Una de las reacciones inmediatas que encontraron los trabajadores y trabajadoras de la industria cultural cuando irrumpió la pandemia fue la organización en colectivos y asociaciones para fortalecer los lazos y poner sobre la mesa las necesidades y preocupaciones del sector. Según un relevamiento de la Asociación Civil de Managers Musicales Argentinos (Acmma), la industria cultural local está conformada por medio millón de personas activas, entre las que se incluyen, además de músicos, técnicos de sonido, gestores culturales, asistentes, iluminadores, agentes de prensa, sellos, entre otros. En este marco, se conformó también la Asociación Argentina de Productores (ASAP), que nació con el objetivo de “unir fuerzas y valorizar el trabajo” que desempeñan en la industria del entretenimiento y el espectáculo.
“Nos empezamos a juntar para saber cuántos éramos y unir las experiencias individuales. Se convirtió en una fuerza federal, porque vimos que hay un montón de productores en todo el país”, explica Paul Tozer, uno de los integrantes de ASAP. El colectivo, que se consolidó en abril, reúne al menos a 400 productores y productoras a nivel nacional. Los principales objetivos son “formalizar y jerarquizar la profesión; hacernos visibles como trabajadores dentro de la industria vinculada a espectáculos, eventos y entretenimiento; conseguir beneficios para nuestro sector y encontrar objetivos duraderos”.
Durante los primeros meses, llevaron a cabo charlas a través de videollamadas con agrupaciones afines, como Acmma, Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y Musicales (Aadet), Asociación Argentina de Agentes de Prensa, y Agrupación de Productorxs de Música en Vivo de La Plata, Berisso y Ensenada, entre otros. “Queremos conformar mesas de trabajo y formalizar la profesión mediante capacitaciones, cursos, talleres y charlas, porque hay mucha gente que puede transmitir su experiencia”, enfatiza Tozer. A mediano plazo, la asociación también se propone “reglamentar las normas laborales” del sector y asesorar legalmente a todos los asociados.
Según reconoce Tozer, el Estado está brindando apoyo al sector cultural a través de líneas de crédito, becas y ayudas a los monotributistas. “Vemos el apoyo que hay, pero entendemos que la ayuda va a tener que prolongarse en el tiempo. La industria va a seguir golpeada cuando volvamos a hacer shows en vivo, porque habrá reducciones de capacidad de público en los espacios y eso va a afectar al sector”, precisa el productor. “Sin duda, lo prioritario para nosotros es la salud, pero algún día va a volver el show. Por eso, también estamos trabajando ya en protocolos para cuando se vuelva a la actividad presencial”, adelanta.