategia”, sostuvo Chávez.
Show mediático
Como si se tratara de un capítulo de “Policías en Acción” la policía ingresó a la casa de Bucaram tirando abajo la puerta. Detrás los seguían las cámara de la señal Teleamazonas. Subieron por la escalera y entraron a un cuarto. Prendieron la luz y allí pudo verse al expresidente en paños menores acostado junto a su esposa. Media docena de policías los apuntaban. La Fiscalía ecuatoriana informó que se los investiga por presunta “delincuencia organizada”. En paralelo se llevó a cabo otro operativo en la provincia de Pichincha. Allí fue detenido un funcionario del Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT). “Además del ex Mandatario, este caso involucraría a su hijo, Jacobo B. P. y a 3 funcionarios de la AMT”, publicó el organismo en Twitter.
El Ministerio Público informó que comenzaron la investigación en mayo de este año. En ese momento se produjo la detención de dos israelíes, Shy Dahan y Oren Sheinman, que se dedicaban a la venta irregular de insumos médicos. Los extranjeros declararon que habían vendieron a Jacobo Bucaram miles de test para detectar el coronavirus. El sábado pasado ambos fueron atacados en una cárcel del puerto de Guayaquil. Dahan resultó asesinado. El servicio penitenciario informó que el israelita recibió golpes con un objeto contundente en la cabeza. Héctor Vanegas, abogado de Sheinman, dio detalles sobre la participación de ambos en la causa. “La víspera del asesinato se realizó una diligencia que esclarecía varias redes delictivas y de corrupción en el Ecuador gracias a su colaboración”, sostuvo el letrado. El israelí dijo que tanto él como su compañero muerto había recibido amenazas de Bucaram y uno de sus hijos.
El rompecabezas está en plena investigación. En los últimos días aparecieron audios entre el expresidente y el israelí muerto. Los que sí se sabe es que la familia Bucaram lleva adelante negocios relacionados con la salud, sobre todo en Guayaquil. Durante la pandemia surgieron múltiples escándalos de corrupción por la compra de insumos médicos con sobreprecio por parte de hospitales públicos. En ellos figuran los hijos de Bucaram, Jacobo, Michael y Dalo. Este último tuvo un fugaz paso por el fútbol argentino vistiendo la camiseta de Chacarita. Luego se dedicó a la política. Fue diputado y candidato presidencial. Al día de hoy los tres están prófugos de la justicia.
Lógica corrupta
Para el pueblo ecuatoriano los Bucaram son sinónimo de corrupción. Al momento de ser detino el exmandatario se encontra bajo prisión domiciliaria. Tiene procesos judiciales abiertos por tráfico de armas y de bienes patrimoniales. En 1996 fue elegido presidente y duró sólo seis meses en el cargo. Peleado con los sectores poderosos del país y con la gente en las calles protestando por sus políticas de ajuste, el congreso los destituyó apelando a la figura de “incapacidad mental”. A pesar de haber tenido un breve paso por el ejecutivo la justicia lo investigó por “malversación de fondos”. Ante el avance de las causas Bucaram se exilió en Panamá. Allí permaneció durante 20 años hasta que los juicios en los que resultó condenado prescribieron. Sin dejar pasar un minuto más, volvió al país en 2017.
La pandemia dejó expuesta una estructura de poder corrupta vinculada a las compras del Estado. Para Chávez la familia Bucaram tenía un escaso peso político, pero necesario para que el gobierno de Moreno pueda sostenerse. “En el ballotage de 2017 se contactaron con Dalo Bucaram para que dé su apoyo. Intentaron sumar electoralmente. La gran incógnita es a que acuerdos llegaron. Ahora podemos verlo”, sostuvo el sociólogo. Además señaló que una vez pasadas las elecciones el expresidente Rafael Correa denunció el acuerdo entre ambos. Sin embargo no se le prestó atención ya que lo adjudicaban a la pelea entre los antiguos aliados políticos. “Moreno se dedicó a repartir el Estado para poder tener cierta legitimidad entre los grupos más poderosos. Hay otros casos de políticos que eran parte del bloque de gobierno en la Asamblea y se sabe que recibieron el manejo de hospitales, obras públicas, contratos, etcétera”, expuso Chávez. También explicó los fines políticos del show mediático con que se detuvo al expresidente. “Buscan tapar el vínculo con Moreno. Es una característica de este gobierno: jugar a las cajas chinas para evitar la atención. Además lograron que los medios no hablen del terrible manejo de la pandemia que están haciendo ”, sostuvo el sociólogo.