Leipzig superó este jueves a Atlético de Madrid, dirigido por Diego Simeone, por 2 a 1 en el estadio José Alvalade, de Lisboa, y se metió por primera vez en la historia en las semifinales de la Champions League. Los goles de Leipzig fueron de Dani Olmo (5m. ST) y Tyler Adams (42m. ST) en una sede sin público por el coronavirus, al tiempo que João Félix (25m. ST), de tiro penal, igualó transitoriamente. En la próxima ronda, Leipzig se enfrentará el martes a Paris Saint Germain, de los argentinos Ángel Di María, Leandro Paredes y Mauro Icardi, que eliminó a Atalanta (2-1) en el primer juego de la semana.
Leipzig justificó su avance a la primera semifinal de su historia en la Liga de Campeones porque desde el inicio buscó el pasaje, a pesar de que el defensor central francés Dayotchanculle Upamecano, por su seguridad y buen panorama, fue una de sus figuras.
La convicción y el deseo de los muchachos de Julian Nagelsmann prevaleció en el balance final ante un planteo cauteloso de Atlético de Madrid, que no se salió del libreto defensivo y en el que apuntó desde el arranque a mantener el cero.
Tal como se esperaba en la antesala del encuentro, Atlético de Madrid -que no pudo contar con el argentino Ángel Correa por dar positivo, al igual que su compañero Sime Vrsaljko- se plantó con dos líneas de cuatro y con el faro de Diego Costa en el ataque, aunque la misión inicial fue neutralizar la generación de fútbol de Leipzig, sobre todo en los pies de Kevin Kampl y Konrad Laimer.
Leipzig, fiel a su estilo y con su versatilidad táctica según los momentos, se adueñó de la pelota y aprovechó el retroceso, por momentos casi obsceno de los españoles, aunque le faltó profundidad y sus sociedades en ataque se toparon con la experiencia de Stefan Savic y José Giménez en el área rival.
El correr de los minutos le brindó mayor tranquilidad al equipo de Diego Simeone, que con un activo Yannick Carrasco halló por el costado izquierdo de su ataque una zona fértil para atacar y en la experiencia de algunos de sus referentes el recorte de algunas conexiones alemanas.
Sin embargo, Leipzig aprovechó la velocidad de sus futbolistas y con una exquisita combinación encontró el 1-0 en la cabeza de Dani Olmo, que se filtró entre los centrales, cuando amanecía el complemento.
El contexto lo obligó a Simeone a abandonar el 4-4-2 rígido, la pelota divida y la especulación, y ello derivó en la entrada del joven portugués João Félix, que le dio traslado de balón y otra conexión con Diego Costa y Marco Llorente en el ataque.
Y la frescura y la convicción para apuntar al arco de enfrente del exBenfica se tradujeron en un penal claro y posterior conversión, con 20 minutos por delante.
Justamente, en su mejor momento el "Colchonero" se retrasó otra vez, cedió la pelota y Leipzig explotó sus virtudes: toque en velocidad y verticalidad. Así sucedió cuando Adams, con un tiro fortuito que se desvió en Stefan Savic, le dio la clasificación a sólo tres minutos del final.
Con desesperación y sin ideas, Atlético de Madrid buscó el suplementario en las últimas jugadas, pero lejos estuvo de conseguirlo porque recurrió a los pelotazos frontales y dejó de lado a Félix, el único lúcido que en un momento supo y pudo romper esa prácticamente inamovible estructura especuladora que habitualmente dispone Simeone.